lunes, 31 de diciembre de 2018

#hemeroteca #gais #testimonios | El loco cabaré de Jean-Paul Gaultier

Imagen: El País / Jean Paul Gaultier y su cabaret en el Folies Bergère
El loco cabaré de Jean-Paul Gaultier.
El diseñador francés pone en escena su vida en una revista autobiográfica que se representa con éxito en el Folies Bergère de París.
Álex Vicente | El País, 2018-12-31
https://elpais.com/elpais/2018/12/27/estilo/1545935446_487088.html

A los 66 años, Jean-Paul Gaultier echa la vista atrás. Partidario del riesgo como motor vital, el diseñador francés se ha embarcado en la aventura menos previsible de las muchas que conforman su larga trayectoria: una revista inspirada en su propia vida que representa con gran éxito en el Folies Bergère de París, el mítico cabaré fundado en la ‘rive droite’ en 1869, que Manet inmortalizó en uno de sus cuadros y donde después triunfaron La Bella Otero, Charlie Chaplin o Maurice Chevalier. Este espectáculo autobiográfico, de dos horas y media, le permite repasar toda su trayectoria, recorriendo éxitos y fracasos desde su infancia hasta la actualidad. Lo hace a través de una serie de viñetas tan coloridas y alocadas como sus vestidos.

“Escribí la obra visualmente, imaginando una sucesión de escenas que, más que mi vida, relatan mi viaje en la moda, el otro lado del decorado. Igual que el forro de una chaqueta, suele ser tan bello como lo que se ve a primera vista”, sostiene el diseñador. En principio, la obra debía representarse durante solo dos meses, pero acaba de prorrogar sus funciones en París hasta el 10 de marzo. Después emprenderá una gira internacional que podría pasar por España en 2020.

Gaultier descubrió el Folies Bergère viendo la televisión con su adorada abuela cuando tenía solo nueve años. “A partir de ese momento, insistí en transformar a mi osito Nana en bailarina de revista. Con ‘Fashion Freak Show’ he convertido en realidad mi sueño infantil”, asegura. Precisamente, es ese viejo peluche el que sirve de primer narrador de la obra, de la que Gaultier firma el libreto y la dramaturgia. El modisto se ha rodeado de un equipo de lujo: cuenta con la colaboración de cómplices históricas como Catherine Deneuve o Rossy de Palma, además de la directora Tonie Marshall, la coreógrafa Marion Motin –colaboradora de Christine and the Queens, fenómeno del pop francés– y el guitarrista Nile Rodgers, del grupo Chic, que se hace cargo de la música. En su cuerpo de baile también figura el cubano Lázaro Cuervo Costa, que interpreta un homenaje a Josephine Baker y su cinturón de bananas, una de esas caricaturas de los tiempos coloniales que en Francia, a diferencia de Estados Unidos, no ha levantado polémica.

La revista de Gaultier empieza durante su infancia, cuando toma conciencia de ser un niño distinto a los demás, al que le interesa más dibujar siluetas femeninas que perseguir un balón de fútbol. Después recorre sus fiestas salvajes en Londres, que pasan por una escena inspirada en sus vivencias en los clubes sadomasoquistas, antes de adentrarse en la historia de amor con el hombre de su vida, que se vio truncada por la epidemia del sida. En su segunda mitad, el espectáculo se transforma en un gran desfile de moda con acentos de competición de ‘voguing’, que recuerda algunos de los looks más míticos firmados por Gaultier durante su ascenso a la gloria. Tampoco se olvida de recordar sus colaboraciones con Madonna, Kylie Minogue, Lady Gaga, Luc Besson, Peter Greenaway o Pedro Almodóvar, para el que firmó el vestuario de ‘Kika’, ‘La mala educación’ y ‘La piel que habito’.

Desde su estreno, la obra suele terminar con el público en pie, dedicando una ovación a un protagonista ausente. Si los autóctonos caen rendidos tal vez sea porque les recuerda a un periodo especialmente añorado en Francia, esos ochenta en que el país se transforma, la utopía del 68 se materializa parcialmente y surgen personajes tan insólitos como Gaultier, partidario de una moda democrática y de una transgresión digerible. Lo demuestra que la práctica totalidad de sus postulados, como la noción de hombre objeto, los sujetadores cónicos o las prendas de ‘sportswear’ convertidas en productos de lujo, han acabado siendo asimilados por la industria en la que trabaja. La iconoclastia es la norma. Y, como parece demostrar el éxito de esta peculiar revista, el antiguo ‘enfant terrible’ se ha convertido en una figura de consenso.

#hemeroteca #lgtbi | Seis retos LGTBI para acercarse a la igualdad real en 2019

Imagen: El Diario
Seis retos LGTBI para acercarse a la igualdad real en 2019.
La tramitación de la Ley de Igualdad LGBTI, estancada en la Comisión de Igualdad del Congreso, es una de las mayores reivindicaciones del colectivo. En 2018 se ha puesto de manifiesto la necesidad de reducir el acoso escolar y los delitos de odio por homofobia, bifobia y transfobia. "Tenemos que estar atentos y contrarrestar el discurso de la ultraderecha más rancia", advierte la presidenta de la FELGTB, Uge Sangil.
David Noriega | El Diario, 2018-12-31
https://www.eldiario.es/sociedad/retos-LGTBI-acercarse-igualdad-real_0_852164998.html

El año 2018 dejó alguna buena noticia para lesbianas, gais, bisexuales, transexuales e intersexuales, como la aprobación de leyes LGTBI en la Comunidad Valenciana y Aragón, la despatologización de las transexualidad por la Organización Mundial de la Salud (OMS) o el ‘pacto social por la no discriminación e igualdad de trato asociada al VIH’. Sin embargo, este ha sido también el año en el que el borrador de la Ley de Igualdad LGTBI se ha quedado estancado en el Congreso y en el que han continuado poniéndose de manifiesto problemáticas relacionadas con la homofobia, la transfobia y la bifobia, en forma de delitos de odio o acoso escolar.

Desde las entidades que luchan por los derechos de estos colectivos reconocen que "cuando nos sentamos a pensar en los retos que tenemos por delante, siempre encontramos muchos". Estos son algunos de los que están marcados en la hoja de ruta para 2019.

Aprobar la Ley de Igualdad LGBTI: "Un paso hacia la igualdad real"
El 12 de mayo de 2017, el grupo Unidos Podemos registró en el Congreso de los Diputados la proposición de la Ley de Igualdad LGTBI. Han pasado 19 meses y el texto continúa atascado en la Comisión de Igualdad por "lentitud o por la falta de capacidad o interés", lamenta la presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Bisexuales y Transexuales (FELGTB), que engloba a más de medio centenar de asociaciones, Uge Sangil. Ello pese a que, según indican desde la federación, han recibido el compromiso público y privado de partidos políticos y del Gobierno.

"Es un reto del que llevamos detrás más de un año, pero que no se cumple. Queríamos que fuera una realidad en diciembre, pero no ha sido así", por lo que "esperamos que durante el primer trimestre de 2019 pase a Igualdad y a votación. Si no ocurriese así, lo primordial es que se haga lo antes posible, por si hubiera un adelanto electoral", advierte Sangil. Y es que, para las entidades, esta ley es "un paso hacia la igualdad real" y un avance en cuanto a derechos humanos. Un paso que supondría la unificación de criterios en todas las comunidades y que, además, se daría en todas las direcciones. Porque la normativa abarcaría aspectos relativos a la educación, la memoria histórica, el mercado laboral, los delitos de odio, la discriminación, los derechos trans y sexuales y reproductivos, entre otros.

Reducir el acoso escolar lgtbifóbico: No es "cosa de niños"
"El acoso escolar por LGTBIfobia es uno de los más altos a nivel estatal", indica la coordinadora de educación de la FELGTB, Visi González. Aunque no existen estudios anuales a nivel nacional, desde las entidades si cuentan con indicadores que apuntan en esa dirección. Por ejemplo, un informe elaborado por el colectivo aragonés Somos, en 2017, destaca que el 75% de los alumnos de estos colectivos no se siente cómodo en clase. Además, la federación ha detectado en los colegios e institutos donde trabaja que el 60% del alumnado ha percibido algún tipo de ciberacoso hacia alumnos por su orientación sexual o de género o que el riesgo de suicidio entre adolescentes LGTBI es tres veces mayor al del resto.

