Imagen: El Español |
“El de Madrid es un Orgullo puramente comercial. Responde a intereses mercantiles y cualquier otro planteamiento sobra”, dice Esteban Benito, presidente de la Asociación de Vecinos de Chueca.
Alberto Payo | El Español, 2017-06-24
http://www.elespanol.com/social/20170623/225978062_0.html
Este año el Orgullo Gay se celebra a lo grande. Madrid alberga al mismo tiempo el EuroPride y el WorldPride. En total son 10 días de fiesta (el doble que el año pasado), con una asistencia prevista a la ciudad de dos millones y medio de personas de todo el mundo. Además de la agenda programada en Chueca y el centro de la capital, habrá actividades en otros 11 distritos. La apertura hacia el exterior ha hecho que se incluyan propuestas alternativas.
En esta ocasión se ha habilitado una zona especial conocida como World Pride Park en Madrid Río, que albergará una vertiente más cultural y divulgativa del evento. Este área contará con actividades culturales como música, danza o teatro, habrá una feria del libro, una feria de artesanía y un escenario en el que además de actuaciones se impartirán seminarios, talleres y mesas redondas. El World Pride Madrid 2017 también incluirá un programa formado por tres festivales -Muestra.t, La Culta y La Oculta-, con teatro, cine, fotografía, literatura y arte para todas las edades, además de una conferencia mundial de Derechos Humanos que se celebrará en el campus de Cantoblanco de la Universidad Autónoma de Madrid dentro del Madrid Summit, entre otras actividades.
Algunos colectivos llevaban pidiendo durante un tiempo un enfoque diferente del Orgullo, más alejado de su imagen frívola y ‘carnal’. En este sentido, parecen haber surgido otro tipo de eventos que intentan adecuarse a esta orientación. A principios de junio se celebró en Arona (Tenerife) el ARN Culture & Business Pride, un congreso con el lema “otra forma de amar, otra forma de orgullo”. “Un 'pride' diferente que se centra en la fuerza de cambio que han generado muchos de sus miembros en la actualidad y a través de la historia”, según describen en su página web. Durante seis días, políticos, escritores, empresarios, artistas y periodistas pudieron debatir y “crear unas bases de cultura y negocio ligadas al mundo que rodea a las personas LGBTIQ”.
Los organizadores del ARN Culture & Business Pride -con los que hemos intentado hablar en El Español sin haber obtenido respuesta hasta el momento- concedían hace unos días una entrevista al diario 'El Mundo' en la que contaban que su “'pride' exigente” se dirige a “un perfil LGBT que va más allá del ambiente festivo, que busca un entorno relajado”. Afirmaban que el tipo de público que ha acudido estaba más interesado en “aprender, hacer networking y conocer experiencias profesionales de referentes en muchos ámbitos”.
Un gran negocio
¿Debe ser este evento un espejo sobre el que se tiene que mirar el Orgullo en el futuro? ¿Es hora de que vaya desterrando poco a poco la vertiente más lúdica y adopte un tono más serio? “El de Madrid es un Orgullo puramente comercial. Responde a intereses mercantiles y cualquier otro planteamiento sobra”, asegura Esteban Benito, portavoz de la Asociación de Vecinos de Chueca. “Es decir, lo organiza una asociación de empresarios y en su mayoría son empresarios que gestionan ocio nocturno, bares y discotecas, negocios de alcohol. Con esa premisa es obvio que sobra esa premisa de si es un Orgullo cultural, reivindicativo”, señala. Para Benito se trata de “un puro negocio, desde el primer hasta el último euro. El beneficio lo que condiciona cualquier organización o planteamiento de base de cara a este evento”.
La Confederación de Comercio de Madrid (Cocem) calcula que los comercios de la Comunidad facturarán unos 300 millones de euros en los días en los que transcurrirá el World Pride 2017, de los cuales los principales beneficiados serán el comercio textil y de complementos, ocio nocturno y espectáculos, joyerías, peletería y calzado, electrodomésticos, floristería y alimentación.
¿Qué le falta al 'pride' madrileño? El representante de la Asociación de Vecinos de Chueca lo tiene claro. “Al Orgullo Gay le falta una mayor integración en el conjunto de la ciudad, es decir, que la ciudadanía no se sienta expulsada ni sienta que es algo accidental porque se pone la ciudad patas arriba simplemente para manifestar unas reivindicaciones o la visibilidad”, critica. Además, Benito asegura que lo que realmente le sobra a estas jornadas son “mucho alcohol y muchas drogas” y sugiere que sería necesario un mayor equilibrio entre la parte reivindicativa, “con seriedad y con respeto” y la fiesta. “Todo es lúdico, lúdico y lúdico y lo otro prácticamente es una excusa para hacer un fiestón”, matiza.
"Un puro decorado para hacer negocio"
El representante vecinal se lamenta de que, tal y como está planteado el evento, convierte al barrio de Chueca en “un puro decorado para hacer un negocio de alcohol bastante bestia y desagradable durante un montón de días, expulsando a su gente y exportando la imagen de que nuestro barrio es un barrio en el que toda vale”. Para Benito lo peor de todo es que “eso se traslada al conjunto de días del año”. Además, subraya que Chueca “no es el espacio adecuado para una concentración masiva de personas que lo único que hacen es un megafiestón”. El portavoz insiste en que en términos de seguridad, limpieza o medio ambiente “sería mucho más manejable hacerlo en un espacio apartado de la ciudad”.
