lunes, 21 de noviembre de 2022

#libros #lgtbi #activismo | El libro rosa : manual de activismo para erradicar la homofobia, lesbofobia, bifobia y transfobia

El libro rosa : manual de activismo para erradicar la homofobia, lesbofobia, bifobia y transfobia / Ramón Martínez.
Barcelona [etc.] : Egales, 2022 [11-21].
292 p.
Serie: Colección Libre ; 1.

/ ES / Libros / ENS / Activismo / Derechos / LGTBI / LGTBIfobia

📘 Ed. impresa: ISBN 9788418501890 / 16,95 €
📝 Cita APA-7: Martínez, Ramón (2022). El libro rosa : manual de activismo para erradicar la homofobia, lesbofobia, bifobia y transfobia. Egales.


[.es] ¿Cómo convocar una manifestación? ¿Cuáles son los objetivos de nuestro movimiento? ¿Cómo podemos hacer un activismo real y efectivo? ¿Cómo influir en unas elecciones? ¿Cómo redactar un manifiesto? El movimiento LGTBI+ vive en una continua crisis desde la aprobación del Matrimonio Igualitario. Necesitamos darle un nuevo impulso para seguir avanzando o corremos el peligro de perder los derechos que hemos conquistado. ‘El libro rosa’ es una guía que ofrece propuestas claras y didácticas para quien quiera reflexionar sobre su modo de hacer activismo o que pretenda iniciarse en la emocionante tarea de la reivindicación social. Si queremos seguir transformando el mundo, necesitamos poner a punto nuestras herramientas para hacerlo.

viernes, 18 de noviembre de 2022

#libros #trans #testimonios | Voluntad de poder

Voluntad de poder / Manuela Trasobares.

Valencia : Hidroavión, 2022 [11-18].
288 p.

/ ES / Libros / ENS / Mujeres trans / Poder / Testimonios / Trans / Transexualidad

📘 Ed. impresa: ISBN 9788412549294 / 18,90 €
📝 Cita APA-7: Tradobares, Manuela (2022). Voluntad de poder. Hidroavión.


“Desde que naces te están domando. Te están quitando lo más valioso de tu vida, que es lo instintivo. Después de esa mala educación que nos han dado, aprendemos a ser idiotas, imbéciles y acobardados”. Manuela Trasobares repasa diferentes acontecimientos históricos y personales, con el fin de revelar la manipulación que se esconde tras la voluntad de un poder ilimitado.

Trasobares es una artista e intelectual autodidacta. Este libro es el fruto de toda una vida de estudio y experiencia propia. Mantiene la tesis de que la ‘Voluntad de Poder’ imperante condiciona la historia colectiva y personal. La verdad que se impone sobre la sociedad está dirigida por ese poder casi ilimitado. Manuela ha sufrido esto en sus carnes y lo ha comprobado en los períodos históricos que ha vivido o estudiado en profundidad.

#hemeroteca #punitivismo | La inquebrantable fe en la prisión del feminismo ‘mainstream’

ctxt / Protesta por la sentencia de la Manada. Barcelona, 2018-04-26 //

La inquebrantable fe en la prisión del feminismo ‘mainstream’

Las reacciones a la revisión de condenas provocada por la ley del ‘solo sí es sí’ ponen de manifiesto que hay una identificación entre “hacer justicia” y penas de cárcel más altas. ¿Pero responden a lo que podría ser una verdadera justicia feminista?
Nuria Alabao | ctxt, 2022-11-18
https://ctxt.es/es/20221101/Firmas/41348/Nuria-Alabao-feminismo-punitivismo-mainstream-solo-si-es-si-ministerio-de-igualdad-carcel.htm 

Acaba de estallar un nuevo pánico moral: varias sentencias de casos de agresiones sexuales están siendo revisadas para rebajar penas de manera que se ajusten a lo previsto en la nueva ley del ‘solo sí es sí’. Algunos agresores incluso han sido excarcelados. No hay nada en este país más poderoso que este impulso punitivista generalizado que de vez en cuando se activa y que, en realidad, se estimula y se construye desde los medios. La guerra partidaria resuena también de fondo. El ruido es abrumador, de manera que es difícil entender con claridad lo que está pasando. ¿Una guerra de algunos jueces contra el Ministerio de Igualdad? ¿Una ley que no previó bien las consecuencias de su aplicación? ¿Una herramienta para el sector del PSOE que se opone a la ley trans y que instrumentaliza lo que está pasando pese a que perjudique al feminismo en su conjunto?

Puede que haya algo de todo ello pero de fondo planea es un asunto de gran relevancia para las que creemos que el feminismo puede ser una herramienta de emancipación porque, como consecuencia de este debate, se están legitimando penas más altas en nombre del feminismo, mientras se identifica la rebaja de penas con una “reacción machista”, como ha señalado Clara Serra. Esto es lo que debería preocuparnos. Los discursos que se están reproduciendo estos días, y la propia reacción del Ministerio de Igualdad, reflejan que el marco punitivista está plenamente instalado en el feminismo mainstream. También revela la inquebrantable fe en la cárcel como solución a la violencia sexual y en el castigo como la mejor manera de proteger a las mujeres.

Es llamativo también que al propio Ministerio le cueste defender su propia ley, expresar con vehemencia que puede que algunas penas ahora sean menores, pero que las condenas nunca serán lo más importante para evitar la violencia y que esta ley introduce mejoras significativas. Podrían haber hecho bandera de que, efectivamente, se han rebajado algunas –aunque sean las mínimas, porque las máximas siguen siendo igual de excesivas, como lo son en muchos otros delitos–. La política auténticamente progresista aquí habría sido situarse en una posición antipunitiva tan necesaria cuando sabemos que contamos con unas de las poblaciones reclusas más altas de toda Europa, lo que no tiene ninguna correlación con el bajo índice de delitos en nuestro país. Las penas por este tipo de delito ya son muy altas –mucho más que en los países de nuestro entorno–. Una muestra: se puede imponer la misma pena por un homicidio y una violación –15 años–. Pero como demuestran todas las investigaciones criminológicas, más cárcel no sirve para evitar los delitos. Aparte de los casos mediáticos que se pretenden convertir en paradigmas, la tasa de reincidencia es baja en relación a la de otro tipo de delitos. En cualquier caso, más años de cárcel no implica más seguridad para las mujeres.

