Como “extraordinario, innovador y más que necesario”. Así describía el Ministerio de Igualdad el
estudio adjudicado con un contrato menor por un importe de 14.278 euros y que tras las denuncias del movimiento feminista ha resultado ser un bluf. Y es que si
Isabel López, la coautora del mismo lo describía como “pionero” y por haber sido hecho “entre mayo del 2021 y febrero de 2022”, la realidad es como describía la activista @ana_ianhuman que de nuevo tiene bien poco. “Ese informe se realizó en 2018. Basta visitar la web
¡Faltan palabras! Las personas no binarias en el Estado español para comprobarlo”, explica.
El estudio -que en tal fecha llevaba hasta faltas de ortografía- mezcla conceptos como identidad sexual o de género o sexo y género. Además, habla de términos como vida vivible. “Es a mi modo de ver es una estafa”, dice la tuitera. “Una cosa es decir que contratas un estudio y otra decir que contratas algo que resulta estaba hecho años antes. Cuando dices que pagas por estudiar por ejemplo "si hay garrapatas en los campos de Castilla" se paga por un trabajo a realizar, no porque te pasen un estudio ya publicado y uses”, añade la tuitera.
Los datos y las pruebas Y es que haciendo una comparativa del primer informe con respecto al presentado a bombo y platillo por el Ministerio dirigido por Irene Montero solo hay dos pequeñas diferencias. La primera es que el antiguo lo firmaba Isabel López junto a
R. Lucas Platero quien como también denunció en su día Señora Angustias,
reconocida feminista, además de ser responsable de
la sección “trans” de la editorial Bellaterra junto con Garaizabal (psicóloga de Hetaira y asesora de cursos para prostituir a mujeres), “también impartía clases como profesor en Sexpol cuya oficina estaba en la sexta planta, un piso encima de Hetaira”. Platero es promotor de la infancia trans, habla en entrevistas como la del Intermedio “de la suerte que tienen los menores de poder transicionar con 10 o 12 años” y en su día se enorgulleció de usar un dibujo, que después retiró, en el que se decía "aléjate terf".
Sin embargo, Platero aparece en el segundo estudio mencionado en los agradecimientos de los coautores por “una supervisión académica que nos ha estado mostrando el camino para construir una investigación rigurosa con literatura relevante, siempre disponible para aportar valiosas orientaciones y resolver dudas”.
En cuanto a la segunda diferencia señalada desde el Feminismo, mientras que el primer informe analiza una muestra sociológica de diez personas que se dicen no binarias, el “nuevo” está firmado por la misma autora junto a
Gorka Tobalina subiendo el número de personas a siete más. “Además el primer informe contiene datos que ni siquiera son de España y
que fueron publicados y pagados por Open Society en lo que llamaron agenda trans”, remarca.
Por otro lado, hay que recordar que el primer estudio ya tuvo controversia por ser realizado por 4Motion Vehicle Consulting SL, empresa constituida para la compraventa, importación, exportación y distribución de todo tipo de material relacionado con la automoción. “Estaba alojado en su web en 2020 y acabó cambiándolo por la polémica pública que supuso que una empresa de coches se dedicara a tal labor. La coautora del informe y administradora de la marca Isabel López, explicó que se trataba de una línea independiente para llevar a cabo investigaciones sociales, levantó todas las sospechas”, señala @ana_ianhuman.
La curiosa actividad de 4Motion Vehicle Consulting SL inscrita en un epígrafe de actividad laboral relacionada con la automoción y luego hace otra que nada o poco tiene que ver con el sector, retrotrae a lo que en su día denunció la abogada Nuria González sucede con las agencias intermediarias de vientres de alquiler en España
que se registran como empresas relacionadas con actividades inmobiliarias.
Justamente en este segundo informe apoyado y coordinado desde el Ministerio de Igualdad aparece ILGA, el lobbie de la explotación reproductiva que como recientemente ha denunciado Berta O. García, representante española de la Coalición Internacional para la Abolición de la Explotación Reproductiva (CIAMS) ha encontrado en Cuba un nuevo paraíso para explotar mujeres y robar bebés gracias al nuevo Código de Familia aprobado por el gobierno. “Hay una estrecha conexión de ILGA Cuba con el CENESEX cubano, uno de los organismos que forman parte del grupo de trabajo del nuevo Código de Familia. ILGA se financia a través de gobiernos, organismos internacionales y donaciones de particulares y de fundaciones, entre ellas la Open Society de George Soros”. Y es que para esta representante de la CIAMS
“los mismos que reclaman los pronombres por respeto a la dignidad humana reivindican la instrumentalización de mujeres y la cosificación de recién nacidos como derecho humano. Y esto está pasando en todo el mundo, tanto en países capitalistas como comunistas”.