Por último, Benito cree que no se trata de un evento integrador al que puedan acudir todo tipo de personas. “Está concebido básicamente para un perfil concreto de personas, incluso dentro del colectivo LGBT. Hay gente que la oferta de actividades y el reclamo para atraer gente que hay detrás no le llega”, sentencia.
En esta ocasión se ha habilitado una zona especial conocida como World Pride Park en Madrid Río, que albergará una vertiente más cultural y divulgativa del evento. Este área contará con actividades culturales como música, danza o teatro, habrá una feria del libro, una feria de artesanía y un escenario en el que además de actuaciones se impartirán seminarios, talleres y mesas redondas. El World Pride Madrid 2017 también incluirá un programa formado por tres festivales -Muestra.t, La Culta y La Oculta-, con teatro, cine, fotografía, literatura y arte para todas las edades, además de una conferencia mundial de Derechos Humanos que se celebrará en el campus de Cantoblanco de la Universidad Autónoma de Madrid dentro del Madrid Summit, entre otras actividades.
Algunos colectivos llevaban pidiendo durante un tiempo un enfoque diferente del Orgullo, más alejado de su imagen frívola y ‘carnal’. En este sentido, parecen haber surgido otro tipo de eventos que intentan adecuarse a esta orientación. A principios de junio se celebró en Arona (Tenerife) el ARN Culture & Business Pride, un congreso con el lema “otra forma de amar, otra forma de orgullo”. “Un 'pride' diferente que se centra en la fuerza de cambio que han generado muchos de sus miembros en la actualidad y a través de la historia”, según describen en su página web. Durante seis días, políticos, escritores, empresarios, artistas y periodistas pudieron debatir y “crear unas bases de cultura y negocio ligadas al mundo que rodea a las personas LGBTIQ”.
Los organizadores del ARN Culture & Business Pride -con los que hemos intentado hablar en El Español sin haber obtenido respuesta hasta el momento- concedían hace unos días una entrevista al diario 'El Mundo' en la que contaban que su “'pride' exigente” se dirige a “un perfil LGBT que va más allá del ambiente festivo, que busca un entorno relajado”. Afirmaban que el tipo de público que ha acudido estaba más interesado en “aprender, hacer networking y conocer experiencias profesionales de referentes en muchos ámbitos”.
Un gran negocio
¿Debe ser este evento un espejo sobre el que se tiene que mirar el Orgullo en el futuro? ¿Es hora de que vaya desterrando poco a poco la vertiente más lúdica y adopte un tono más serio? “El de Madrid es un Orgullo puramente comercial. Responde a intereses mercantiles y cualquier otro planteamiento sobra”, asegura Esteban Benito, portavoz de la Asociación de Vecinos de Chueca. “Es decir, lo organiza una asociación de empresarios y en su mayoría son empresarios que gestionan ocio nocturno, bares y discotecas, negocios de alcohol. Con esa premisa es obvio que sobra esa premisa de si es un Orgullo cultural, reivindicativo”, señala. Para Benito se trata de “un puro negocio, desde el primer hasta el último euro. El beneficio lo que condiciona cualquier organización o planteamiento de base de cara a este evento”.
La Confederación de Comercio de Madrid (Cocem) calcula que los comercios de la Comunidad facturarán unos 300 millones de euros en los días en los que transcurrirá el World Pride 2017, de los cuales los principales beneficiados serán el comercio textil y de complementos, ocio nocturno y espectáculos, joyerías, peletería y calzado, electrodomésticos, floristería y alimentación.
¿Qué le falta al 'pride' madrileño? El representante de la Asociación de Vecinos de Chueca lo tiene claro. “Al Orgullo Gay le falta una mayor integración en el conjunto de la ciudad, es decir, que la ciudadanía no se sienta expulsada ni sienta que es algo accidental porque se pone la ciudad patas arriba simplemente para manifestar unas reivindicaciones o la visibilidad”, critica. Además, Benito asegura que lo que realmente le sobra a estas jornadas son “mucho alcohol y muchas drogas” y sugiere que sería necesario un mayor equilibrio entre la parte reivindicativa, “con seriedad y con respeto” y la fiesta. “Todo es lúdico, lúdico y lúdico y lo otro prácticamente es una excusa para hacer un fiestón”, matiza.
"Un puro decorado para hacer negocio"
El representante vecinal se lamenta de que, tal y como está planteado el evento, convierte al barrio de Chueca en “un puro decorado para hacer un negocio de alcohol bastante bestia y desagradable durante un montón de días, expulsando a su gente y exportando la imagen de que nuestro barrio es un barrio en el que toda vale”. Para Benito lo peor de todo es que “eso se traslada al conjunto de días del año”. Además, subraya que Chueca “no es el espacio adecuado para una concentración masiva de personas que lo único que hacen es un megafiestón”. El portavoz insiste en que en términos de seguridad, limpieza o medio ambiente “sería mucho más manejable hacerlo en un espacio apartado de la ciudad”.
Por último, Benito cree que no se trata de un evento integrador al que puedan acudir todo tipo de personas. “Está concebido básicamente para un perfil concreto de personas, incluso dentro del colectivo LGBT. Hay gente que la oferta de actividades y el reclamo para atraer gente que hay detrás no le llega”, sentencia.
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