El feminismo de base que quiere cambiar la sociedad también se cuestiona las herramientas del Estado penal como reproductoras de la violencia. Pero evidentemente esta nunca ha sido la apuesta del Ministerio de Igualdad, que desde un principio hizo alarde no solo de no rebajar estas penas, sino de que podría llegar a subirlas. En cualquier caso, se ha hecho una propaganda excesiva de la ley como si todo lo pudiese, generando unas expectativas difícilmente alcanzables para ninguna norma. Se dijo, por ejemplo, que “iba a acabar con la impunidad porque considera agresión cualquier relación sin consentimiento”, pero el problema de la prueba permanece sea cual sea la redacción del consentimiento. Tenemos que enfrentarnos a una verdad incómoda para dejar de hacernos trampas: ninguna ley por sí sola va a acabar con la violencia sexual, que es un problema estructural complejo que necesita un abordaje por muchas vías. Desde luego la cárcel no es la única solución. El Código Penal no protege a las mujeres ni a nadie, lo que hace es castigar. No hacía falta, pues, presentar esta ley como una fórmula mágica, sino más bien como una contribución que aporta algunas cosas positivas en varios frentes y que mejora el acceso de las mujeres a los procedimientos de justicia.

Otra cosa difícil de asumir son los ataques del Ministerio a las rebajas de penas en las revisiones de sentencias, cuando estamos hablando del derecho del reo a la aplicación de la norma más favorable y su retroactividad si esta les beneficia. Independientemente de que algunos jueces lo estén usando contra el Ministerio, que es del todo posible, no se puede deslegitimar alegremente un elemento esencial de las garantías procesales. ¿Acaso si estuviesen rebajando condenas a manifestantes o sindicalistas las pondríamos en cuestión?

Estos días asistimos a la construcción de la figura de un “monstruo” –el violador–, que acompaña siempre al estallido de los pánicos morales pero que no justifica el cuestionamiento del Estado de Derecho ni el ensalzamiento de más penas de cárcel. Estas imágenes alimentan la sed de venganza y la idea de que es aceptable encerrar a gente de por vida en condiciones inimaginables. Tampoco está de más recordar que si muchas mujeres no denuncian no es solo porque temen pasar por la odisea y la revictimización que implican los juicios, sino porque la mayoría de las agresiones no las perpetran desconocidos en los portales –la imagen mediática ideal–, sino personas del entorno: amigos, familiares, parejas. No es extraño que muchas quieran evitar que estas personas cercanas acaben en la cárcel, ya sea porque tienen hijos en común, porque dependen económicamente de ellos o por no dañar a seres queridos. Otras no denuncian porque tienen miedo, porque no tienen papeles, porque son prostitutas o trans; la policía no representa necesariamente una imagen de seguridad, sino, en muchas ocasiones, un agente de la violencia que reciben. Los motivos son muchos, pero la cuestión es que la cárcel no va a ser nunca la solución para la mayoría, sobre todo para las que lo tienen más difícil. Tampoco podemos olvidar el sufrimiento de las mujeres que tienen a compañeros, familiares o amigos presos. La pena también les alcanza a ellas de manera indirecta.

Para las mujeres que deciden denunciar y utilizar las herramientas disponibles, la ley aprobada introduce algunas mejoras que se deberían reivindicar, porque todavía queda un largo camino para que los procesos sean lo menos dolorosos posibles y no una odisea que puede condicionar tu vida durante años, como pasó con la víctima de La Manada. La violencia sexual marca la vida de muchas mujeres y niños; estos últimos años lo hemos gritado en todas partes y hemos conseguido un cambio cultural que será difícil revertir. Pero esta lucha justa y necesaria no puede estar basada en la demanda de penas más altas. ¿Todas las personas que hemos sufrido abusos queremos más penas de cárcel? Muchas veces solo se busca la verdad, el reconocimiento de haber sufrido una injusticia, y eso a veces tiene difícil encaje en el sistema penal. Se suele legislar a golpe de efecto mediático y estos últimos años la violencia sexual ha llenado muchas portadas, quizás es un efecto paradójico e indeseado del #MeToo. Todos los políticos quieren representar el dolor de las víctimas, apropiarse su representación. (El nuevo delito absurdo de no comunicar el paradero de un cadáver a un familiar pensado expresamente para el caso de Marta del Castillo es un buen ejemplo de este populismo punitivo).

El marco securitario y de reforzamiento del Estado penal tiene estas dos caras: el neoliberal –que encara los problemas sociales individualizándolos y criminalizando– y el de extrema derecha. Vox precisamente hace apología de la subida de penas y pide la cadena perpetua para los condenados por violación. El feminismo carcelario se alinea con esta gestión securitaria de la pobreza, convirtiéndose en una máquina de guerra que usa las redes sociales y los medios en una economía de la indignación para conseguir leyes punitivas y conservadoras. Parece que entienden el sistema penal como algo que está pensado únicamente para la protección de las mujeres y no para su dominación ni para el sostenimiento del propio régimen de desigualdad. Ellas no se imaginan jamás que puedan acabar en prisión, es decir, se imaginan siempre del lado del Estado y la norma. Pero no podemos olvidar que apelar al sistema criminal tiene impactos en las personas más excluidas (los hombres racializados y migrantes en este caso) y la clase trabajadora en general, que siempre van a estar sobrerrepresentados en las cárceles. En los juicios se amplifican las desigualdades. Por no hablar de aquellos artículos de la ley que criminalizaban el trabajo sexual y que acabaron cayendo por la oposición de los socios de gobierno. Con ese impulso hoy el PSOE está haciendo su propia ley, que contribuirá a la persecución y la clandestinización de las prostitutas. Ojo con la violencia que se ejerce en nombre de la lucha contra la violencia sexual.

