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| Imagen: Google Imágenes / José Ignacio Munilla |
Eutsi Berrituz hace un crítico balance alertando de la situación de “abandono y descuido” de la diócesis. Este grupo de cristianos reprueba la “ligereza de actitud y mensajes” del obispo.
Europa Press | Noticias de Gipuzkoa, 2016-02-28
http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2016/02/28/sociedad/critican-que-tras-seis-anos-con-munilla-la-iglesia-esta-dividida
“La Iglesia de Gipuzkoa está dividida. La situación es de abandono y descuido” “Muchos laicos trabajan con gran compromiso y viven con preocupación y disgusto la situación” “Creemos que daña a la Iglesia haciéndole perder el prestigio que tenía”
El grupo de cristianos de Gipuzkoa Eutsi Berrituz lamenta que, después de seis años de ministerio pastoral en la Diócesis de Donostia del obispo, José Ignacio Munilla, la Iglesia de Gipuzkoa “no está mejor que antes, al contrario, ya que está como sin vida” y además, está “dividida y cada uno anda por su lado”. En un comunicado, Eutsi Berrituz alerta de que la situación que se vive “es realmente de abandono y descuido” y manifestó que muchas personas laicas que están trabajando “con gran compromiso en la actividad pastoral” también viven “con preocupación y disgusto la situación”, así como “algunas personas que trabajan en las estructuras diocesanas”.
El colectivo señala que, con los anteriores obispos, “también existían ciertas discrepancias”, pero incide en que “se mantenía con aquellos una innegable sintonía que ahora no se percibe”. “José Ignacio Munilla no es la Iglesia de Gipuzkoa”, subrayan en el escrito. Asimismo, destaca que el modelo de Iglesia que “el Concilio Vaticano II y el Papa quieren, y que muchas personas de la Iglesia de Gipuzkoa desean, no es el modelo que Munilla quiere impulsar”. A su juicio, con la “ligereza de sus actitudes y mensajes”, el prelado donostiarra “pierde credibilidad y autoridad” y, además, “daña a la Iglesia de Gipuzkoa haciéndole perder el prestigio que tenía”.
En el documento, Eutsi Berrituz considera que la situación de la diócesis guipuzcoana es “preocupante” y se pregunta si ésta no tiene “derecho a vivir en una situación más normalizada”. En su opinión, las altas jerarquías de la Iglesia “tienen conocimiento de la situación pero no han hecho nada hasta ahora”. “Viendo que pasan los años y que no llega la paz a esta diócesis, alguien debería tomar medidas”, remarca. Asimismo, el colectivo cristiano insiste en que no está de acuerdo con “todo lo que dice y hace José Ignacio Munilla” y resalta que la Iglesia de Gipuzkoa “es diversa” y que la del obispo de Donostia “no es la única e indiscutible voz de la diócesis”.
Intervenciones En ese sentido, Eutsi Berrituz se refiere a diferentes mensajes expresados por Munilla que, en muchos casos, eran a su entender “subjetivos y erróneos”, como pueden ser la valoración que realizó el prelado sobre el último documento del Sínodo de la familia. “El señor obispo, responsable de ser luz y maestro de la diócesis en temas de fe y moral, necesitaría manifestarse con mayor prudencia”, asegura.
El colectivo se refiere a las manifestaciones de Munilla acerca de los refugiados tras los atentados de París donde “llegó a defender la necesidad de una intervención militar de Occidente contra el fundamentalismo islámico”. “Consideramos que es un error tratar así un problema tan complejo y creemos que el suyo fue un discurso inconsistente y muy peligroso”, asevera. “Cuando no se tiene en cuenta lo que se dice en los foros adecuados, cuando se utiliza la autoridad de forma no adecuada, se abre de par en par la puerta a los cotilleos, y también a la ruptura y a la división”, advierte Eutsi Berrituz. Además, incide en que, pese al “cambio” que propone el Papa, en la diócesis guipuzcoana “no se observan cambios de dirección” y, al contrario, “se ve la intención de fortalecer las prioridades anteriores”.