Atajar este problema pasa, indica González, por las familias "que deben romper con determinados estereotipos sobre el colectivo, por ejemplo, cuando hacen algún comentario si ven algo en la televisión" y por el profesorado, "que tiene que estar avalado por unas leyes". "En 2018 se han aprobado leyes autonómicas, como en la Comunidad Valenciana y Aragón, que nos dicen que trabajar la diversidad afectivo sexual, de género y familiar previene el acoso escolar, y que, además de tener derecho a trabajarla en las aulas, tenemos el deber de hacerlo", explica. No obstante, señala que hasta que la ley nacional no se apruebe, "estamos poniendo tiritas". "Los profesores tenemos mucho miedo sobre si lo estaremos haciendo bien, si estaremos utilizando el vocabulario adecuado o qué hacer si viene una familia. Esta ley nos va a dar las herramientas para saber que lo estamos haciendo bien", indica.

Además, la normativa que está pendiente de ser tramitada incluye un protocolo específico contra el acoso lgtbifóbico. "Nos están llamando marimachos, travelos y maricones, y no pasa nada", lamenta González, para quien desde los centros "se ve como cosas de niños, se invisibiliza o minimiza y se enseña que esa es una forma posible de relacionarse".

Despatologización trans: "Una deuda histórica"
2018 ha sido el año en el que la Organización Mundial de la Salud ha sacado la transexualidad del catalogo de enfermedades mentales para adultos y adolescentes. Una antigua reivindicación del colectivo que no ha tenido su homologación en España, donde la ley 3/2007, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, que permite el cambio registral de nombre y género "sigue exigiendo el trastorno de disforia de género, es decir, un diagnóstico psiquiátrico, para optar a ese cambio", explica el vicepresidente de la FELGTB, Mané Fernández.

Esto, además, supone un trato diferente para las personas trans según la comunidad autónoma en la que estén, ya que algunas -como Andalucía, Madrid, Comunidad Valenciana, País Vascos, Islas Canarias y Baleares- no exigen este requisito. Por eso, desde las entidades reclaman "la despatologización de las entidades trans y no binarias en todo el territorio y el derecho a la autodeterminación, aún sin ser mayor de edad", explica Fernández.

En esta línea, la ley de Igualdad LGTBI vuelve a presentarse como un paso más en la consecución de estos objetivos. El propio Fernández lamenta que "en la ‘T’ es donde mas problemas estamos teniendo". Sangil secunda sus palabras: "Estamos convencidas de que el retraso se debe, sobre todo, a actitudes ante articulados que tienen que ver con la transfobia. No entender la realidad trans y verla como una amenaza hace que se retrase". Y ello, pese a que la "total despatologización y la autodeterminación" es "una deuda histórica con nuestras compañeras trans, que han estado delante de las pancartas siempre", sentencia la presidenta de la federación.

Delitos de odio: formar a la policía y perder el miedo a denunciar
A finales de noviembre, el Observatorio Redes contra el Odio presentó el estudio ‘La cara oculta de la violencia hacia el colectivo LGTBI’. En él, recababa los datos recogidos por diferentes entidades a lo largo de 2017. Entre los datos que arroja se encuentran los 629 casos de delitos de odio por LGTBIfobia identificados por las organizaciones, o que entre el 60 y el 80% no se denuncian. "Hay muchas partes del colectivo que aún no se atreven a denunciar o que no tienen acceso a estas denuncias. A través de este análisis, podemos ver que hay mucha diferencia entre víctimas que viven en comunidades que nos protegen y las que no. Por eso, necesitamos una ley que nos proteja a todos", indica Arantxa Miranda, vocal de delitos de odio de la FELGTB.

En esa ley se abarcará, previsiblemente, la formación a los cuerpos policiales. "Estamos en varias mesas de trabajo con distintos ministerios, pidiendo que se forme a la policía desde la base, cuando están en la academia, en delitos de odio y que no sea algo voluntario porque, si lo es, solo se forman los que ya están concienciados", explica Miranda. Este punto es importante para que los agentes, que suelen ser los primeros en intervenir en un conflicto en la calle, sepan identificar cuando una agresión tiene el agravante de ser un delito de odio. Pone como ejemplo el caso de la Comunidad de Madrid, con leyes donde "no todos los artículos se aplican" y las denuncias llegan, principalmente, a través de la Unidad de Gestión de la Diversidad de la Policía Municipal de Madrid.

Además, Miranda señala otro factor a tener en cuenta y que explica el alto porcentaje de incidentes que no se denuncian. "En diciembre hizo 40 años que se eliminó la homosexualidad y la transexualidad como delito. El colectivo era perseguido por la policía, por lo que es difícil romper esa barrera si no pones herramientas. Ese miedo de que te van a culpabilizar sigue existiendo". Un miedo que se suma a los casos donde las víctimas no son visibles en el trabajo o la familia, por lo que iniciar un proceso judicial se hace complejo. "Una ley estatal sería muy importante, porque hay incidentes que se resolverían con una simple incidencia administrativa, que es mucho más fácil que meterte en un proceso penal, mucho más farragoso", indica.

Recordar a los mayores: "No podemos olvidarnos de la historia"
En 2019 se cumple el 50 aniversario de las revueltas de Stonewall en Nueva York, que supusieron la visibilización de las demandas de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales. Aprovechando la efeméride, la FELGTB dedicará este año a los mayores y la memoria histórica. "No podemos olvidarnos de la historia y de cómo hemos llegado hasta aquí. Tenemos que acordarnos de esas personas que salieron del armario y que, quizás ahora, por la precariedad, tienen que volver a él: los mayores que están en una residencia o que no se atreven a salir porque son rechazadas por el propio colectivo; las personas trans que no han cotizado; etc.", indica Sangil.

Por eso, dignificar el papel de estas personas que han sufrido el mayor estigma por su orientación sexual o de género y exigir justicia y reparación a través de la historia es uno de los retos para este 2019.

Contrarrestar el discurso de "la ultraderecha más rancia"
Otro tema que preocupa a los representantes de las entidades LGTBI es el aumento "de la ultraderecha más rancia", como califican a Vox. "No tienen miedo ni se cortan en decir que derogarían la ley de matrimonio igualitario. Supone crear un pensamiento que, en lugar de llevarnos a la diversidad, nos lleva a tiempos pasados que no queremos recordar, donde se denigraba al colectivo, lamenta Sangil. Por eso, la necesidad de "estar atentos y contrarrestar ese discurso" se hace más necesaria que nunca, defiende, porque "el sentir de la población es el enriquecimiento con la diversidad".

"No podemos dormirnos. Tenemos que reivindicar que el trabajo que hemos hecho durante todos estos años es nuestro, y no dejar que nadie llegue y nos lo quite. Estamos hablando de lo que somos, de nuestras familias y de nuestros hijos", argumenta González, para quien "no se trata del colectivo, sino de toda la ciudadanía, creando sociedades seguras donde poder expresarse libremente". "Vienen tiempos un poco revueltos, con partidos políticos que intentan quitarnos nuestros derechos. Por eso es importante recordar lo que nos ha costado llegar donde estamos", dice Miranda. Y remata: "No tenemos que escondernos".

#hemeroteca #trans #feminismo | Sobre el discurso antitrans. (Todavía no me creo que tenga que escribir este artículo)

Imagten: ctxt / 'La magia de los peces' (1925), de Paul Klee
Sobre el discurso antitrans. (Todavía no me creo que tenga que escribir este artículo).
Nada bueno puede crecer desde el ataque a personas vulnerables ni desde el miedo a existencias diferentes.
Beatriz Gimeno | ctxt, 2018-12-31
https://ctxt.es/es/20181226/Firmas/23666/Discurso-antitrans-Beatriz-Gimeno-miedo-a-lo-diferente.htm

El discurso antitrans que crece a nuestro alrededor, y que se extiende por las redes, revela muchas coincidencias con la manera en que se construyen los discursos racistas o xenófobos. Muchas de las mujeres que lo comparten, y que se dicen feministas, constantemente aseguran que no son transfóbicas, de la misma manera que en Vox dicen que no son racistas, que solo tratan de impedir que los inmigrantes quiten derechos a los españoles. ¿Es o no un discurso tránsfobo? Analizo aquí los argumentos del discurso antitrans.