Por otra parte, más allá del debate de las penas, se podría haber puesto el acento en defender otros aspectos de la ley que casi ningún medio recoge pero que son importantes para explicar que se pueden hacer cosas más allá de la prisión. Estas serían, por ejemplo, las medidas destinadas a la prevención, así como a proteger a las víctimas, las ayudas económicas y laborales, pero también la previsión de servicios de asistencia especializada. (Aunque son medidas que, como dependen de la asignación presupuestaria, están por desarrollar, se tendrían que poner sobre la mesa cuando se habla de intervención estatal contra las violencias). También ha sido muy importante la previsión de garantía de los derechos de las víctimas en situación administrativa irregular que pretende corregir, al menos un poco, la desprotección de estas migrantes. Pero eso parece que no da votos.

Hay un feminismo de base que, desde hace años, trabaja una línea antipunitiva a la que le queda todavía mucho camino para imaginar y construir otras lógicas, para lograr introducir en el debate público cuestiones como qué significa la justicia feminista –transformativa o restaurativa– y cómo evitar reforzar el sistema penal en nombre del feminismo. “El debate sobre el sistema carcelario está cada vez más presente en el movimiento feminista por diferentes motivos, entre otros: porque la cárcel es un espacio en el que sistemáticamente se conculcan los derechos humanos; porque destruye la humanidad y la dignidad de las personas; porque se ha convertido en una fuente de negocio en nombre de la ‘seguridad’; porque reproduce y afianza las relaciones de poder entre las personas; porque es reflejo de una estructura social violenta; y porque es una ‘escuela’ de machismo y de masculinidad hegemónica y agresiva”, dice este documento del movimiento feminista vasco pensado para abrir debates.

miércoles, 16 de noviembre de 2022

#libros #feminismo #violencia | Cuando el estado es violento : narrativas de violencia contra las mujeres y las disidencias sexuales

Cuando el estado es violento : narrativas de violencia contra las mujeres y las disidencias sexuales / Marta Cabezas Fernández, Ana Martínez Pérez (eds.) ; prólogo de Justa Montero Corominas.
Manresa: Bellaterra, 2022 [11-16].
320 p
.
/ ES / Libros / ENS / REC / Disidencia sexual / Feminismo / Patriarcado / Violencia institucional

📘 Ed. Impresa: ISBN 9788418684067 / 20 €
📝 Cita APA-7: Cabezas Fernández, Marta, & Martínez Pérez, Ana (eds.) (2022). Cuando el estado es violento. Narrativas de violencia contra las mujeres y las disidencias sexuales. Bellaterra.

¿Cuándo es violento el estado? ¿De qué formas, explícitas o sutiles? ¿Qué prácticas estatales son violentas? ¿Contra quiénes es más violento? ¿Cómo es narrada la violencia por quienes la sufren? ¿Qué relación tienen el género y la sexualidad con la violencia estatal? ¿Qué violencias experimentan mujeres, niñas y adolescentes? ¿Y las disidencias sexuales? ¿Cómo las resisten? ¿Es posible una justicia feminista? ¿Se puede destruir el edificio de la dominación con las herramientas del amo? ¿Es posible un estado de los cuidados, feminista y postpatriarcal?

‘Cuando el estado es violento’ aborda las violencias del estado y las resistencias desde narrativas de activistas y académicas feministas. Partimos del cotidiano porque la vivencia de esa violencia es un camino para pensar el mosaico desde las teselas. Cada relato tiene sentido en sí mismo, ese es su nombre propio, sin embargo, queremos reconocer la fuerza del denominador común al que dan forma estas narrativas. Nuestro objetivo es desvelar el bastidor violento en que se trama la vida social, para generar alternativas. Las escenas que narra este libro son un espejo de aumento donde ver nuestra sociedad en su imbricación con el estado: cartografiar la violencia en el entramado de la vida cotidiana para pensar la dimensión sistémica a través de sus fragmentos. El libro se sitúa en el estado español y se centra en tres de los ámbitos de intervención estatal, justicia, salud y educación, por cuanto en ellos se condensan las condiciones indispensables de una vida digna. Se abordan, así, asuntos como el `robo de bebés´ durante el franquismo hasta entrada la democracia, el falso Síndrome de Alienación Parental, las infancias trans, la violencia contra las niñas gitanas en el sistema educativo o la violencia obstétrica, entre otros.

👥 Autoría: Laia Serra Perelló, María Naredo, Soledad Luque Delgado, Virginia Maquieira D'Angelo, Tania Sordo Ruz, Silvina Monteros Obelar, Tatiana Retamozo Quintana, Bárbara Tardón Recio, Dau García Dauder, Saida García Casuso, Marta Malo, Desirée Mena Tudela, Ana Íñigo Jurado, Carmen Romero Bachiller, Marta Rodríguez-Cruz, Elena Casado Aparicio, Paula Martín Peláez, Pamela Palenciano Jódar.

martes, 15 de noviembre de 2022

#libros #trans #sexualidad | Follando con mujeres trans

Follando con mujeres trans / Mira Bellwether ; editado por Alejandra Núnez ; traducción de Miss Riruki.

Barcelona : Descontrol [etc.], 2022 [11-15].
166 p.
Serie: Fem Veus.

/ ES / Libros / ENS / Mujeres trans / Relaciones sexuales / Sexo / Sexualidad /  Trans

📘 Ed. impresa: ISBN 9788418283475 / 19.00 €
📝 Cita APA-7: Bellwether, Mira (2022). Follando con mujeres trans. Descontrol.