Pero volviendo a España dentro del ramillete de instituciones que apoyan desde el ámbito académico este estudio y por tanto forman parte del lobbie trans están la Universidad de Sevilla, la Rey Juan Carlos, Vigo, Las Palmas de Gran Canaria, Valladolid o la del País Vasco. No falta tampoco la Universidad de Granada a través de la figura de Daniel J. García López Romero, profesor titular del departamento de Filosofía del Derecho, asesor de la ministra de Igualdad en la Ley Trans. En su día María Martín Romero, presidenta de La Volaera, denunció que
desde junio de 2018 dicha universidad es el epicentro de lo queer, el lugar donde se maniobra para colar todo ello”.
La metodología, otro punto clave del fiasco En cuanto a la importancia que Boti G. Rodrigo, directora de la Dirección General de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI, hizo del estudio por el extraordinario “nivel metodológico" con el objetivo principal "de conocer las necesidades y demandas de las personas no binarias en España” y que según su coautora Isabel López, se ha articulado con metodología cualitativa “pero realmente se ha llevado a cabo gracias a muchas personas, alrededor de 2.000”, voces expertas como la de la socióloga Nuria López Blázquez lo catalogan de absurdo.
Y es que dicha profesional cree que referentes históricos en la Sociología de nuestro país como “Jesús Ibáñez ni Ángel de Lucas habrían dicho que este es un estudio serio ni cualitativo. Las 2000 personas de las que habla este informe y a las que se invita mediante un formulario online no pueden dar un enfoque cualitativo porque para cumplir esta premisa se necesita una socióloga o sociólogo que repregunte y no que dé como certezas las respuestas en internet”, subraya.
Es decir que el informe que en su texto -que reproducimos a continuación- dice hacerse con técnica cualitativa no es tal. “Con el objetivo principal de facilitar una primera aproximación institucional al análisis de las necesidades y demandas de las personas no binarias residentes en España, se propuso un diseño mixto de triangulación metodológica. Este diseño se compuso de una secuencia de técnicas cualitativas, que permitiera crear conocimiento con las personas no binarias y profesionales, así como un cuestionario online, orientado a identificar la dimensión del conocimiento creado en una muestra poblacional más amplia”.
De hecho, Nuria López Blázquez explica lo inexacto del informe tirando de lo más básico de la disciplina. “Hay dos tipos de investigación: la cuantitativa (como las encuestas en las que se recogen datos cuantificables) y las técnicas cualitativas que recogen datos no numéricos basados en la palabra fundamentalmente. Esta técnica nació a partir de 1958 en España de la mano de Jesús Ibáñez, Ángel de Lucas (mi tío) y Alfonso Ortí, muy cercanos a la escuela freudiana de psiquiatría, formados en matemáticas, filosofía y otras disciplinas, cuando aún no existía la Sociología en nuestro país”.
La socióloga explica que las técnicas cualitativas, al igual que las cuantitativas “buscan el análisis de la realidad social, y en cualquier caso tienen un valor técnico que pretende reconstruir el sentido y el objetivo de los discursos: las entrevistas, los grupos de discusión no se preparan para que los individuos hablen de una cuestión predeterminada, sino a la inversa: del análisis de esos discursos se extrae e interpreta, a través de la investigación sociológica el contenido y de ahí se deduce el “objetivo”. Por lo tanto, toda entrevista cualitativa tiene un enfoque técnico y no parte de una hipótesis como sí hace el Estudio del Ministerio de Igualdad”.
Además, López Blázquez esgrime que “no se presenta una tesis y se refuta o se corrobora, nunca en una entrevista sociológica cualitativa, sino a la inversa siempre: se plantea un tema y a partir del debate, la escucha y posteriormente la transcripción de la entrevista, se plantean las hipótesis y los resultados. El estudio del Ministerio es metodológicamente lo contrario a estas técnicas cualitativas: desde la sociología cualitativa planteamos preguntas más o menos abiertas en una entrevista, pero nunca se formula un objetivo a alcanzar y se busca una muestra concreta que corrobore lo que previamente se ha planteado. Ese es el punto fundamentalmente erróneo de este estudio. Para la sociología cualitativa es que en esa muestra no solo haya personas que representen al grupo estudiado o que vivan en una realidad que se vea afectada por aquello que se estudia: nunca se haría una entrevista solo a personas “que se sienten” lo que sea, siempre ha de incluir en esa muestra, por pequeño que sea el grupo de discusión o a quien se entreviste a sectores ajenos a esa cuestión. Ese es el punto central de la primera parte del análisis cualitativo. La elección de la muestra, que siempre debe ser diversa”.