1. Todo él se levanta sobre la deshumanización y cosificación de las personas trans. Se habla de ellas como si no estuvieran delante, como si no tuvieran voz, como si se las pudiera tratar como un objeto de estudio. No se las escucha. Se habla desde la ignorancia, como si estas personas no llevaran décadas escribiendo o hablando. Se las expulsa de los espacios sin escucharlas, sin tener intención de establecer ningún diálogo: son culpables por ser, lo que digan no importa. La mayoría de quienes dicen no tener prejuicios no conocen personalmente a una sola persona trans ni se han permitido establecer ningún vínculo emocional con ella. Estos discursos defienden una identidad femenina construida sobre una dialéctica de los otros/as, definidas estas en términos de diferencia negativa que inevitablemente se llena de connotaciones esencialistas y letales para las personas a las que se les aplica la marca de “otras” y a quienes se somete a la condición de cuerpos descartables o, menos humanos.

2. Los supuestos peligros para las mujeres que supone el reconocimiento de los derechos trans no se basan en argumentos sino en fake news, en noticias claramente falsas provenientes de medios conocidos por ser distribuidores mundiales de bulos. Sorprende la facilidad con que dichos bulos son creídos, incluso por mujeres informadas, lo que da idea de lo fácil que es creer cualquier cosa que ayude a confirmar los propios prejuicios. Cuando el bulo se desmonta públicamente y se demuestra que la noticia es mentira, quienes lo han lanzado jamás se excusan ni lamentan el daño causado. Se hace obvio entonces que ni el daño ni la verdad son importantes, que cualquier medio es válido si sirve al objetivo del descrédito. Por eso es muy perceptible que por debajo de las supuestas razones hay algo parecido al odio.

Otro de los bulos más extendidos es el que afirma que si se facilita cambiar de sexo sin necesidad de diagnóstico médico (la transexualidad no es una enfermedad), ni necesidad de transformar el cuerpo, eso abrirá la puerta a que miríadas de maltratadores o violadores afirmen ser mujeres para librarse así del agravante de violencia de género. ¿De verdad alguien piensa que eso es posible? Tan posible como las denuncias falsas: hay jueces y fiscales y hay delitos de fraude de ley. Pero, sobre todo, cambiarse de sexo no es simplemente afirmar que se es del otro sexo y, misteriosamente, eso produce efectos legales y sociales. Si eso fuera así... ¿por qué las mujeres no deseamos aprovecharnos de esta facilidad declarándonos hombres para evitar, por ejemplo la discriminación salarial o cualquier otra? ¿Es ridículo este argumento? Pues igual que al revés. Cambiarse de sexo implica, entre otras muchas cosas, que el hombre reconvertido en mujer súbitamente por librarse de una condena llevará en adelante un DNI con nombre femenino y sexo “mujer” y con ese DNI tendría que hacer sus trámites, buscar trabajo, identificarse ante la policía, ante el médico, presentarse a un examen, etc. El cambio de sexo es irreversible y opera en todas las instancias sociales. Pero es que, además, aunque estos casos se dieran (que no se dan) esto no sería un argumento para impedir el reconocimiento de derechos a las personas trans. Si hay delincuentes, váyase contra ellos, pero pretender detener el reconocimiento de derechos sobre la base de un posible mal uso de los mismos es una idea terrible.

3. Se montan auténticas campañas de odio basadas cuestiones que ponen en peligro “nuestra” seguridad sexual al estilo de las peores campañas racistas. “¡Van a entrar en los baños/vestuarios de mujeres!” he leído. Para empezar, hace mucho que las personas trans ya entran en los baños/vestuarios de mujeres. El hecho de mencionar esa cuestión como si fuera a ocurrir a partir de un momento determinado sirve para que un asunto que no preocupa a nadie se convierte en un problema que se agranda sin que la racionalidad pueda jugar ningún papel. Es similar a: “¡hay una invasión de inmigrantes!”. Además, trata de crear pánico sexual: “Necesitamos espacios seguros”, dicen. ¿De verdad van a aumentar las violaciones porque las mujeres trans puedan entrar en los baños/vestuarios de mujeres? ¿Es que si un hombre entra en un baño de mujeres (asegurando que es trans) con la intención de violar a una mujer, le va a detener una muñequita en la puerta? ¿O son las trans las violadoras? ¿Por tener un pene funcional? ¿De qué estamos hablando? ¿De verdad tengo que argumentar sobre esto?

4. Relacionado con el anterior, otro discurso, con reminiscencias claramente fantasmáticas, es el de que las mujeres trans con pene funcional, pasan a ser –en la imaginación de algunas– potenciales violadoras por el hecho de tener ese órgano. Como tienen pene y funciona, lo usarán para violar. Más allá de lo dicho sobre los vestuarios, este argumento se usa también para defender que las mujeres trans no pueden ser internadas en cárceles de mujeres porque allí todas las reclusas están en riesgo de ser violadas. En primer lugar, sorprende el repentino interés por los derechos de las mujeres presas, siempre olvidadas. Además, como en el punto 2, hace décadas que las mujeres trans van a cárceles de mujeres, así que no hay nada nuevo. Lo terrible del caso es que se pretende que las mujeres trans cumplan condena en cárceles de hombres, dónde ellas mismas estarían en riesgo mucho más evidente de ser violadas. Este argumento demuestra que para quienes lo defienden, las mujeres trans no son seres humanos iguales en derechos. La suerte de una mujer trans en una cárcel de hombres no les merece una sola reflexión, ni empatía, son menos que humanas. El discurso funciona aquí criminalizando a todo un colectivo a partir de los delitos de una parte ínfima del mismo. Exactamente el mismo mecanismo del racismo o la xenofobia

5. Se dice que las mujeres trans no pueden estar en espacios de mujeres porque no han sido socializadas como mujeres. Aunque eso es así, eso solo las convierte en mujeres diferentes a otras, con una visión del patriarcado desde otro lugar. No es más. Las mujeres con una discapacidad vivimos una socialización muy diferente a la de la mayoría de las mujeres. Es muy difícil imaginar lo que significa crecer, reconocerte como mujer y construirte en una sociedad que pone a las mujeres con discapacidad en el lado de las no-mujeres.

6. Se hacen simplificaciones que finalmente todo el mundo repite y que empobrecen extraordinariamente la teoría feminista. Se confunde teoría queer con una especie de caricatura de la misma que incluso gente formada acaba asumiendo acríticamente. Como sabe cualquiera que me conozca, soy poco entusiasta de la teoría queer... o nada. Sin embargo, la teoría queer no es un bloque compacto y muchas de sus aportaciones han sido malinterpretadas, simplificadas y mal utilizadas. Llamamos teoría queer a un compendio de escritos diversos que no ofrecen siempre una visión unificada y coherente de la misma realidad. La teoría queer no es enemiga del feminismo, algunas de sus aportaciones son muy valiosas y otras muchas, discutibles. Creo que lo más valioso de lo dicho por la teoría queer ya lo dijeron antes feministas radicales, pero en todo caso, se piense lo que se piense de esta teoría, esto no tiene nada que ver con la transexualidad más allá de que la teoría queer la haya pensado intensamente. La teoría queer no hace que las personas trans existan. Estas han existido siempre.

7. Se presenta la relación feminismo/transexualidad como una competición de derechos. Se mencionan, por ejemplo, países que reconocen los derechos trans y no el derecho al aborto. Pero la lucha por los derechos no son los “juegos del hambre”. Los derechos no se reclaman compitiendo con otros derechos y si se hace así, dicha reclamación pierde cualquier legitimidad.