El innovador texto de Mira no es tanto una guía sobre cómo tener sexo como persona trans o con una persona trans, sino lo que la cultura trans puede enseñarnos sobre el sexo y la sexualidad. La cultura trans es consentimiento, exploración, conocernos y querernos, fluidez y romance. Mira captura esta sabiduría en su texto, desde la práctica poco conocida de “muffing” hasta juguetes, anatomía, comunicación, amistad y mucho más.

jueves, 10 de noviembre de 2022

#hemeroteca #controlsocial | Fin a las despedidas con penes de plástico en la cabeza: el Ayuntamiento de Málaga pide decoro al “turismo de borrachera”

El Diario / Una despedida de soltera en Málaga //

Fin a las despedidas con penes de plástico en la cabeza: el Ayuntamiento de Málaga pide decoro al “turismo de borrachera”

El consistorio propone modificar la ordenanza para tipificar estas conductas, pero la propuesta no convence a la principal asociación vecinal, que la califica de “cosmética”
Néstor Cenizo | El Diario, 2022-11-10
https://www.eldiario.es/andalucia/malaga/despedidas-penes-plastico-cabeza-ayuntamiento-malaga-pide-decoro-turismo-borrachera_1_9698988.html

Cada fin de semana, decenas de grupos de hombres y mujeres en la veintena y la treintena desembarcan en la estación María Zambrano de Málaga con un solo propósito: pasarlo en grande. Las despedidas de soltero no están prohibidas, pero un exceso puede acabar lesionando el derecho de los demás a disfrutar de la ciudad o su descanso. Es ahí donde parece haber un problema en Málaga. Los vecinos del Centro llevan tiempo quejándose de los ruidos, la suciedad y las peleas que origina este tipo de “turismo de borrachera”. Y el ayuntamiento acaba de poner el foco en la indumentaria y los accesorios: quiere prohibir que en las despedidas de solteros y solteras haya quien se pasee por la calle en ropa interior, con un muñeco hinchable o lleve un pene de plástico en la cabeza.

El consistorio propone modificar la Ordenanza de Convivencia Ciudadana, añadiendo un apartado al artículo que recoge los “usos inadecuados” del espacio público. Quiere prohibir el paso o la permanencia en la vía o en espacios públicos en las siguientes circunstancias: si se va sin ropa o en ropa interior; si se va con ropa o complementos “que representen los genitales del ser humano”; o si se lleva muñecos/as de carácter sexual. En todos estos casos, la Policía Local informará de que lo que se está haciendo está prohibido, y solo si los celebrantes “persisten” los denunciará. La multa podría llegar a los 750 euros.

El consistorio ha explicado que la propuesta está motivada por la “proliferación, en los últimos años, de determinadas conductas ligadas en su mayoría con celebraciones privadas, como es el caso de las despedidas de soltero y soltera con la utilización exclusiva de ropa interior o de contenido erótico en los espacios públicos”. Se trataría de “preservar el espacio público como un lugar de encuentro, convivencia y civismo”.

La prohibición de pasear con chismes sexuales en la cabeza o en tanga saldrá adelante una vez que culmine el plazo de audiencia a los ciudadanos, que pueden hacer aportaciones a la nueva norma hasta el 22 de noviembre.

Vecinos del Centro: “Es una medida cosmética”
Entre quienes más sufren este tipo de turistas, los vecinos del centro, hay quien no cree que prohibir que alguien lleve un pene de plástico en la cabeza vaya a mejorarles mucho la vida. “Es una medida cosmética”, opina Alejandro Villén, secretario de la Asociación de Vecinos Centro Antiguo, que lleva años exigiendo medidas que garanticen la convivencia y la habitabilidad del barrio.

Hace apenas dos años, el Tribunal Superior de Justicia dictó una sentencia histórica que condena al ayuntamiento a pagar una indemnización a los vecinos de Plaza Mitjana por no vigilar el cumplimiento de su propia ordenanza de ruidos. Por eso, Villén resalta que el problema es hacer cumplir las normas: “Gritar con altavoces a las tantas de la mañana o pasear desnudo ya está prohibido”.

Las despedidas han servido para llamar la atención de un problema más amplio, vinculado al “modelo de ciudad”: “Son muy llamativas, pero nuestro problema es la falta de vigilancia, el exceso de determinados tipos de actividad económica y las viviendas turísticas. Es el modelo de oferta nocturna y alojamiento en Málaga”. Los vecinos, que sufren un encarecimiento del alquiler sin parangón en España, pagan así el éxito turístico de la ciudad.

Un joven atado a una farola
El problema no es nuevo. Málaga era el destino de los once jóvenes recientemente condenados a pagar 7.676 euros por “comportarse de manera totalmente descontrolada” en la cafetería del tren y acabar retrasando su llegada, en julio de 2018. Cada fin de semana, llegan decenas de grupos en actitud similar.

La asociación ha publicado vídeos de borracheras, striptease desde el balcón, vomitonas, peleas y jolgorios de madrugada. En estos años, Villén ha visto de todo. Por ejemplo, a un joven atado con cinta de envolver a una farola de la Plaza Uncibay. Sus amigos pedían a los viandantes, a las siete de la tarde, que se acercaran para lanzarle una tarta o mofarse de él.

Cada año, llama varias veces a la Policía por las fiestas de madrugada en alguna de las cuatro viviendas turísticas con las que comparte edificio. La última vez le amenazaron con pegarle una paliza y le replicaron que habían pagado a una empresa por un paquete que, entre otras cosas, incluía el alojamiento. El modelo genera otros negocios de nicho: en el Centro han llegado a coincidir cuatro locales que venden pollofres: La Pollería, La Golfrería, La Poyota y The Dick Town.

Los otros grandes beneficiados son los hosteleros, en su vertiente del ocio nocturno. Sin embargo, un bar, El Muro, anunció públicamente que prohibía la entrada a las despedidas, después de un incidente con un grupo de jóvenes que pidieron la hoja de reclamaciones para escribir sobre ella: “Maricona”.

Medidas contra el ruido en la “ciudad divertida”
El asunto se cuela con cierta frecuencia en la política municipal. En agosto, Unidas Podemos presentó una moción pidiendo mayor control en las viviendas turísticas y vigilancia en el centro que garantizase el descanso de los vecinos. Remedios Ramos, su portavoz, denuncia que Málaga se ha convertido en “centro de referencia para toda España” del turismo de borrachera ante la apatía de los gobernantes municipales.