Finalmente, el colectivo cristiano considera que la falta de relevo en los sacerdotes y el laicado “obliga a una remodelación en profundidad de la diócesis” pero no ve que “el problema se plantee en condiciones”. “Al contrario, la forma de abordar el problema es abandonarlo a su suerte o improvisar”, critica, al tiempo que resalta que la organización institucional de la diócesis “se ve sustituida vía nombramientos o vía adhesión incondicional o familiar al obispo”. “Es un núcleo duro quien gobierna la diócesis”, concluye.
El grupo de cristianos de Gipuzkoa Eutsi Berrituz lamenta que, después de seis años de ministerio pastoral en la Diócesis de Donostia del obispo, José Ignacio Munilla, la Iglesia de Gipuzkoa “no está mejor que antes, al contrario, ya que está como sin vida” y además, está “dividida y cada uno anda por su lado”. En un comunicado, Eutsi Berrituz alerta de que la situación que se vive “es realmente de abandono y descuido” y manifestó que muchas personas laicas que están trabajando “con gran compromiso en la actividad pastoral” también viven “con preocupación y disgusto la situación”, así como “algunas personas que trabajan en las estructuras diocesanas”.
El colectivo señala que, con los anteriores obispos, “también existían ciertas discrepancias”, pero incide en que “se mantenía con aquellos una innegable sintonía que ahora no se percibe”. “José Ignacio Munilla no es la Iglesia de Gipuzkoa”, subrayan en el escrito. Asimismo, destaca que el modelo de Iglesia que “el Concilio Vaticano II y el Papa quieren, y que muchas personas de la Iglesia de Gipuzkoa desean, no es el modelo que Munilla quiere impulsar”. A su juicio, con la “ligereza de sus actitudes y mensajes”, el prelado donostiarra “pierde credibilidad y autoridad” y, además, “daña a la Iglesia de Gipuzkoa haciéndole perder el prestigio que tenía”.
En el documento, Eutsi Berrituz considera que la situación de la diócesis guipuzcoana es “preocupante” y se pregunta si ésta no tiene “derecho a vivir en una situación más normalizada”. En su opinión, las altas jerarquías de la Iglesia “tienen conocimiento de la situación pero no han hecho nada hasta ahora”. “Viendo que pasan los años y que no llega la paz a esta diócesis, alguien debería tomar medidas”, remarca. Asimismo, el colectivo cristiano insiste en que no está de acuerdo con “todo lo que dice y hace José Ignacio Munilla” y resalta que la Iglesia de Gipuzkoa “es diversa” y que la del obispo de Donostia “no es la única e indiscutible voz de la diócesis”.
Intervenciones En ese sentido, Eutsi Berrituz se refiere a diferentes mensajes expresados por Munilla que, en muchos casos, eran a su entender “subjetivos y erróneos”, como pueden ser la valoración que realizó el prelado sobre el último documento del Sínodo de la familia. “El señor obispo, responsable de ser luz y maestro de la diócesis en temas de fe y moral, necesitaría manifestarse con mayor prudencia”, asegura.
El colectivo se refiere a las manifestaciones de Munilla acerca de los refugiados tras los atentados de París donde “llegó a defender la necesidad de una intervención militar de Occidente contra el fundamentalismo islámico”. “Consideramos que es un error tratar así un problema tan complejo y creemos que el suyo fue un discurso inconsistente y muy peligroso”, asevera. “Cuando no se tiene en cuenta lo que se dice en los foros adecuados, cuando se utiliza la autoridad de forma no adecuada, se abre de par en par la puerta a los cotilleos, y también a la ruptura y a la división”, advierte Eutsi Berrituz. Además, incide en que, pese al “cambio” que propone el Papa, en la diócesis guipuzcoana “no se observan cambios de dirección” y, al contrario, “se ve la intención de fortalecer las prioridades anteriores”.
Finalmente, el colectivo cristiano considera que la falta de relevo en los sacerdotes y el laicado “obliga a una remodelación en profundidad de la diócesis” pero no ve que “el problema se plantee en condiciones”. “Al contrario, la forma de abordar el problema es abandonarlo a su suerte o improvisar”, critica, al tiempo que resalta que la organización institucional de la diócesis “se ve sustituida vía nombramientos o vía adhesión incondicional o familiar al obispo”. “Es un núcleo duro quien gobierna la diócesis”, concluye.
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