8. Se hace a las personas trans responsables del esencialismo de género. Mujeres que son la misma imagen del estándar de género exigen a personas que necesitan un cambio de documentación para poder simplemente vivir que sacrifiquen sus vidas por la abolición de género (y habría mucho que debatir sobre si es útil políticamente poner la abolición del género al mismo nivel que, por ejemplo, la abolición de la prostitución, lo que supone situar ambas en un futuro más que remoto y en un ámbito casi suprapolítico). Muchas personas trans defienden que si los géneros fuesen más flexibles y no existiese la vigilancia de género sería posible que muchas de ellas se identificasen como hombres femeninos o mujeres masculinas sin necesidad de intervenir sobre sus cuerpos ni sobre su primera adscripción sexual; pero, hoy por hoy, el sistema de género es un sistema muy bien armado que no permite existir en sus márgenes. En realidad, la existencia de la transexualidad lo que hace es confirmar lo que siempre dijo el feminismo, que el género no está ligado al cuerpo. Que estas personas quieran cambiar su sexo legalmente es lo normal teniendo en cuenta que todo el mundo necesita documentos donde se especifique un sexo concordante con su género o, de lo contrario, la vida se convertirá en un infierno. Las personas trans tienen el mismo derecho que cualquiera a tener vidas vivibles.

Estas son solo las cuestiones más evidentes que saltan a la vista y que, ante mi estupefacción, están calando. (Para quien esté interesado en un análisis más profundo puede profundizar en este artículo que escribí hace un tiempo.) Finalmente, quien pretenda defender una teoría emancipadora pisando los derechos de otros/as, no percibiendo el sufrimiento ajeno, deshumanizando, cosificando, esparciendo bulos o convirtiendo la desinformación y la ignorancia en argumentos legítimos, no debería tener espacio en el feminismo. Nada bueno puede crecer desde el ataque a personas vulnerables ni desde el miedo a existencias diferentes. Siento que muchas hemos callado por miedo y tengo amigas que no retuitearán este artículo, aun estando muy de acuerdo con su contenido. Muchas hemos cedido posiciones por miedo: miedo a abrir otro debate irresoluble, miedo a la violencia de las redes, miedo a ser excluida de nuestro grupo de adscripción y a quedarse en tierra de nadie, pero callar cuando crece un discurso de odio nos hace cómplices del mismo. Y ya sabemos cómo acaba esto.

Beatriz Gimeno. Escritora, activista y diputada de Unidos Podemos en la Asamblea de Madrid.

domingo, 30 de diciembre de 2018

#hemeroteca #iglesia #ideologiadeodio | Nuevo mensaje homófobo de Reig Pla en la última misa del año en La 2

Imagen: El Diario / Juan Antonio Reig Pla
Nuevo mensaje homófobo de Reig Pla en la última misa del año en La 2.
"Negar la diferencia sexual y de la importancia de la familia es optar por una sociedad atomizada, de simples individuos", proclamó el obispo de Alcalá, dijo sobre la actual sociedad española. Culpó a la ley del aborto del envejecimiento demográfico en España y del aumento de divorcios, e hizo alusiones xenófobas al referirse a la violencia machista: "La respuesta no está en el debilitamiento de la familia ni mucho menos en el multiculturalismo".
Vertele, El Diario, 2018-12-30
http://vertele.eldiario.es/noticias/Nuevo-mensaje-homofobo-Reig-Pla_0_2081191867.html

‘El día del señor’, el programa católico de La 2, ofreció la misa de la Sagrada Familia en su última entrega del 2018. Lo hizo desde la parroquia de la Purificación de Nuestra Señora de San Fernando de Henares, con la presencia del Obispo Monseñor de Alcalá, Juan Antonio Reig Pla. El clérigo, cuyas homilías retransmitidas le han valido no pocas críticas a TVE en los últimos años, utilizó esta emisión para proyectar sus postulados habituales de corte homófobo, xenófobo y contra los anticonceptivos durante la lectura de su sermón para la ocasión.

"Negar la diferencia sexual y de la importancia de la familia es optar por una sociedad atomizada, de simples individuos", manifestó el párroco durante su predicación, en la que insistió en la "unión amorosa del hombre y la mujer" como única verdad sagrada "por su índole natural", al estar la institución pública "orientada a la procreación y educación de los hijos".

"La sociedad no es simplemente una masa de individuos", dijo, "nace de la diferencia sexual y la procreación". "La razón es la siguiente: dos individuos no diferenciados sexualmente suman sus dos individualidades según sus deseos. Sin embargo, en la diferencia sexual hay una realidad indisponible más allá de los deseos individuales. La complementariedad sexual que da origen a la socialidad como riqueza de patrimonio de la humanidad y la procreación, que da origen a la sociedad y la enriquece con el don de sus hijos". "De ahí", prosiguió, "la malicia de la anticoncepción, que reduce la unión conyugal a los simples deseos de los cónyuges".

Las políticas progresistas, definidas como "cultura de la muerte"
A continuación, Reig Pla pasó a atacar las políticas progresistas, que definió como "cultura de la muerte": "Desgraciadamente España, después de un largo proceso secularizador que está rompiendo los vinculos con dios, con la tradición católica, con la familia y el propio cuerpo, ofrece en estos momentos un panorama que no garantiza el bien común de la sociedad", proclamó.

Responsabilizó entonces a la ley del aborto del envejecimiento demográfico del país y adivirtió de un "invierno demográfico severo": "Desde la primera ley de despenalización del embarazo, más de dos millones de españoles no han llegado a nacer", afirmó, y colocó este hecho como causa directa del aumento de rupturas familiares, citando de nuevo la legislación vigente: "Son ya tres millones los matrimonios desde la primera ley del divorcio".

Además, hizo alusión a la violencia machista. A juicio del obispo, la respuesta contra esta lacra "no está en el debilitamiento de la familia ni menos todavía en el propiciado multiculturalismo", en un comentario abiertamente xenófobo.

Ante ello, se refirió a las familias cristianas como "minorías creativas" y "unidades de resistencia" de la cultura de la vida, una idea similar a la que ya postuló en marzo, cuando habló de un "apartheid" contra el cristianismo también con las cámaras de La 2 como testigos. Finalmente, insistió en "volver a ver la vida como un don de dios", en contraposición a las prácticas anticonceptivas.

RTVE_es mantiene su criticada misa homófoba de 2012
La intervención de Reig Pla está completa en la web de RTVE, dentro de la emisión de este 30 de diciembre. Cabe indicar que no cuenta con subtitulado, opción que acostumbra a ofrecer RTVE.

También sigue manteniéndose en la web de la corporación la misa que celebró el 6 de abril de 2012, que se tradujo en una denuncia contra el obispo que finalmente fue archivada, y en la que vinculó la homosexualidad con la prostitución.

jueves, 27 de diciembre de 2018

#hemeroteca #homofobia #memoria | Hace cuarenta años la homosexualidad dejó de ser delito en España: "Éramos la escoria de la escoria"

Imagen: 20 Minutos / Antoni Ruiz
Hace cuarenta años la homosexualidad dejó de ser delito en España: "Éramos la escoria de la escoria".
Antoni Ruiz fue violado en la cárcel con 17 años. Su único delito era ser homosexual.
Óscar Gutiérrez | 20 Minutos, 2018-12-27
https://www.20minutos.es/noticia/3525273/0/cuarenta-anos-homosexualidad-delito-espana-antoni-ruiz/

El pasado miércoles 26 se cumplieron cuarenta años desde que la homosexualidad dejo de ser delito en España. Entonces, allá por 1978, en los inicios de la democracia española se modificó la ley franquista de Peligrosidad y Rehabilitación Social que supuso que formar parte del colectivo LGBT dejara de ser delito en España. Antoni Ruiz, fue una de las víctimas de esta legislación, con 17 años acabó encarcelado y violado por ser gay.

P. ¿Qué recuerda de ese día, hace cuarenta años, cuando la homosexualidad dejo de ser delito?
R. La alegría, porque aunque yo saliera en el 76, había compañeras que seguían allí. La ley les afectaba y había que ponerles en libertad.

P. ¿Recuerda la salida de esas compañeras que estaban en la cárcel?
R. Claro que la recuerdo. La mayoría no llegaron a ver el matrimonio homosexual o el reconocimiento de que el Estado les pidiera perdón.