Sin embargo, no es la primera vez que el ayuntamiento anuncia que va a poner coto al desbarre. En mayo, anunció su intención de aplicar “mayor celo policial” frente al ruido y las actitudes incívicas. Ahora desglosa las sanciones: la última semana, ha tramitado 25 denuncias a establecimientos y 55 a personas: 12 estaban cantando a gritos en el Centro y 32 estaban orinando en la calle.

Por su parte, la Asociación de Viviendas Turísticas en Málaga instaló en verano unos 1.000 medidores de ruidos en el Centro Histórico, donde se concentran la mayoría de las más de 8.000 viviendas y 41.000 plazas de este tipo con las que cuenta la ciudad. La iniciativa vino después de que el alcalde, Francisco de la Torre (PP) advirtiera en mayo: “No vamos a tolerar que haya una ciudad descontrolada”. También se mostró partidario de limitar las viviendas turísticas, pero estas siguen creciendo a un ritmo de tres nuevas cada día.

El problema para el alcalde es que ha calado en algunos sectores la percepción de que su acción de gobierno ha fomentado que el Centro Histórico se convierta en un lugar fantástico para la fiesta y el forastero, pero inhóspito para los vecinos, y que el fenómeno empiece a extenderse a otras zonas. Los comercios de proximidad han cerrado, las terrazas ocupan el espacio (en ocasiones, excediendo los límites autorizados) y los vecinos se marchan.

Muchos le acusan de actuar arrastrando los pies y de pensar más en los intereses empresariales que vecinales. Elisa Pérez de Siles, concejala de Vía Pública, dijo en el Pleno que el problema de los excesos de las terrazas se resume en que “Málaga es una ciudad divertida, una ciudad que aspira a ser feliz”. Al menos a partir de ahora, quien venga deberá buscar la felicidad con algo más de decoro.

miércoles, 9 de noviembre de 2022

#hemeroteca #lgtbi #mayores #memoria | “¿Por qué me fui de Algorta? Porque soy lesbiana”

Deia / Uno de los collages con frases de los testimonios recogidos //

“¿Por qué me fui de Algorta? Porque soy lesbiana”

Inés Bermejo y Julen Nafarrate recogen testimonios en Getxo de personas LGTBI+ mayores de 65
Marta Hernández | Deia, 2022-11-09
https://www.deia.eus/bizkaia/2022/11/09/algorta-lesbiana-6209232.html

“Ha sido emocionante, precioso y estamos muy agradecidos”. Inés Bermejo tiene aún los sentimientos por las nubes por lo que ha supuesto el proyecto que inició junto a Julen Nafarrate para dar visibilidad a las personas LGTBI+ mayores de 65 años en Getxo. La recogida de testimonios y la elaboración de una exposición eran los ejes de esta iniciativa que ha cogido vuelo y pasará a inspirar una obra de teatro, gracias a Dantzerti. Las experiencias recopiladas pellizcan el alma. “¿Por qué me fui de Algorta? Porque soy lesbiana” o “Nos gustaban los días de lluvia porque podíamos ir agarradas del brazo bajo el paraguas sin llamar la atención” son dos ejemplos.

Todo lo que ha envuelto a este trabajo, desde el contacto con los protagonistas, a la repercusión social, el apoyo del colectivo... ha sido “muy positivo” para Inés y Julen y eso que los primeros pasos, tras anunciar públicamente su proyecto Gu ere bagara, no fueron sencillos. “Dimos un teléfono y un correo electrónico al que las personas LGTB+ mayores de 65 años podían recurrir para contarnos sus vivencias y mirábamos y mirábamos y no había llamadas, ni mensajes y la bandeja de entrada, vacía...”, recuerda Inés. Este silencio ya era un signo de la hipótesis inicial: sigue siendo un tema tabú hablar de la sexualidad en esas edades, y más aún, en el caso de lesbianas, trans, bisexuales, gays o queer. Por eso, ambos se involucraron en el desafío de sacar a la luz “a las amamas y aitites LGTBI+” del municipio. “Queríamos buscar las historias no contadas, pero no las encontrábamos; fue una locura y pensamos: Ahora, ¿qué hacemos?”, repasa esta getxotarra. “Sabíamos que era abrir una puerta muy delicada”, admite. Así que analizaron cómo poder hacerlo.

Fue entonces cuando Inés, artista, y Julen, periodista –ambos vecinos de la localidad getxotarra– decidieron que tenían que hacer hincapié en la discreción. “Al principio, queríamos contar quiénes eran, dónde vivían, qué hacían... pero luego pensamos en algo más general desde el anonimato y al final, hemos contado con el testimonio de cinco personas: del Puerto Viejo, de Algorta, de Romo y de Neguri; tres mujeres y dos hombres, que van desde los 62 a los 83 años”, traslada Inés. Los promotores de Gu ere bagara trabajaron con ellas, sin fotografías, ni de antes ni de ahora, dejando claro qué podían contar y qué no; hilando fino, trenzando los relatos con cautela y tiento... “Lo hemos hecho con mimo y con cariño”, destaca la artista. Y de esas charlas ha surgido la exposición que se encuentra estos días por calles de Algorta, Puerto Viejo, Romo y Las Arenas; en el bar Baste, de Romo; y también en las paradas de metro de Getxo –salvo en Ibarbengoa–. Más tarde, se exhibirá en la residencia municipal Sagrado Corazón. Esta creación reproduce frases que golpearon en las conversaciones de Inés y Julen con estas cinco personas participantes: “¿Por qué me fui de Algorta? Porque soy lesbiana”. “Nos gustaban los días de lluvia porque podíamos ir agarradas del brazo bajo el paraguas sin llamar la atención”. “Íbamos a las fiestas de EHGAM, de Bilbao, a descansar la mente y cansar los cuerpos”. “Mi padre dejó de hablarme porque era lesbiana. Esa tristeza se quedó en mi vida”. “Estando tan buena, no me imaginaba que fueras lesbiana”. “¡Vaya alboroto se montó en Las Arenas cuando fuimos al Gran Cinema agarrados de la mano!”. “¡Qué disgusto me llevé cuando me dijeron que eras maricón! Pero, no te preocupes, que no se te nota nada” o “Tengo 76 años y soy bisexual, ¿y qué?”. Todos los carteles, con estas palabras y realizados bajo la técnica de collage, tienen un código QR que da acceso a la página web de Gu ere bagara.

