IMagen: La Vanguardia / Terenci Moix |
El autor barcelonés fue pionero en proclamar abiertamente su homosexualidad.
Sergio Vila-Sanjuán | La Vanguardia, 2019-06-22
https://www.lavanguardia.com/cultura/culturas/20190622/463010050014/terenci-moix-y-el-gay-power.html
En 1972, Terenci Moix se encuentra en Nueva York acompañando a Núria Espert en la gira que la actriz y su grupo –al que pertenece el compañero de Terenci, Enric Majó– están realizando por el país.
El ya muy conocido, y joven, escritor barcelonés encuentra una mañana de octubre la Quinta Avenida cortada a la altura del Rockefeller Center. Se trata de una manifestación del colectivo homosexual, que avanza hacia la catedral de Saint Patrick para denunciar “la marginación poderosísima que la moral judía y cristiana ha sabido fomentar hasta extremos alucinantes”.
Terenci se mezcla entre los manifestantes, chicos y chicas de aire entre hippy y revolucionario, que comentan con él sus ideas.
En el recuento del episodio, el escritor consigna que el Frente de Liberación Homosexual americano había surgido en 1969, se celebran ahora cincuenta años, tras una redada policial en un bar de Greenwich Village. Pronto cobró auge y también empezó a dividirse en subgrupos a menudo enfrentados: unos, por ejemplo, estaban a favor del matrimonio, otros lo consideraban una trampa del enemigo, el establishment socio-cultural.
En cualquier caso, por encima de las contradicciones ideológicas del Gay Power, sus interlocutores “siempre insistían en la necesidad de ganar, de una vez, el derecho de ser considerados personas”. Así estaban las cosas hace medio siglo.
El episodio se halla recogido en ‘Terenci als USA’, que publicó Moix en Editorial Proa en 1974 y recupera ahora L’Avenç con prólogo de Borja Bagunyà. Es uno de los libros de viajes del autor, junto con el de Egipto que reelaboró una y otra vez, sus ‘Crónicas italianas’ –a mi gusto, el mejor- y el “romántico” que dedicó a Grecia, Túnez y México.
En ‘Terenci als USA’ la lucha gay por la despenalización y la asimilación, combinada con la de otros movimientos de vanguardia, los Black Panthers o el Women’s Lib, reaparece en capítulos como el dedicado a su estancia en San Francisco.
Con su inmensa simpatía, su pasión y su carácter arrollador, Terenci Moix fue probablemente el primer escritor español en proclamar sin complejos, y a los cuatro vientos, su homosexualidad. Lo hizo antes de la revuelta del Stonewall Inn, en libros pioneros como ‘La torre dels vicis capitals’ y ‘El dia que va morir Marilyn’, cuyo co-protagonista, Jordi, encarna toda la problemática de un muchacho gay crecido bajo el franquismo.
Terenci (1942-2003) era claro en su posicionamiento: “Nací a los años sesenta asumiendo que el amor entre hombres es una bendición y no el nefando delito que castiga la religión de los curas”, recapitularía en su libre de memorias ‘Extraño en el paraíso’.
Esta conciencia la elaboraría no solo como material autobiográfico sino también cultural en ‘Nuestro virgen de los mártires’, ‘No digas que fue un sueño’ (premio Planeta 1986) y otras narraciones ambientadas en la antigüedad griega o egipcia, en las que desarrolla estereotipos temáticos o iconográficos asociados al mundo homosexual.
Desde el máximo individualismo y sin querer representar más que a sí mismo, Moix actuó en la práctica como portavoz privilegiado del colectivo en los batalladores años setenta, y hasta su muerte en abril del 2003, en libros, artículos y programas de radio y televisión, combatió y polemizó con humor y con vigor por la libertad de costumbres, la dignidad LGTB y el respeto. Una herencia a reivindicar especialmente ahora que la intolerancia vuelve a asomar sus feas patas entre nosotros.
El ya muy conocido, y joven, escritor barcelonés encuentra una mañana de octubre la Quinta Avenida cortada a la altura del Rockefeller Center. Se trata de una manifestación del colectivo homosexual, que avanza hacia la catedral de Saint Patrick para denunciar “la marginación poderosísima que la moral judía y cristiana ha sabido fomentar hasta extremos alucinantes”.
Terenci se mezcla entre los manifestantes, chicos y chicas de aire entre hippy y revolucionario, que comentan con él sus ideas.
En el recuento del episodio, el escritor consigna que el Frente de Liberación Homosexual americano había surgido en 1969, se celebran ahora cincuenta años, tras una redada policial en un bar de Greenwich Village. Pronto cobró auge y también empezó a dividirse en subgrupos a menudo enfrentados: unos, por ejemplo, estaban a favor del matrimonio, otros lo consideraban una trampa del enemigo, el establishment socio-cultural.
En cualquier caso, por encima de las contradicciones ideológicas del Gay Power, sus interlocutores “siempre insistían en la necesidad de ganar, de una vez, el derecho de ser considerados personas”. Así estaban las cosas hace medio siglo.
El episodio se halla recogido en ‘Terenci als USA’, que publicó Moix en Editorial Proa en 1974 y recupera ahora L’Avenç con prólogo de Borja Bagunyà. Es uno de los libros de viajes del autor, junto con el de Egipto que reelaboró una y otra vez, sus ‘Crónicas italianas’ –a mi gusto, el mejor- y el “romántico” que dedicó a Grecia, Túnez y México.
En ‘Terenci als USA’ la lucha gay por la despenalización y la asimilación, combinada con la de otros movimientos de vanguardia, los Black Panthers o el Women’s Lib, reaparece en capítulos como el dedicado a su estancia en San Francisco.
Con su inmensa simpatía, su pasión y su carácter arrollador, Terenci Moix fue probablemente el primer escritor español en proclamar sin complejos, y a los cuatro vientos, su homosexualidad. Lo hizo antes de la revuelta del Stonewall Inn, en libros pioneros como ‘La torre dels vicis capitals’ y ‘El dia que va morir Marilyn’, cuyo co-protagonista, Jordi, encarna toda la problemática de un muchacho gay crecido bajo el franquismo.
Terenci (1942-2003) era claro en su posicionamiento: “Nací a los años sesenta asumiendo que el amor entre hombres es una bendición y no el nefando delito que castiga la religión de los curas”, recapitularía en su libre de memorias ‘Extraño en el paraíso’.
Esta conciencia la elaboraría no solo como material autobiográfico sino también cultural en ‘Nuestro virgen de los mártires’, ‘No digas que fue un sueño’ (premio Planeta 1986) y otras narraciones ambientadas en la antigüedad griega o egipcia, en las que desarrolla estereotipos temáticos o iconográficos asociados al mundo homosexual.
Desde el máximo individualismo y sin querer representar más que a sí mismo, Moix actuó en la práctica como portavoz privilegiado del colectivo en los batalladores años setenta, y hasta su muerte en abril del 2003, en libros, artículos y programas de radio y televisión, combatió y polemizó con humor y con vigor por la libertad de costumbres, la dignidad LGTB y el respeto. Una herencia a reivindicar especialmente ahora que la intolerancia vuelve a asomar sus feas patas entre nosotros.
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