El “no binarismo” y su aceptación social ¿Pero cómo un término como el “no binarismo” ha sido tan aceptado socialmente en tan poco tiempo en toda la sociedad?
María Martín Barranco, experta en lenguaje no sexista y escritora tiene claro que es por la metodología utilizada: la de la propaganda. “Ha calado rápido porque no es un término hecho con elementos nuevos. Binario es una palabra que ya existía en el diccionario de autoridades en 1726. Le han añadido un "no" y lo han repetido el número suficiente de veces para que nos suene. No necesitas una explicación para entenderlo. Binario suena a dos, incluso si no sabes definir binario, eso lo intuyes. Y el "no" es la negación. Yo lo he preguntado en formaciones que no tienen que ver con este tema y les suena. Responden muy habitualmente: "que no va de dos en dos" o "que no va por parejas" o, como mucho, lo equiparan a "bisexual". Normalmente no van más allá, pero la apariencia de saber hace que no se pregunten más. Le añades que suena a moderno y tienes los dos boletos del sorteo. Es pronto para tener conclusiones más cerradas, pero algo es seguro en España: Se ha extendido el término, no el significado. En el propio estudio distintas personas dicen "yo creo que es" y dicen cosas muy distintas”.
Según la autora de libros como 'Mujer tenías que ser' o 'Punto en boca' la persona que se etiqueta como “no binaria” en realidad se autoafirma en la otredad. “No es que se nieguen como personas porque no interpretan las categorías con los significados establecidos. Es más bien un intento comunicativamente fallido, de reafirmar su individualidad y romper las normas. Digo comunicativamente fallido porque solo puedes trasladar al mundo lo que eres si lo haces mediante un código común. Al llamarse no-binarias, se están definiendo por exclusión y eso no les niega su humanidad, pero sí se ponen por propia voluntad en la otredad. Las mujeres lo sabemos bien porque se nos sigue considerando las no-hombres. Además, les sitúa exactamente en el lugar en el que no quieren estar: en una categoría binaria distinta (antes mujer/hombre y ahora persona binaria/no binaria). El quid de la cuestión está en que a nosotras las mujeres nos impusieron la otredad. Sujetarse a ella por voluntad propia es una trampa de significado de la que, una vez instalada, puede resultar difícil escapar. Es la consecuencia directa de ignorar los conocimientos acumulados por tres siglos de feminismo como emancipación colectiva para reinterpretar todo de acuerdo a deseos personales”, define.
Es decir, el estudio más que poner luz sobre las personas que se auto perciben como no binarias, es un galimatías. “Todo depende de qué interpretemos como no-binario. El estudio afirma que el 78% de las personas consultadas dicen que "no-binario" es un «término paraguas que abarca todas las identidades que exceden y/o cuestionan de alguna manera, la matriz binaria «hombre-mujer». ¿Qué es "término paraguas"; cuáles son "todas las identidades"; qué es "exceder y/o cuestionar de alguna manera" (¿todo, preguntarse por qué las mujeres tienen que llevar tacones es ser no-binaria?) y qué es una "matriz binaria «hombre-mujer»"? Yo diría que si pensamos en biología todo el mundo es binario (porque incluso a las personas intersex se las clasifica así -simplificando mucho- en función de la predominancia o no de características biológicas de hembra/macho de la especie)”, dice la escritora.
Si además llevamos el término del “no binarismo” a la sociología el resultado es que no-binaria “es cualquier persona que tenga claro que los mandatos de género no son una identidad, sino una carga injusta y generadora de desigualdades contra la que luchar” completa Martín. Una opinión que comparte
Amparo Mañés, exdirectora de la Unidad de Igualdad de la Universidad de Valencia quien habla de que “se niega el binarismo sexual al mismo tiempo que se reclama el sexo registral contrario al de nacimiento ¿Eso no es puro binarismo? De género no binario somos la inmensa mayoría de las mujeres y todas las feministas. Porque nuestro sexo rechaza los estereotipos de género que pretenden subordinarnos. Que los no binarios dejen la pose posmoderna y se unan al Feminismo a abolir el género”. Por su parte la escritora y docente
Juana Gallego añade que “cuando no hay ni argumentos, ni razones, ni sentido común y solo se repiten lugares comunes sobre los que no se ha reflexionado, pasa esto. Efectivamente, ser no binario parte del reconocimiento del binarismo, y además no significa ni compromete a nada. Solo a aparentar ser cool”.