Conclusiones
Inés reflexiona mucho sobre el sexilio: cuando una persona LGTBI+ deja su pueblo o ciudad para vivir en otro sitio con libertad sexual. “Algunos de los participantes en este proyecto están en Bilbao”, apunta. No obstante, ella sigue conociendo casos así entre personas jóvenes. Son varias las conclusiones de esta iniciativa, muchas extraídas entre interrogaciones: “¿Por qué estas personas no quieren mostrar su cara? Porque tienen miedo, porque han vivido tranquilos… ¿Qué tipo de sociedad tenemos hoy en día? ¿Por qué cuesta tanto hablar de esto...?”, se pregunta.

La labor de Inés y de Julen seguirá dando pasos para tratar de cambiar la situación. De hecho, Dantzerti quiere hacer una obra de teatro con los alumnos de arte dramático, como proyecto de fin de grado. “Ha sido todo mucho más grande de lo que imaginábamos”, sonríe Inés.

sábado, 5 de noviembre de 2022

#hemeroteca #cine | ¿Por qué el cine LGTBI no llega al gran público?

Luke Macfarlane y Billy Eichner (c), protagonistas de 'Bros' //

¿Por qué el cine LGTBI no llega al gran público?
El fracaso de ‘Bros’, la primera comedia romántica gay producida por Hollywood, subraya las dificultades de las películas de tema homosexual, lésbico y trans para encontrar un público amplio. Pese a los avances sociales, directores españoles de cine y series denuncian obstáculos de financiación y falta de interés del público heterosexual
Álex Vicente | El País, 2022-11-05
https://elpais.com/cultura/2022-11-05/sigue-siendo-un-estigma-comercial-lo-lgtbi.html 

'Bros' se parece mucho a una película de 'Meg Ryan'. Solo que, en lugar de conocerse en una bonita librería de Manhattan o en lo más alto del Empire State Building al filo de la medianoche, sus protagonistas se encuentran en un club nocturno lleno de cuerpos musculosos durante la presentación de The Zellweger, una ‘app’ de citas en la que los usuarios hablan de actrices famosas y otras divas gays antes de irse al catre. Si la broma no le ha hecho gracia, forma parte de la inmensa mayoría de espectadores que consideraron que esta comedia romántica, la primera de temática homosexual producida por un estudio de Hollywood, no era para ellos.

La película se estrenó hace un mes en Estados Unidos con buenas críticas y después de una enfática campaña promocional que subrayaba su carácter histórico. “Es un momento monumental”, aseguró su protagonista y guionista, Billy Eichner, revelado gracias al programa de entrevistas callejeras 'Billy on the Street', que llegó a decir que las películas como ‘Bros’ eran “el futuro”. El problema fue que el público no acudió a la cita. Su primer fin de semana en taquilla fue calamitoso. Cinco semanas después, ha recaudado menos de 12 millones de dólares, la mitad de lo que costó. Sin contar unos 30 millones más en promoción, cifra considerable que indica lo mucho que Universal apostaba por ‘Bros’. En España no le ha ido mejor. Estrenada el viernes pasado, recaudó solo 34.000 euros durante el fin de semana, pese a poder verse en casi 200 cines. Quedó en 16ª posición, con el peor promedio por sala de la clasificación y por debajo de ‘Argentina, 1985’, estrenada cinco semanas antes, que se podía ver solo en 37 pantallas y que ya estaba disponible en alguna plataforma.

¿A quién hay que culpar ante ese fracaso? Eichner no tiene ninguna duda. “Incluso con críticas entusiastas y excelentes puntuaciones en Rotten Tomatoes, los heterosexuales, especialmente en ciertas partes del país, no han ido a verla”, dijo en Twitter, instando a hacerlo a todo aquel que no fuera “un bicho raro homófobo”. El director Nicholas Stoller le secundó: “Los hombres gays son los únicos que han visto la película”. La paradoja es que 'Bros' es un producto de laboratorio diseñado para gustar a un público mayoritario. Producida por un pope del género como Judd Apatow, es una copia literal de los modelos heteronormativos y está cortada con el patrón dramatúrgico de las comedias románticas de toda la vida.

Lo mismo sucedía en otros productos recientes como 'Fire Island' (Disney+), sobre un grupo de amigos de vacaciones en ese cotizado destino del turismo gay, o 'Desparejado' (Netflix), la serie protagonizada por un homosexual recién separado que descubre las lindezas de la soltería a los 40. Ambas siguen la misma estrategia que el caballo de Troya: usar recetas familiares para no alienar al público y luego ‘adulterarlas’ con temas LGBTI. ‘Fire Island’ no deja de ser un cruce de ‘Orgullo y prejuicio’ y ‘Supersalidos’, solo que con escenas ambientadas en un cuarto oscuro y chistes sobre la PrEP, y 'Desparejado' es un calco gay de ‘Sexo en Nueva York’ bajo la batuta del mismo creador, Darren Star, que hizo ruido mediático pero tampoco obtuvo buenas métricas. Tres meses después de su estreno, no tiene asegurada una segunda temporada.

Pese a los innegables avances sociales y a la voluntad exhibida por una industria que aspira a contar historias más diversas que en el pasado, ¿sigue siendo lo LGTBI un estigma comercial? Los directores españoles que trabajan con estos temas sospechan que sí. “Se sigue considerando que hacemos productos de nicho. Es lo primero que dicen las plataformas y las cadenas. Lo que pasa es que ese nicho es cada vez más grande”, expresa Héctor Lozano, creador de la serie 'Merlí', que contaba con varios personajes LGTBI, encabezados por Pol y Bruno, dos jóvenes que vivían una larga historia durante cuatro temporadas, lo que no frenó su éxito. “Era una serie gay pero ‘heterofriendly’. Los LGTBI estaban encajados en un mundo mayoritariamente heterosexual, como sucede en la vida real. Creo que eso influyó en su éxito, porque todo el mundo se veía representado en algún personaje. Mi intención siempre fue gustar a un público amplio y no solo al gay”, expresa Lozano.