P. ¿Qué había supuesto esta ley para el colectivo LGBT durante el franquismo?
R. La represión, palizas y la discriminación absoluta. Nos avocó a hacer trabajos infames como la prostitución como a mis compañeras transexuales. Nos obligó a marcharnos de nuestros pueblos a más de 100 kilómetros. Por ello cuando esta represión fascista, en comunión con la Iglesia acabó, nos dio algo de esperanza.

P. ¿Cómo era la vida para ustedes entonces?
R. Era clandestinidad total, cuando quedamos no lo podía saber nadie aunque había lugares públicos donde antes ligábamos. Era una represión enorme, no hacían más que vigilar a homosexuales entonces.

P. ¿Qué trato tenían dentro de la cárcel cuándo les encarcelaban por su condición sexual?
R. Teníamos el peor trato, éramos la escoria de la escoria. Cuando entraba un homosexual en la prisión, los guardias se encargaban de hacerlo público ante personas que eran asesinos o delincuentes. Era una historia muy amarga. Ahora por suerte ya hablamos sobre ello, pero hay que dejar claro que hay que educar en la igualdad, en el respeto y en la diversidad.

P. ¿Cómo fue su propia experiencia?
R. Me reafirmó en mi homosexualidad, una vez cumplí el año de destierro cuando volví a Valencia, empecé mi activismo, no político, simplemente era porque nos veíamos como seres humanos.

P. Dentro de su activismo llegaron a protagonizar a partir del 77 las primeras marchas del Orgullo a pesar de que estaban prohibidas. ¿Cómo recuerda esos días?
R. Yo participé en la de Barcelona y la de Valencia, que fueron las primeras que se hicieron. Ahí había grandes activistas como Jordi Petit. Fueron días maravillosos, ver a mis compañeras transexuales delante, recibiendo más palos que las mulas y ver compañeros que se retiraban. Coreábamos lemas como "no nos mires, únete" o "libertad". Ahí es cuando vi yo que se estaba germinando algo en España.


60 hombres fueron encarcelados en la Transición por ser homosexuales.
Óscar Gutiérrez | 20 Minutos, 2018-12-27

https://www.20minutos.es/noticia/3526027/0/60-hombres-encarcelados-transicion-homosexuales/

Sesenta personas, todos hombres, fueron encarceladas por ser gais durante la Transición desde 1976 hasta que la homosexualidad dejo de ser delito el 26 de diciembre de 1978, según datos de una tesis universitaria a los que ha tenido acceso 20minutos.

Estos datos suponen apenas un 2,7% del total de 2216 expedientados durante esos años. Entre los delitos que tenían los otros expedientados estaban las drogas, habitualidad criminal y conducción peligrosa pero también ser deficiente mental, vago o vender material pornográfico.

El año 1976 fue el año con más casos de este período con un total de 38 homosexuales expedientados. En 1977 bajó a 16, al siguiente a cuatro, y en el último a dos. De este total de sesenta personas, la inmensa mayoría, 46, estaban solteros en el momento de la detención. Sín embargo, doce estaban casados y dos eran viudos.

#hemeroteca #transfobia | Un chico trans denuncia que un hombre le dio un botellazo en Moncloa

Imagen: El País / Arcópoli en el Orgullo de Madrid
Un chico trans denuncia que un hombre le dio un botellazo en Moncloa.
El Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia registra con este 296 ataques en lo que va de año en la región.
Lucía Franco | El País, 2018-12-27
https://elpais.com/ccaa/2018/12/27/madrid/1545905114_669234.html

La asociación Arcópoli ha denunciado una agresión a M.C.D., joven transexual de 25 años que fue insultado y agredido este miércoles en la glorieta de Príncipe Pío, en el distrito de Moncloa-Aravaca, por un individuo al que no conocía. En 2018, el Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia ha registrado 296 ataques en la región, según los datos provisionales del organismo.

El joven transexual, de 25 años y de Madrid, se encontraba acompañado de un amigo cerca de una parada de autobuses cuando se acercó un hombre de mediana edad y le dijo: "Guapa, dame un cigarro". El joven le respondió que no le feminizase, que era un chico. El desconocido le contesto: "¿Cómo te voy a tratar en masculino, si no tienes polla, a ver sácatela?", acercándose al joven transexual. Fue entonces cuando el individuo cogió una botella que había en un banco cercano a la parada y le golpeó en la cara rompiéndole las gafas. Después, le propinó un puñetazo en la nariz lo que provocó que la víctima cayese al suelo. El agresor acompañó los golpes con insultos: "Eres una tía, no eres un hombre, sácate la polla, demuéstramelo", según la denuncia efectuada en la comisaría del distrito.

“Tristemente, el día que cumplimos 40 años de la legalización del colectivo LGTB en España, volvemos a tener una agresión a una persona por el mero hecho de ser trans. Exigimos el desarrollo de la ley trans de la Comunidad de Madrid y la aprobación de sus reglamentos específicos. Seguimos teniendo un importante fallo en la educación, muchos de los colegios siguen sin querer que se hable de igualdad en las aulas y es imprescindible educar a la población en los valores de respeto y libertad para todas las personas", declara Rubén López, al frente del observatorio madrileño contra la LGTBfobia.

El joven agredido tuvo que ser atendido por sanitarios del Samur-Protección Civil y después acudió a comisaría, acompañado de su amigo y de personal de Arcópoli, para denunciar los hechos."Son agresiones que no están disminuyendo con los años", denuncia López. En 2017, hubo 321 agresiones registradas por el observatorio, "un 34% más que en 2016", apunta el director del observatorio. Las cifras de 2018 parecen menores: 296 ataques. "Pero son cifras provisionales porque aún no se ha cerrado el año", avisa López.

#hemeroteca #homofobia #memoria | 40 años fuera del armario

Imagen: El Periódico de Aragón / Primer Orgullo en Zaragoza, 1998

40 años fuera del armario.
La norma que reprimió durante décadas a este colectivo suponía su encarcelamiento y destierro. España despenalizó la homosexualidad en 1978 tras una reforma de la ley de peligrosidad social.
B. Pérez / D. Chic | El Periódico de Aragón, 2018-12-27
https://www.elperiodicodearagon.com/noticias/temadia/40-anos-fuera-armario_1332801.html

There’s nothing here but flesh and bone. En español: Aquí no hay nada más que carne y hueso. Es uno de los versos de la canción 'Outside' de George Michael, que relata su arresto «por actos obscenos» en 1998, cuando tenía 34 años, en unos baños públicos de Beverly Hills. Un policía encubierto le había tendido una trampa. El cantante, cuya carrera comenzó en los 80, se vio entonces obligado a hacer pública su homosexualidad.

En España, durante la dictadura franquista, la ley de peligrosidad social encarcelaba a cualquier persona que fuera sorprendida intentando establecer contacto homosexual o en algún local frecuentado por gais. Al igual que en EEUU, en España los urinarios públicos eran lugares de gancho para la policía. Esa ley, que durante décadas reprimió dura y sistemáticamente al colectivo LGTBI y que suponía años de encarcelamiento y el posterior destierro, fue reformada el 26 de diciembre de 1978 y eliminó de su articulado el delito de homosexualidad en España. Hoy se cumplen 40 años de aquel momento fundamental en la historia del colectivo: se abría la puerta para salir del armario de la clandestinidad.

«La ley de peligrosidad social fue aprobada en 1954 y sustituía a la de vagos y maleantes. En 1970 pasó a denominarse ley de peligrosidad y rehabilitación social. Es decir, incluyó la paternalista idea de que era posible curar la homosexualidad y rehabilitarnos», explica Jordi Samsó, presidente del Casal Lambda, un centro asociativo de Barcelona que desde 1976 tiene como objetivo la normalización social de la homosexualidad. La primera manifestación LGTBI de España, en las Ramblas de Barcelona en junio de 1977, pedía la derogación de la ley de peligrosidad social, que estuvo especialmente activa en los 50 y 60.

