Imagen: El Confidencial / Marcha LGTBI en Hong Kong en 2018 |
El Parlamento de Taiwán —un territorio enfrentado a China y que esta última reclama como suyo— aprobó el pasado mayo un proyecto de ley que legalizaba las uniones gais.
J. Corbacho | El Confidencial, 2019-08-21
https://www.elconfidencial.com/mundo/2019-08-21/china-matrimonio-gay-homosexual-lgtb_2187171/
China no permitirá, por el momento, el matrimonio entre personas del mismo sexo. El portavoz de la comisión de Asuntos Legales del parlamento del país asiático, Zang Tiewei, ha reiterado este miércoles que la postura del gobierno de Pekín es contraria a las uniones civiles entre homosexuales.
La legislación de la República Popular solo permite las bodas entre un hombre y una mujer y "esa regla se ajusta a nuestra condición nacional y a nuestras tradiciones históricas y culturales", declaró el responsable.
El Parlamento de Taiwán —un territorio enfrentado a China y que esta última reclama como suyo— aprobó el pasado mayo, por 66 votos a favor y 27 en contra, un proyecto de ley que legalizaba las uniones gais, convirtiéndose en el primer país del continente con una legislación favorable a las bodas entre personas del mismo sexo. La propuesta contaba, además, con el apoyo de los colectivos LGTB y reconocía, aunque de forma limitada, el derecho a la adopción.
No obstante, en un referéndum celebrado en noviembre de 2018, en torno a dos tercios de la población de la isla autogobernada habían votado en contra de permitir las bodas gais. Pero el fallo, un año antes, de la Corte Constitucional taiwanesa, que urgía a eliminar la prohibición, allanó el camino a las uniones entre personas gais.
Sin embargo, este aperturismo no cuaja en el gigante asiático, que reitera —en lo que podría considerarse una alusión a las políticas taiwanesas— que su veto a las uniones civiles entre parejas homosexuales responde a la naturaleza cultural e histórica propia de China. "Hasta donde yo sé, la gran mayoría de los países del mundo no reconoce la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo", expuso este miércoles Tiewei.
Pekín no eliminó hasta 2001 la homosexualidad de su lista de enfermedades, que también era considerada un delito hasta 1997. La Asociación Americana de Psiquiatría, una de las instituciones más relevantes en el ámbito de la salud psíquica, la había borrado de su 'Manual de Diagnóstico de los trastornos mentales' en 1973.
No obstante, el estigma y el rechazo sigue existiendo en el país. Un informe de Human Rights Watch denunció en 2017 la existencia de 'terapias' de electroshocks para 'curar' la homosexualidad, una "extendida práctica pseudocientífica que se lleva a cabo en hospitales públicos y en clínicas aprobadas por el gobierno".
A lo largo de este siglo, agunas propuestas encaminadas a legalizar el matrimonio igualitario se han presentado en el parlamento chino, aunque no han dado sus frutos al no conseguir la mayoría necesaria para tramitarse.
Pero eso no ha impedido que se desarrolle un movimiento LGTB en el país, que, por ejemplo, tumbó en 2018 el veto de Weibo —el Twitter chino, con casi 400 millones de usuarios activos— al contenido "pornográfico u homosexual". Algunas parejas han celebrado incluso 'uniones simbólicas' tras ser rechazadas en los registros administrativos.
Cada año, en la ciudad china de Hong Kong se celebra el desfile del Orgullo Gay, en el que la excolonia británica, que goza de cierta autonomía frente a Pekín, reclama tolencia a la diversidad sexual.
En el resto del mundo
El matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en 30 países —la ONU reconoce 193 naciones y dos Estados observadores— y en otros 12, se permiten las bodas gais con derechos similares a los de las uniones de un hombre y una mujer.
Europa es el continente más aperturista, con 16 legislaciones —España, Holanda, Portugal, Alemania, Austria, Malta, Finlandia, Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Francia, Bélgica, Islandia, Irlanda, Luxemburgo y Noruega— que lo reconocen de forma efectiva y otros países, como Italia o Suiza, que conceden derechos similares al matrimonio, aunque sin esta denominación.
La legislación de la República Popular solo permite las bodas entre un hombre y una mujer y "esa regla se ajusta a nuestra condición nacional y a nuestras tradiciones históricas y culturales", declaró el responsable.
El Parlamento de Taiwán —un territorio enfrentado a China y que esta última reclama como suyo— aprobó el pasado mayo, por 66 votos a favor y 27 en contra, un proyecto de ley que legalizaba las uniones gais, convirtiéndose en el primer país del continente con una legislación favorable a las bodas entre personas del mismo sexo. La propuesta contaba, además, con el apoyo de los colectivos LGTB y reconocía, aunque de forma limitada, el derecho a la adopción.
No obstante, en un referéndum celebrado en noviembre de 2018, en torno a dos tercios de la población de la isla autogobernada habían votado en contra de permitir las bodas gais. Pero el fallo, un año antes, de la Corte Constitucional taiwanesa, que urgía a eliminar la prohibición, allanó el camino a las uniones entre personas gais.
Sin embargo, este aperturismo no cuaja en el gigante asiático, que reitera —en lo que podría considerarse una alusión a las políticas taiwanesas— que su veto a las uniones civiles entre parejas homosexuales responde a la naturaleza cultural e histórica propia de China. "Hasta donde yo sé, la gran mayoría de los países del mundo no reconoce la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo", expuso este miércoles Tiewei.
Pekín no eliminó hasta 2001 la homosexualidad de su lista de enfermedades, que también era considerada un delito hasta 1997. La Asociación Americana de Psiquiatría, una de las instituciones más relevantes en el ámbito de la salud psíquica, la había borrado de su 'Manual de Diagnóstico de los trastornos mentales' en 1973.
No obstante, el estigma y el rechazo sigue existiendo en el país. Un informe de Human Rights Watch denunció en 2017 la existencia de 'terapias' de electroshocks para 'curar' la homosexualidad, una "extendida práctica pseudocientífica que se lleva a cabo en hospitales públicos y en clínicas aprobadas por el gobierno".
A lo largo de este siglo, agunas propuestas encaminadas a legalizar el matrimonio igualitario se han presentado en el parlamento chino, aunque no han dado sus frutos al no conseguir la mayoría necesaria para tramitarse.
Pero eso no ha impedido que se desarrolle un movimiento LGTB en el país, que, por ejemplo, tumbó en 2018 el veto de Weibo —el Twitter chino, con casi 400 millones de usuarios activos— al contenido "pornográfico u homosexual". Algunas parejas han celebrado incluso 'uniones simbólicas' tras ser rechazadas en los registros administrativos.
Cada año, en la ciudad china de Hong Kong se celebra el desfile del Orgullo Gay, en el que la excolonia británica, que goza de cierta autonomía frente a Pekín, reclama tolencia a la diversidad sexual.
En el resto del mundo
El matrimonio entre personas del mismo sexo es legal en 30 países —la ONU reconoce 193 naciones y dos Estados observadores— y en otros 12, se permiten las bodas gais con derechos similares a los de las uniones de un hombre y una mujer.
Europa es el continente más aperturista, con 16 legislaciones —España, Holanda, Portugal, Alemania, Austria, Malta, Finlandia, Reino Unido, Suecia, Dinamarca, Francia, Bélgica, Islandia, Irlanda, Luxemburgo y Noruega— que lo reconocen de forma efectiva y otros países, como Italia o Suiza, que conceden derechos similares al matrimonio, aunque sin esta denominación.
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