Tras varios cortos de tema lésbico, la joven Zaida Carmona debuta como directora en 'La amiga de mi amiga', comedia de enredo que se estrenará a comienzos de 2023. “Es una película underground, por su presupuesto ínfimo, pero también ‘mainstream’, porque es una comedia romántica. Quise que fuera una película muy bollera, una celebración de mi identidad, pero también que trascendiera el entorno LGBTI”, afirma Carmona. “Llevo toda la vida viendo relatos heterosexuales que yo, como lesbiana, consumo con normalidad. ¿Por qué no puede suceder lo contrario? Es importante generar referentes fuera de nuestro círculo”. Aunque sabe que solo algunas películas logran salir de él. Y no es casualidad que casi siempre sean historias trágicas, de ‘Brokeback Mountain’ a ‘Moonlight’, pasando por la moda efímera de los dramas lésbicos de época, como ‘Ammonite’ o ‘Retrato de una mujer en llamas’. “Nuestro relato siempre se construye desde lo dramático. Cuando una película habla de nosotros desde la celebración, parece que moleste. Solo gustan los buenos gais y lesbianas, que suelen ser los mártires o, como mucho, las comparsas graciosas del protagonista”.

Antes de triunfar con 'La trinchera infinita', Jose Mari Goenaga codirigió ‘En 80 días’, la historia de un amor lésbico en la tercera edad rodado en euskera. No era una película con gran potencial comercial, por lo que su temática no importó a ETB, que la financió. “Con otros inversores más poderosos sí hubiera sido un problema. Y, una vez terminada, hubo gente de nuestro entorno que nos hizo entender que no iría a verla”, recuerda. “A veces, los que hacemos cine vivimos en una burbuja”. Apunta también a los gustos y referentes distintos para cada grupo en un mercado cada vez más segmentado. “Mis socios, que son heterosexuales, no saben quién es RuPaul. Eso sucede incluso en nuestro entorno más íntimo, donde hay cosas que no les suenan de nada. Por otra parte, los nuevos modelos de consumo pronuncian todavía más esta fragmentación: el algoritmo te aconseja cosas parecidas a las que hayas visto antes”, dice Goenaga, que estos días trabaja en la posproducción de una serie sobre Balenciaga para Disney+, que abordará la homosexualidad del diseñador “de manera explícita”.

El director Adrián Silvestre, que ha firmado dos películas sobre personajes trans como 'Sedimentos' y ‘Mi vacío y yo’, señala “las resistencias del sistema de financiación” en España, que tiende a penalizar lo que no es mayoritario. “El yugo al que estamos sometidos los que hacemos cine LGTBI es la dificultad para dar un paso adelante y trabajar con grandes presupuestos. Cuando tu película se considera demasiado de nicho, no obtienes muchas ayudas públicas, al depender de las televisiones, por ejemplo, que siempre buscan un público masivo”, apunta Silvestre desde el Festival de Tel Aviv, donde presenta su nuevo filme. “Suelo retratar vidas no normativas, pero soy consciente de que no puedo trabajar para una minoría. Tienen que ser digeribles para el mayor número de espectadores, o me arriesgo a que mi circuito se vuelva demasiado limitado y que no pueda seguir haciendo cine”.

Otra cuestión importante es que el cine y la televisión ya no tienen el mismo papel que en otros tiempos para las minorías sexuales. “En los ochenta y noventa buscábamos el cine gay por dos motivos: la visibilidad y la mirada erótica”, opina Alberto Mira, profesor en la Brookes University de Oxford y autor de distintos volúmenes sobre cine homosexual. “Hoy ambas cosas se hacen por otros canales que el cine. Las películas solían ser centrales en el proceso de identidad y afirmación. Hoy ya no lo son”. Es decir, que nunca ha habido tanto contenido LGBTI al alcance de todos, como demuestran series como ‘Love Victor’, ‘Heartstopper’, el nuevo ‘Queer as Folk’, ‘It’s a Sin’ o, en España, 'Veneno' y 'Maricón perdido', pero eso no significa que los espectadores se hayan multiplicado por milagro, sino que las plataformas han entendido el interés de cuidar sus ‘microaudiencias’.

“Todavía hay prejuicios, pero cada vez menos. El público femenino, por ejemplo, es muy sensible a estas temáticas”, apunta Lozano, que prefiere escudarse en el optimismo. “Veo un futuro donde los hombres heterosexuales lograrán disfrutar con una historia gay”, confía. “Tengo una idea en el cajón. No me la compró nadie hace dos años, pero lo voy a volver a intentar. Y esta vez creo que lo conseguiré”. Mientras tanto, los neófitos pueden ir familiarizándose con conceptos como Grindr, ‘Glee’, Abercrombie & Fitch, Debra Messing y otras materias primas de este subtipo de humor. Tal vez, en ese caso, a Billy Eichner le vaya mejor en el futuro.

jueves, 3 de noviembre de 2022

#hemeroteka #testigantza #outing | “Eskerrik asko 18 urteko pertsona hau armairutik ateratzera behartzeagatik”

Argia / Kit Connor 'Heartstopper' telesailan //

“Eskerrik asko 18 urteko pertsona hau armairutik ateratzera behartzeagatik”

Mikel Garcia | Argia, 2022-11-03

https://blogak.argia.eus/mikel-garcia/2022/11/03/eskerrik-asko-18-urteko-pertsona-hau-armairutik-ateratzera-behartzeagatik/

Bi mutikoren arteko telesail ospetsu batean protagonista izan ostean, Kit Connor aktorearen sexualitatea espekulazio iturri izan da, eta hain prozesu intimo eta pertsonala behar lukeena, norbere tempoak eta zalantzak errespetatuz, esposizio publiko deserosoa bihurtu da Connorrentzat: bisexuala dela haizatu du, gogoz kontra. Armairutik ateratzea eskubidea da, ez obligazioa.