Como relata Armand de Fluvià, iniciador del movimiento gay en España, esta reforma supuso que los homosexuales ya no eran considerados ni «anormales» ni «peligrosos sociales» ni «predelincuentes». «Pasábamos a ser ciudadanos iguales que los demás», dice Fluvià, quien comenzó en la lucha escondido bajo el pseudónimo Roger de Gaimon. En Huelva y Badajoz se encontraban los centros de rehabilitación social donde encerraban a homosexuales y travestis (en aquel momento no existía la palabra transexual) para curarlos con capellanes y psiquiatras. «En los campos de concentración nazis estaba escrito 'El trabajo os hace libres'. Aquí la idea era que el trabajo nos hacía normales. Quienes estaban allí encerrados confeccionaban pelotas de fútbol, sogas para la marina de guerra y parquets». Fluvià estuvo dos veces en una cárcel franquista pero no por homosexual, sino como preso político por estar a favor de una monarquía democrática parlamentaria.

«Los homosexuales fuimos los últimos en salir de las cárceles franquistas. Ocurrió en 1979», recuerda Jordi Samsó. Gais y transexuales no eran presos políticos, simplemente maricones. Por eso la ley de amnistía de 1977 no incluyó al colectivo LGTBI, que no salió de la cárcel hasta febrero de 1979, un mes después de la aparición en el Boletín Oficial del Estado (BOE) de la reforma de la ley de peligrosidad social.

La eliminación del delito de homosexualidad fue un gran paso, pero aún quedaba mucho por hacer. La ley de peligrosidad social no se derogó completamente hasta 1995 y el delito de escándalo público contra las conductas provocadoras (nudismo, exhibicionismo, voyeurismo u homosexualidad) estuvo vigente hasta 1988.

Y mientras tanto pasaban cosas. En los 80 apareció el sida, que añadió un elemento más de estigmatización a un colectivo históricamente discriminado. Al VIH se le conocía como la enfermedad de las tres haches: hemofílicos, heroinómanos y homosexuales. La medicación que convertiría en crónico el sida no aparecería hasta 1998. Por el camino se quedó mucha gente, vinculada o no al activismo.

En Aragón las cosas llevaron un camino más lento. Numerosos homosexuales y transexuales tuvieron que mudarse a ciudades de mayor tamaño, como Madrid o Barcelona porque en sus pueblos no podían exteriorizar sus sentimientos. La primera marcha del Orgullo LGTBI en Zaragoza se convocó en 1998 y acudieron unas 150 personas. «La visibilidad en los 70 y 80 era inexistente», explica el activista Pepe Paz, autor de un documental sobre la memoria del colectivo.

Una de las primeras publicaciones en abordar estas cuestiones fue Andalán, que por esas fechas ya publicó reportajes celebrando la eliminación de la nefasta norma de control franquista.

El 2005 fue un año clave en la historia del colectivo: España se convierte en el cuarto país del mundo en legalizar el matrimonio gay. La semana pasada, las Cortes de Aragón vivieron «un día histórico» con la aprobación de la ley contra la discriminación por razón de orientación sexual e identidad de género.

Pero aún queda mucho por hacer. Paz recuerda que en Aragón solo tres personas han podido acceder a las indemnizaciones por haber sufrido la ley de control social ya que en sus fichas de calabozo las detenciones no figuran como penas de cárcel ni se hace referencia explícita a la homosexualidad.

#hemeroteca #homofobia #memoria | Myriam Amaya: «Aún hay mucha hipocresía»

Imagen: El Periódico de Aragón / Myriam Amaya
«Aún hay mucha hipocresía».
El colectivo LGTBI en Aragón recuerda el «miedo» de unos años en los que sus relaciones se movían entre la clandestinidad y el activismo social.
D. CH. | El Periódico de Aragón, 2018-12-27
https://www.elperiodicodearagon.com/noticias/temadia/aun-hay-mucha-hipocresia_1332800.html

El colectivo LGTBI en Aragón durante los años ochenta se movía entre la clandestinidad y el asociacionismo. La derogación de la ley de peligrosidad social en el 1978 no supuso un cambio radical para unas personas que se habían acostumbrado al miedo, lo furtivo y lo velado, pero al amparo de las primeras manifestaciones celebradas en Barcelona y los vientos de apertura pudieron ir recomponiendo lo que el franquismo destrozó.

Una de las aragonesas que vivió en sus propias carnes este cambio social fue Myriam Amaya. Como persona transexual tuvo que abandonar a su familia durante su juventud para instalarse en Barcelona, el único lugar del Estado en el que podía vivir con relativa tranquilidad. Pero eran tiempos duros. «Lo normal era acabar en el calabozo durante unas noches, allí más que los golpes lo que dolía era el trato vejatorio», recuerda.

Como artista acostumbraba a frecuentar locales nocturnos, en los que las redadas eras habituales. Como era menor de edad las penas a las que la condenaron nunca fueron demasiado elevadas. «En los calabozos ya teníamos una ficha específica en la que nunca usaban nuestro nombre femenino», lamenta.

Amaya estuvo presente en la primera manifestación LGTBI de la ciudad. Cuando acudía a Zaragoza encontraba una capital «escondida» en la que era difícil reconocerse entre iguales, y eso que ella vivía en el barrio del Gancho, en el que la tolerancia era superior al de otras zonas de la ciudad. «Nos teníamos que buscar en garitos como el Ébano o Los siete enanitos», recuerda de aquellos grises años ochenta.

En la actualidad destaca la apertura generalizada, pero denuncia que todavía queda «mucha hipocresía», algo que ha sufrido toda su vida por su condición de transexual a la hora de buscar trabajos de cara al público. «Hace falta avanzar mucho en derechos laborales», indica.

Una de las personas que se movió en los primeros movimientos asociativos de Aragón fue el periodista y activista, Luis Granell. «Antes de la derogación de la conocida como ley de vagos y maleantes el colectivo LGTBI se movía en la clandestinidad, pues la gente no se atrevía a dar ningún paso, siempre se iba con miedo», explica.

Granell estuvo presente cuando la asociación Lesbianas y Gais de Aragón (LYGA) dio sus primeros pasos. «Los bares de ambiente tenían siempre las puertas cerradas, si no conocías a alguien que te acompañara era imposible entrar», señala. Por eso, las agrupaciones que se atrevieron a convocar las primeras concentraciones fueron tan bien recibidas.

Un lugar de encuentro de la comunidad gay de Zaragoza era la barra del bar Las Vegas, en pleno centro. El lenguaje de las miradas era fundamental para intercambiar experiencias. «A pesar de que la situación se estaba normalizando los miedos y los incidentes eran muy habituales, costó mucho cambiar el ambiente que se respiraba», explica.

Doble vida
La doble vida, los encuentros en urinarios, la sordidez de los parques y el inevitable sobresalto (si no iba a más) de una pareja de la Guardia Civil reclamando la documentación. «En 1978 se revocó la ley, pero la condena social se mantuvo durante mucho más tiempo, era algo demencial», narra. Solo hasta que muchos años después a las puertas de la asociación no acudió un joven arropado por sus padres para pedir asesoramiento, no consideró que se había superado esta etapa. «Fue algo muy esperanzador», recuerda.

Entre las lesbianas la situación fue menos traumática, ya que su habitual invisibilidad sirvió para que la norma franquista de peligrosidad social no les prestara tanta atención. «Dos mujeres que vivían juntas o que iban de la mano por la calle no levantaban sospechas», puntualizan.

Las experiencias en la materia también son menos traumáticas en ciudades de menor tamaño, a pesar de la falta de masa social necesaria para formar asociaciones. «Yo no tuve muchos problemas», indica el escritor Ánchel Conte, que en los tiempos de la derogación de la ley vivía en Huesca con su pareja. «Todo el mundo intuía nuestra relación, pero pasó desapercibido», destaca. Sin embargo, algunos de sus conocidos sí que se tuvieron que enfrentar a redadas si se atrevían a romper la «absoluta clandestinidad» a la que estaban obligados.

Cuarenta años después la sociedad ha avanzado. «Aún tenemos que seguir luchando, pues no queremos volver a estar en un gueto», dice Amaya.

#hemeroteca #politica #lgtbifobia | Los diputados de Vox juran "por España" y los de Podemos protestan porque no lo hagan ante el Estatuto.

