domingo, 18 de julio de 2021

#hemeroteca #homofobia #delitosdeodio | Barcelona. La pareja gay agredida por Sant Joan: «Hace falta mucha fuerza para decir que no sales a la calle con miedo, pero lo consigues»

Imagen: Diari Més / El Andree y el Yuri //

La pareja gay agredida por Sant Joan: «Hace falta mucha fuerza para decir que no sales a la calle con miedo, pero lo consigues».

El Yuri y el Andree relatan la experiencia «traumática» de la agresión homófoba «extremadamente violenta» que sufrieron.
ACN | Diari Més, 201-07-18
https://www.diarimes.com/es/noticias/actualidad/cataluna/2021/07/18/la_parella_gai_agredida_per_sant_joan_cal_molta_forca_per_dir_que_no_surts_carrer_amb_por_pero_aconsegueixes_107951_3029.html

El Yuri y el Andree son la pareja que sufrió una agresión homófoba durante la verbena de Sant Joan al distrito de Gracia, en Barcelona. Ha pasado casi un mes pero los Mossos todavía no han identificado al agresor y ellos todavía sufren secuelas psicológicas y físicas de la paliza. En una entrevista concedida por los dos a la ACN, el Andree relata que de madrugada un hombre los paró por la calle para pedirles fuego. Después de analizarlos los amenazó –'os mataré maricons'- y empezó una agresión extremadamente violenta. «En un momento pensábamos que no saldríamos», afirma. Ahora han reunido las fuerzas para visibilizar su caso: «Hace falta mucha fuerza para decir que no sales a la calle con miedo, pero lo consigues», añade.

Eran cerca de las cuatro de la madrugada y los dos se dirigían hacia el metro de Fontana. De camino, en plena calle, el hombre que les había pedido fuego empezó a agredirlos repetidamente causándoles contusiones y dolores diversos. Lo acompañaba otro hombre, más mayor que en ningún momento, los agredió, y de hecho decía que no era como él, pero que tampoco paró al agresor.

Como pudieron, el Yuri y el Andree consiguieron llegar hasta el metro de Fontana, donde había más gente, pero el agresor no dejó en ningún momento agredirlos e insultarlos.

Allí había una veintena de personas y se pudieron sentir más protegidos por la gente, que aunque nadie se metió por el medio, muchos grabaron los hechos. «Entiendo que la gente en general no haya intervenido en nuestra agresión porque el nivel de ensañamiento era brutal», dice el Yuri, aunque por otra parte admite que no lo entiende.

Cuando los Mossos d'Esquadra llegaron al recibir una llamada, el agresor ya no estaba, había huido poco antes.

Secuelas físicas y psicológicas

El Andree todavía sufre dolores en la espalda a causa de la paliza, a pesar de que el más difícil, asegura, es el trauma psicológico que le ha causado y tener que afrontar el día a día con una fuerza «drenante». «Pide mucho de ti poder salido cada día y dejar de sentir miedo», explica.

La violencia homófoba, dice, es utilizar las insultos y las amenazas como un arma para «reducirte», «hacerte sentir más vulnerable».

Además, señala que haber sufrido la agresión en medio de otros que también han tenido lugar, incluida la muerte del Samuel en Galicia, «prolonga el sufrimiento» ya que «le puede pasar a cualquiera». «Los días postagresión son muy difíciles a nivel psicológico, necesitas mucha fuerza para decir que no sales en la calle con miedo, pero lo consigues», comenta.

El Yuri asegura que la agresión le ha hecho revivir experiencias pasadas. «Tenemos insomnio, en cierta manera estamos medicados para soportar el día y me han vuelto a venir momentos de la adolescencia del 2000 cuando hubo ciertas agresiones físicas, verbales, que pensaba que había olvidado para siempre».

La investigación policial, sin novedades
Según explican el Yuri y el Andree, los Mossos siguen investigando su caso pero todavía no han identificado al agresor. «Si hay imágenes, que aparezcan, que se den a conocer porque ayudará a que la investigación siga adelante» dice el Yuri, que se muestra poco esperanzado con el avance de la investigación. Según él, había mucha gente grabando y a pesar de eso no se ha recuperado la información necesaria.

Sin embargo, los dos reivindican la importancia de que agresiones como la que sufrieron ellos se denuncien ante la policía ya que no todas se denuncian. «Hay que salir a denunciar y a luchar (...) No podemos salir a la calle con miedo», añade el Andree.

Además, reivindican más diálogo entre el colectivo LGTBI y los Mossos para construir un protocolo «adecuado y eficaz» que garantice una investigación rápida.

Aparte, el Yuri agradece el apoyo y el calor recibido por parte de diferentes personas a través de las redes y en especial el del Observatorio contra la Homofobia, que les está dando un apoyo «primordial», y también su padre, amigos y familiares.

«La situación es crítica»

Tanto el Yuri como el Andree coinciden en que la situación es «crítica» y supone un retroceso y recuerdan que la homosexualidad se dejó de considerar una enfermedad por parte de la OMS a principios de los 90.

En este sentido, en Yuri defiende la bandera de los derechos humanos y se muestra crítico con las asociaciones y partidos de extrema derecha. «No nos hace a menos demócratas pedir la ilegalización cuando tienen un mensaje de odio hacia cualquier colectivo», ya sean las mujeres, los colectivos racializados o el LGTBIQ.

Además, como educador social, también denuncia que se «politice» con los inmigrantes. En su caso, en parte también ha querido explicar la paliza que sufrieron él y su pareja porque se enfadó mucho cuando vio en las redes su agresión en un contexto discriminatorio hacia personas extranjeras, menores no acompañados o por origen magrebí. «Era una persona de aquí, no era una persona extranjera», observación sobre el agresor.

Manifestación del día 22: «implica toda la sociedad»

Tanto el Yuri como el Andree creen que la manifestación prevista para el día 22 de julio contra la violencia LGTBI-fòbica no sólo implica a las personas LGTBI+. Para el Yuri implica «toda la sociedad» ya que se trata de derechos humanos.

En una línea parecida, el Andree piensa en la manifestación como una «oportunidad» para posicionar como sociedad y volver la espalda a la ultraderecha. «Ya está bien», concluye.

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