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| Imagen: El País / La bandera arcoíris en el Ayuntamiento de Madrid |
Una enseña arcoíris, con más de 112.000 lazos de colores colocados por los ciudadanos luce en el Ayuntamiento por el World Pride.
Amara Santos | El País, 2017-06-26
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2017/06/22/madrid/1498133233_652676.html
Más de 112.000 personas, de diversas nacionalidades y condiciones sexuales, han aportado su grano de arena para elaborar la bandera arcoíris que desde la mañana de ayer luce en el Palacio de Cibeles. Durante un mes —del 4 de mayo al 5 de junio— todos ellos acudieron al espacio cultural CentroCentro para poner lazos de colores sobre una malla y tejer así la bandera que ondea en el centro de la capital. La primera vez que el Consistorio lució la bandera que representa al colectivo LGTBIQ fue en 2015, con Manuela Carmena (Ahora Madrid) al frente de la alcaldía. A pesar de que Madrid es una referencia global con respecto al Orgullo, los exalcaldes Alberto Ruíz Gallardón y Ana Botella (ambos del PP) no tuvieron ese gesto con el colectivo. En 2015, la Comunidad, gobernada por Cristina Cifuentes (PP) también izó su bandera. Al acto de ayer, acudió la propia Carmena que considera la bandera un “símbolo del orgullo que siente Madrid por acoger este evento mundial”.
“En la elaboración ha colaborado gente que no se conocía de nada y entre los que se establecían conversaciones dispares. Vinieron desde militares, hasta una mujer que trabaja de empleada doméstica en una casa y utilizaba los domingos para ayudar a poner lazos”, explica una portavoz municipal. Para confeccionar la bandera se han utilizado 3,5 kilómetros de cinta por cada uno de los colores que la integran (rojo, naranja, amarillo, verde, azul, morado). En total son 72 metros cuadrados —12 metros de ancho por 6 de ancho— para los que se han utilizado 21 kilómetros de tela de los que han salido los más de 100.000 lazos de 20 centímetros cada uno.
“Vine a ayudar y a contribuir para que el arcoíris del Orgullo brillara como se merece”, dice Rodrigo Henríquez, que es homosexual y asociado al colectivo gay COGAM. Henríquez cuenta que durante varios fines de semana acudió más de ocho veces a ayudar a tejer el paño: “He debido de colgar más de 1.000 lazos”. Natural de un pueblo pequeño de Castilla y León, su interés por colaborar con esta acción despertó gracias a la actividad de alcaldesa Manuela Carmena en sus redes sociales.
Miguel, un jubilado de 62 años heterosexual, dice que ha querido ayudar a hacer la bandera porque la considera “un símbolo positivo, que ayuda a dar visibilidad a todo el mundo y evita el rechazo”. El madrileño admite que se enteró del proyecto porque sigue al Ayuntamiento de la capital en Facebook y asegura que en los más de 10 días que fue a CentroCentro puso cientos de lazos. Además, apoya que en la capital se celebre el World Pride porque, opina, “es una buena manera dar la bienvenida a Madrid a los turistas de todo el mundo”.
El pensionista comenta que lo más bonito de haber formado parte del proyecto es la cantidad de gente diferente que ha tenido la oportunidad de conocer: “Estuve poniendo lazos con dos señoras japonesas, un médico especializado en dopaje, gente de Sudamérica e incluso una abuela que vino a colaborar con dos de sus nietos”, enumera. “Fue una experiencia bonita”, añade. Ahora, todo el trabajo de los voluntarios luce en la fachada del Ayuntamiento de Madrid.
“En la elaboración ha colaborado gente que no se conocía de nada y entre los que se establecían conversaciones dispares. Vinieron desde militares, hasta una mujer que trabaja de empleada doméstica en una casa y utilizaba los domingos para ayudar a poner lazos”, explica una portavoz municipal. Para confeccionar la bandera se han utilizado 3,5 kilómetros de cinta por cada uno de los colores que la integran (rojo, naranja, amarillo, verde, azul, morado). En total son 72 metros cuadrados —12 metros de ancho por 6 de ancho— para los que se han utilizado 21 kilómetros de tela de los que han salido los más de 100.000 lazos de 20 centímetros cada uno.
“Vine a ayudar y a contribuir para que el arcoíris del Orgullo brillara como se merece”, dice Rodrigo Henríquez, que es homosexual y asociado al colectivo gay COGAM. Henríquez cuenta que durante varios fines de semana acudió más de ocho veces a ayudar a tejer el paño: “He debido de colgar más de 1.000 lazos”. Natural de un pueblo pequeño de Castilla y León, su interés por colaborar con esta acción despertó gracias a la actividad de alcaldesa Manuela Carmena en sus redes sociales.
Miguel, un jubilado de 62 años heterosexual, dice que ha querido ayudar a hacer la bandera porque la considera “un símbolo positivo, que ayuda a dar visibilidad a todo el mundo y evita el rechazo”. El madrileño admite que se enteró del proyecto porque sigue al Ayuntamiento de la capital en Facebook y asegura que en los más de 10 días que fue a CentroCentro puso cientos de lazos. Además, apoya que en la capital se celebre el World Pride porque, opina, “es una buena manera dar la bienvenida a Madrid a los turistas de todo el mundo”.
El pensionista comenta que lo más bonito de haber formado parte del proyecto es la cantidad de gente diferente que ha tenido la oportunidad de conocer: “Estuve poniendo lazos con dos señoras japonesas, un médico especializado en dopaje, gente de Sudamérica e incluso una abuela que vino a colaborar con dos de sus nietos”, enumera. “Fue una experiencia bonita”, añade. Ahora, todo el trabajo de los voluntarios luce en la fachada del Ayuntamiento de Madrid.
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