Imagen: El Español / Teresa Rodríguez
Los diputados de Vox juran "por España" y los de Podemos protestan porque no lo hagan ante el Estatuto.
Adelante Andalucía se ha quejado repetidamente por haber quedado fuera de la Mesa del Parlamento.
Victoria Fernández | El Español, 2018-12-27
https://www.elespanol.com/espana/politica/20181227/diputados-vox-andalucia-juran-espana-podemos-expulsados/363964143_0.html

La legislatura ha echado a andar en Andalucía con la constitución del Parlamento. En un aperitivo de lo que se prevé sean los próximos años, la sesión de jura o promesa de los cargos ha sido bronca.

La nueva presidenta de la cámara autonómica, Marta Bosquet, ha tenido trabajo con las distintas fórmulas de juramento o promesa y con Adelante Andalucía, que se ha quejado repetidamente, hasta quedar al borde de la expulsión de la sala, por quedar excluidos de la Mesa, siendo el único grupo que se ha quedado fuera de este órgano.

La mayoría de los 109 representantes de los andaluces han jurado o prometido sus cargos de la forma reglada, habitual, exceptuando a los 17 de Adelante Andalucía, que lo han hecho por diversos motivos, y los 12 de Vox, que lo han hecho "por España". José Antonio Nieto, del PP, ha jurado por "Andalucía, España y la Constitución".

Teresa Rodríguez, coordinadora de Podemos, ha dicho, mirando a la bancada de Vox, que prometía "defender a las personas más débiles de esta tierra de la cobardía, del racismo, de la xenofobia, de la transfobia, de la homofobia y del machismo".

Para agilizar el procedimiento, Bosquet (Ciudadanos), ha pedido que los parlamentarios hablaran desde sus propios escaños, lo que ha provocado la protesta de Antonio Maíllo, coordinador de IU, que ha considerado esto "muy grave" y una "vulneración de derechos" porque, ha argumentado, ha llegado al Parlamento un grupo que "quiere derogar la autonomía andaluza" -en alusión a Vox- y se les ha permitido no jurar o prometer ante la Constitución y el Estatuto.

El diputado por Jaén de Adelante José Luis Cano ha optado directamente por desobedecer a la presidenta y se ha dirigido a la Cámara desde el estrado.

miércoles, 26 de diciembre de 2018

#hemeroteca #iglesia #homofobia | El Padre Ángel en Telecinco, sobre los curas homófobos: "Esos sí que son malas personas"

Imagen: El Diario / Padre Ángel
El Padre Ángel en Telecinco, sobre los curas homófobos: "Esos sí que son malas personas".
El conocido sacerdote charló con Bertín Osborne sobre sus críticas a la Iglesia y las críticas internas que le realizan por bendecir a parejas homosexuales y bautizar a sus hijos.
Vertele, El Diario, 2018-12-26
http://vertele.eldiario.es/noticias/micasaeslatuya-padre-angel-bertin-telecinco-curas-homofobos-homosexuales_0_1970502936.html

En un momento de su charla, Bertín le preguntó directamente si pensaba que su labor era "conflictiva" de alguna manera, lo que el Padre Ángel negó, explicando: "Yo cuando me entero de alguien, les llamo y les digo que por qué no tomamos un café. Y no quieren venir a tomar café. Son gente que ya tienen prejuzgado algo".

El conductor del programa quiso saber si tenía más detractores dentro de la Iglesia que fuera, y el Padre Ángel asintió: "Sí, los que me critican son los míos, como siempre", añadiendo: "Los otros, primero ni me conocen, y si me conocen y ven que doy una moneda a alguien, pues no te van a insultar".

Intentando explicar por qué las críticas llegan desde dentro de la Iglesia, el Padre Ángel añadió: "Los míos lo hacen porque yo creo que me quieren demasiado. Y a veces es mejor que no me quieran tanto".

Sobre sus críticas a la Iglesia
A continuación, recordó que "yo no he criticado, que yo sepa, a nadie de ellos porque hagan una cosa u otra. Y es lo que les digo. Hay que ser tolerante, hay que saber dialogar. Muchos no saben dialogar, muchos están con el decreto ahí encima. Pero yo soy disciplinado".

El Padre Ángel también enmarcó sus críticas a la Iglesia: "Los políticos tienen voto de disciplina, y yo les digo: yo tengo voto y juramento de obedecer a la Iglesia, y la obedezco, pero también puedo decirle cosas que no me gustan. Pero eso no lo entiende la gente".

"Hay algunos que lo que les gusta es maldecir"
Bertín y el Padre Ángel hablaron de algunas de esas polémicas, y a raíz de bendecir animales en San Antón, ambos llegaron a una de las principales, como es que el Padre Ángel bendiga a parejas homosexuales.

Al respecto, el párroco lamentó que "hay algunos que lo que les gusta es maldecir, esos sí que son malas personas. El que maldice o los manda al infierno en sus homilías o en sus escritos, esos no tienen sentido común". Cabe recordar la criticada misa que el Obispo Monseñor Juan Antonio Reig Pla celebró el 6 de abril de 2012, con las cámaras de La 2 como testigo emitida en 'El Día del Señor', en la que vinculó la homosexualidad con la prostitución y dijo que la mujer que aborta "se ha destruido a sí misma".

Además, el Padre Ángel avanzó que seguirá bautizando a los hijos de parejas de gays y lesbianas: "y si no les puedo bautizar, bendiciendo, que eso no hay nadie que me lo pueda quitar".

Ha rechazado dar el salto a la política
Aunque su fama es notable y su labor le hace estar en continuo contacto con políticos, el Padre Ángel le explicó a Bertín que nunca ha querido dar el salto a la política.

Según él, "se puede hacer más siendo cura que político. Es mucho más bonito", aunque sí que reconoció que a veces le gustaría estar entre los diputados para decirles, por ejemplo, que "lo que estáis haciendo con los refugiados es una vergüenza".

Lo que sí confesó es que no le importaría tener un cargo de más responsabilidad y jerarquía en la Iglesia, por una simple razón: "Un obispo puede hacer más que un cura".

#hemeroteca #homofobia | Misha Tumasov: “En Rusia ahora está de moda ser homófobo”

Imagen: El País / Misha Tumasov
Misha Tumasov: “En Rusia ahora está de moda ser homófobo”.
El presidente de la asociación LGTBI más grande de Rusia afirma que los ataques a homosexuales han crecido un 30% el último año.
Julio Núñez | El País, 2018-12-26
https://elpais.com/sociedad/2018/11/22/actualidad/1542909629_840073.html

Para Misha Tumasov (Astracán, Rusia, 1975) ser activista nace en “la naturaleza de uno mismo”, como también sucede con la condición sexual, y que quien lo es no deja de serlo aunque esté en riesgo su vida.

“En Rusia, los activistas tenemos problemas, pero no solo los LGTBI, también todos los que luchan para que se cumplan los derechos humanos”, cuenta Tumasov, presidente de Russian LGBT Network, la organización de lesbianas, gais, bisexuales y transexuales más grande de Rusia. Desde que en 2013 el Gobierno del presidente Vladimir Putin aprobó la ley de antipropaganda homosexual —una norma que condena con multas y penas de cárcel la difusión de cualquier tipo de información o promoción LGTBI a menores de edad—, la situación de dichos colectivos ha empeorado, relata este activista. Razón por la que, de la mano de la asociación The Equality Advocacy Project, ha visitado España para concienciar a otros países de la situación que están viviendo miles de personas en Rusia. Muchas de ellas, detalla, se están viendo obligados a exiliarse por este motivo.

“En Rusia está de moda ser homófobo. El año pasado las agresiones homófobas crecieron un 30%. De media, dos personas sufren una agresión al día, pero no son cifras reales, ya que solo una pequeña minoría es la que denuncia”, explica Tumasov. Habla por experiencia propia. Hace seis años le pegaron una paliza que le llevó a estar hospitalizado varios días.

El problema, en su opinión, no solo es social, sino político. “Hay bandas organizadas intentando encontrar a gente homosexual para amenazarla y pegarle. El Gobierno no solo no hace nada, sino que se sigue negando a investigarlo”, denuncia el activista.