Bere sexualitatearen inguruan garbi ez mintzatzea izan da Connorrek askoren ahotik jaso duen kritika, eta definitu beharra presio itzela bilakatu da azkenean; sare sozialak baliatu ditu bisexuala dela adierazteko. Aurretik egin izan dizkioten elkarrizketetan garbi utzia zuen: bere sexualitatearekin eroso dago, baina sentitzen du oraindik gaztea dela bere burua sexualki etiketatzeko, are gehiago publikoki. Auskalo, agian oraindik ez zuen argi zein etiketa zegokion, etiketarik zegokion ere; edonola, ez zegoen prestatuta munduari azalpenak emateko. Eta munduari ez zion azalpenik zor.

Ikusgaitasuna bai, baina ez horrela
LGBTI+ pertsonen ikusgaitasuna garrantzitsua da, heterosexualitatea arau eta hegemonia den gizartean. Baina gogoratu behar dugu beti dela gogorra armairutik ateratzea, konfiantza eta segurtasuna behar dira pausoa emateko, eta bakoitzari dagokio bere bidea egitea. Eta armairua kartzela da, bai, baina baita leku segurua ere, norbera nahikoa indartsu sentitzen ez denean.

Argiarako egindako elkarrizketa batean Ibai Fresnedok jaurtitako gogoeta datorkit gogora: “Sexu askapenaren borrokan LGBT pertsonen ikusgaitasunak sortzen digun grinagatik, batzuetan nolabaiteko presioa eragiten diogu armairuan jarraitzen duenari, atera dadin, eta hori ere bada indarkeria. Oso prozesu pertsonal eta intimoak direnak ezin ditugu behartu. Ikusgaitasunak elkarzaintzarako sare potenteak behar ditu oinarrian, baita autodefentsarako pedagogia sakona ere. Alegia, armairuak hautsi nahi ditugu, bai, baina ‘barruan’ dagoena zainduz”.

‘Heartstopper’ telesailaren protagonistetako bat da Kit Connor. Kontatu genuenez, belaunaldi berrientzat erreferente pozgarria bilakatu da dagoeneko bi mutikoren arteko lehen maitasun istorio ezti eta jostari hau.

martes, 1 de noviembre de 2022

#hemeroteca #iglesia #pederastia | 'Kakux' reaparece para saludar al nuevo obispo

DV / 'Kakux' en el acto de salutación a Fernando Prado en Donostia //

'Kakux' reaparece para saludar al nuevo obispo

Roma mantiene abierto su caso de las acusaciones de sendos abusos a menores en 2001 y 2005, que el cura de Ormaiztegi asumió y fue desterrado
El Diario Vasco, 2022-11-01
https://www.diariovasco.com/gipuzkoa/kakux-reaparece-saludar-nuevo-obispo-20221101214802-nt.html

Fernando Prado estuvo arropado en su presentación como obispo de San Sebastián por diferentes religiosos, varios de ellos claretianos que han coincidido con él a lo largo de su vida. También acudió al acto quien fuera vicario general de la diócesis, Juan Kruz Mendizabal, 'Kakux', pese a que la justicia eclesiástica mantiene abierto un proceso contra él por acusaciones de pederastia. El propio sacerdote se declaró en su día culpable de tocamientos deshonestos a dos menores en 2001 y 2005.

Aunque la Fiscalía archivó el caso al concluir que los abusos cometidos por 'Kakux' (Ormaiztegi, 1963) habían prescrito, Roma aún no ha cerrado un caso que mantiene en una carpeta junto con otros hechos similares bajo la consigna de 'tolerancia cero'. Según ha podido saber este periódico, la situación del exvicario general de Gipuzkoa no ha variado.

Fue en enero de 2017 cuando el Obispado de San Sebastián reveló que el expárroco de Antzuola y Bergara había sido condenado en un procedimiento eclesial. Fue desterrado de Gipuzkoa y recluido en un monasterio fuera de Euskadi que no trascendió. Meses después, regresó al domicilio familiar en Ormaiztegi para ser tratado de una enfermedad.

Hasta este lunes no se le había visto a Juan Kruz Mendizaba en un acto público con presencia de la prensa.

#libros #homosexualidad #trans | La estafa del transgenerismo : memorias de una destransición

La estafa del transgenerismo : memorias de una destransición / Sandra Mercado Rodríguez.

Jerez de la Frontera : Tierra de nadie, 2022 [11-01].
192 p.
Serie: Taifa.

/ ES / ENS / Libros / Endotransfobia / Homosexualidad / Reasignación sexual / Testimonios / Trans / Transfobia

📘 Ed. impresa: ISBN 9788412526561 / 17,00 €
📝 Cita APA-7: Mercado Rodríguez, Sandra (2022). La estafa del transgenerismo : memorias de una destransición. Tierra de nadie.


[.es] A veces me pregunto cómo no he podido darme cuenta antes de que en mi cuerpo no hay ningún problema, no hay nada de malo en mí, como me hicieron creer los médicos, psicólogos, siquiatras, endocrinos y cirujanos. ¿Por qué ninguno me ayudó a indagar en la raíz de mis problemas, de mis traumas por haber sufrido discriminación y maltrato por mi orientación sexual? Me encontraba en una encrucijada y me ofrecieron el camino más perjudicial para mi salud física sin que la mental mejorara, el camino más rentable para todos ellos, sin tener en cuenta que experimentaban con un ser humano.

👤 Sandra Mercado. Nacido en 1986 en Sabadell, destransionador, es un activista por los derechos de las personas homosexuales. Crítico de género y de ideología queer, activista en redes sociales como víctima de los estereotipos sexistas, la homofobia y la ideología trans.