La legislación vigente en Rusia prohíbe a las personas LGTBI mostrarse públicamente como modelos positivos frente a los menores. De hacerlo, pueden ser acusados de estar fomentando la homosexualidad en menores. “En la calle, no puedes entregar ni un panfleto explicando qué es una persona LGTB. Por ejemplo, cuando se estrenó en cines 'Bohemian Rapsody' [película basada en la vida del músico homosexual Freddie Mercury] el Gobierno la ha calificado para mayores de 18 años y se han dado casos de que varios padres han ido con sus hijos de 14 años al cine y los han echado de la sala”.

Medios controlados
Pese a que en Rusia las personas LGTBI pueden crear asociaciones, la legislación “les pone trabas” a la hora de abrir una cuenta en un banco o hacer ingresos desde el extranjero, lo que limita las donaciones. Tumasov asegura que la mayoría de los medios de comunicación los controla el Estado, “lo que ha hecho que muchos activistas se nieguen a participar en ellos”. No obstante, el presidente de Russian LGTB Network afirma que existe un pequeño grupo de medios independientes, que, pese a la actual ley, explican lo que está pasando.

“Hace dos meses, 15 países —España no se encontraba entre ellos— pidieron explicaciones a Moscú por la violación de los derechos humanos a personas LGTBI. Y hace solo unos días el Gobierno aseguró que no había recibido ninguna petición. Es muy raro. Si no tiene constancia o es que no es muy competente o miente”, dice sobre el Ejecutivo de Putin.

Una "sociedad ignorante"
La organización que preside Tumasov está formada por 30 subgrupos que trabajan en el ámbito nacional y local. Ofrecen ayuda psicológica y legal gratis a personas LGTB. Tienen un teléfono y un chat abierto las 24 horas para que quienes sufran una agresión puedan pedir ayuda. “Es muy difícil porque en Rusia conviven ocho franjas horarias distintas”, explica. Cada año, la organización realiza un foro donde se reúnen todas las asociaciones de este colectivo del país. “Es muy inspirador. La gente habla, cuenta sus experiencias y se les informa”. También se invita a otras ONG —este año ha ido Cruz Roja— para realizar un espacio de trabajo común que alcance a todo el mundo.

Pese a la línea del Gobierno de Putin y el ambiente social antihomosexual en Rusia, Tumasov dice que, finalmente, habrá luz al final del túnel. No obstante, asegura, no se trata de una transformación rápida, sino una estrategia a largo plazo. “En mi opinión, el cambio no será en la próxima década, pero finalmente sucederá, porque la sociedad rusa no es homófoba sino ignorante”.

#hemeroteca #homofobia #memoria | Se cumplen 40 años sin el delito de homosexualidad

Imagen: Diario16 / Manifestación por la Liberación Homosexual en Barcelona, 1977-06-26
Se cumplen 40 años sin el delito de homosexualidad.
El 26 de diciembre de 1978 se eliminó los artículos de la ley de peligrosidad social, que suponían encarcelamiento y el posterior destierro al movimiento LGTBI.
Agustín Millán | Diario16, 2018-12-26
http://diario16.com/se-cumplen-40-anos-sin-delito-homosexualidad/

Se cumplen cuarenta años de la España, que encarcelaba a las persona que fuera sorprendidas intentando establecer un contacto homosexual. La ley de peligrosidad social que reprimió sistemáticamente al colectivo LGTBI, suponía duros años de encarcelamiento y el posterior destierro. El 26 de diciembre de 1978 se reformó, ya con la Constitución aprobada, y desapareció de su articulado el delito de homosexualidad.

La ley sobre peligrosidad y rehabilitación social, era una ley que se encontraba dentro del ordenamiento penal español. Fue aprobada por el régimen franquista el 5 de agosto de 1970. ​ Sustituía principalmente a la Ley de vagos y maleantes para el control de todos los elementos considerados antisociales.

Esta ley junto a la de «escándalo público» fue usada de forma sistemática para la represión de la homosexualidad y la transexualidad en la última parte de la dictadura franquista. Tras la muerte de Franco, la amnistía de 1976 no incluyó a ninguno de los considerados “peligrosos sociales”.

La lucha de los colectivos homosexuales se centró entonces en conseguir la modificación de la ley sobre el escándalo público, consiguiéndolo en 1983, y siendo su derogación en 1989. La ley de peligrosidad social fue derogada completamente el 23 de noviembre de 1995.

Fue un martes 26 de diciembre de 1978, cuando el Gobierno de Adolfo Suárez puso fin a la ilegalidad de la homosexualidad en España. En el debate parlamentario reformada con el apoyo de 286 diputados y seis abstenciones.

“Serán declarados en estado peligroso, y se les aplicarán las correspondientes medidas de seguridad y rehabilitación, los que realicen actos de homosexualidad”. Así se podía leer en 1970, en el articulado de la ley sobre Peligrosidad y Rehabilitación Social. Pretendía “corregir los defectos observados en el sistema”, entre ellos “el primordial compromiso de reeducar y rescatar al hombre para la más plena vida social”. Así se expresaba la ‘viril’ dictadura franquista.

La norma pretendía sustituir a la ley de Vagos y Maleantes impulsada por consenso durante la II República (pero solo para “el control de mendigos, rufianes sin oficio conocido y proxenetas”) y que el 15 de julio de 1954, se modificó para perseguir y castigar “cualquier práctica homosexual y que fue usada de forma sistemática para la represión de la homosexualidad y la transexualidad en la última etapa de la dictadura franquista. Se establecía penas que iban desde multas o penas de cinco años de internamiento en cárceles o centros psiquiátricos para su “rehabilitación”.

Los denominados “peligrosos” eran tratados en la ley como “enfermos a quienes no se debe perdonar, sino curar”. Esto hizo que las personas homosexuales no sólo fueran perseguidas y reprimidas, sino que también fueron encarceladas como “método de prevención del contagio”.

Los homosexuales y no digamos ya las lesbianas o los transexuales, no sólo eran sometidos al escarnio social en centros psiquiátricos o prisiones, sino que “no podían reintegrarse en la sociedad hasta que no se hubiera evaluado su curación”, y con ello no podían beneficiarse de indultos, amnistías, redención de penas o libertad condicional.

La dictadura Franquista española catalogaba a las personas condenadas en “invertidos sexuales” genuinos congénitos (o de nacimiento ) o en ocasionales (o viciosos). En los centros penitenciarios de Badajoz o Huelva donde eran recluidos, se pretendía “reconducir la orientación sexual de los presos mediante lo que se denominó terapia de aversión: en la que tras estímulos homosexuales se daban descargas eléctricas, que cesaban cuando había estímulos heterosexuales”.

Este marco legal que permitió durante décadas en España, marginar, discriminar, ofender, acobardar, perseguir, desterrar, torturar, condenar y encarcelar a los homosexuales, lesbianas, transexuales y bisexuales.

El pleno del 26 de diciembre de 1978, donde se eliminó la homosexualidad como delito, aunque la ley no fue derogada completamente hasta el 23 de noviembre de 1995, fue breve porque los diputados retiraron las enmiendas a la ley después de que el Gobierno de Suárez confirmase que iba a eliminar los artículos más polémicos. En el debate no se hizo ninguna alusión a la homosexualidad.

Veintitrés años después de aquel martes de diciembre, en junio de 2005, el Congreso de los Diputados hacía posible la aprobación de la Ley 13/2005, que convirtió a España en el tercer país del mundo en dar luz verde al matrimonio homosexual, después de Holanda y Bélgica.

Las Memorias de la Fiscalía del Tribunal Supremo (1970-1979) revelan la existencia de más de 58.000 expedientes y más de 21.000 sentencias condenatorias para todo el conjunto de tipos de peligrosos sociales. Si se extrapolan a la totalidad los datos disponibles de los Juzgados de Peligrosidad de Madrid entre 1974 y 1975, donde alrededor de un 6 por ciento de los expedientes fueron por homosexualidad y un 5 por ciento se resolvieron con condenas, estaríamos hablando de unos 3.600 expedientes por homosexualidad entre 1970 y 1979, y unos 1.000 condenados en este mismo periodo sin garantías y sin delito.