Imagen: El Mundo / Fernando Grande-Marlaska |
El ministro del Interior en funciones se moja en cuestiones como la gestación subrogada o el veto a C's en el Orgullo.
José Luis Romo | El Mundo, 2019-06-22
https://www.elmundo.es/loc/famosos/2019/06/22/5d0b9a49fdddffb19d8b4656.html
En una esquina del despacho de Fernando Grande-Marlaska (56) en el Ministerio del Interior cuelga el famoso retrato de Pío Baroja, otro vasco corajudo como él, pintado por Juan de Echavarría, y en la otra, una gran tarjeta de felicitación por su cumpleaños. "Es del año pasado pero como ya queda poco para el próximo, la dejamos ahí", cuenta su jefa de prensa. Está claro que en ese despacho no hay tiempo para menudencias. El juez que destapó el chivatazo a ETA en el caso Faisán y que procesó a Otegi cumplirá 57 años el 26 de julio. Si las negociaciones para investir a Sánchez progresan, lo más probable es que sople las velas convertido de nuevo en ministro de Interior, de lo que no hay duda es de que lo hará siendo uno de los grandes referentes del colectivo LGTBI en España.
En 2006, Grande Marlaska fue muy valiente al hablar en una entrevista con Rosa Montero sobre su marido, Gorka, quien sonríe junto a él en una foto de su despacho. Ahí hablaba de la dureza de tener que llevar escolta ante las amenazas de ETA y de lo difícil que fue para su madre aceptar su orientación sexual, de hecho pasaron seis largos años sin hablarse. "Lo de mi madre fue mucho más duro que lo de ETA. Tengo un montón de dudas en mi vida pero en eso no tengo ninguna. Luego, nos fuimos reconciliando poco a poco", cuenta ahora.
Por eso, para que otros jóvenes no pasaran por el calvario que él sufrió, decidió aceptar el peso que suponía hacer pública su homosexualidad en unos años en los que el matrimonio gay aún estaba recurrido en el Tribunal Constitucional por el Partido Popular. Desde entonces, este juez se ha volcado con la causa LGTBI: "Lo que es lo mismo que decir con los derechos humanos, porque es lo que son", tercia.
Hace una década apadrinó el primer número especial de LOC sobre el Orgullo Gay, un ejemplar que se ha convertido en un mapa de la visibilidad del colectivo. Lo hizo, según escribió, para "que cuando me pidan una colaboración como ésta no pueda plantearme decir que no. Así no tendré la sensación de ser de los pocos. Somos muchos, sólo falta que muchos más den un paso adelante".
P. ¿Se le ha pasado ya esa sensación de ser 'de los pocos'?
R. No mucho. Todavía creo que se me sigue identificando mucho en relación a lo que es mi postura pública en cuanto a afrontar mi orientación sexual. Y no quiero que se interprete esto como algo negativo, no lo es. Pero, bueno, es una percepción muy personal y que quizás cambie por temporadas, en algunas ocasiones estoy más sensible al respecto y puedo entender que seguimos igual.
P. ¿Por qué cree que en estos años no han salido más personalidades relevantes del armario?
R. Porque la gente todavía hablamos mucho. Quiero decir que se nos llena la boca diciendo que somos los más respetuosos con los derechos y la diversidad, pero a la hora de afrontar las actitudes, distamos mucho de lo que decimos.
P. ¿Qué diría a esas personas relevantes que no se atreven a hacerse visibles?
R. Pues que la valentía se demuestra actuando. Las ideas, por muy revolucionarias que sean, no sirven de nada si no se llevan a la práctica. Quizás, muchas veces, quien las lleva a la práctica es gente que ni las ha pensado, sino que ha sido actitud personal. Así que ojalá tengan esa actitud porque van a ser mucho más felices. Al final, todos nos tenemos que rendir cuentas y dar un paso así va hacer que se rindan cuentas con una mayor satisfacción. También hay que decirle a la sociedad que ponga el escenario más cómodo para que la gente pueda dar ese paso. La sociedad tiene una responsabilidad porque todos necesitaremos un poquito de apoyo, algunos por cuestiones de género, otros porque vienen de un entorno rural donde estas cosas son más difíciles... Necesitamos que, si nos damos un golpe, la sociedad nos proporcione un lugar más acolchado.
P. Cuando empezamos con nuestra lista no había personas LGTBI en el Congreso y en esta última legislatura hemos visto a Francisco Polo, Felipe Sicilia y Arnau Ramírez, del PSOE, con camisetas LGTB. ¿Entiende que aún haya políticos que, al fin y al cabo son servidores públicos, no salgan del armario?
R. Evidentemente, en un servidor público, menos. Pero yo es que no lo entiendo en ningún ámbito. Por ejemplo, un profesor es también un servidor público y que viva su orientación sexual con normalidad delante de sus alumnos es mucho más importante que un diputado salga armario. Te voy a ser sincero, hay algunos ámbitos en los que estas cosas se pueden instrumentalizar. Y quizás en el Congreso eso ocurra, donde no se va a instrumentalizar es en el día a día, en aquellas personas que se levantan cada día a trabajar, en un banco, en la panadería... Esa normalidad es muy importante. Sin duda, los servidores públicos tienen una responsabilidad añadida, pero hay que trasladar que lo que va tener más valor es lo que todos vemos en el día a día. Si no, vamos a terminar pensando que se puede ser gay sólo si eres diputado o diputada y eso, no.
P. Ha hablado de instrumentalización. Recuerdo que, en el conflicto con los taxistas, su portavoz se quejó de que un ministro "gay y de izquierdas" reprimiera trabajadores. ¿Le dolió que hiciera alusión a su orientación sexual?
R. ¿Recuerdas cuando hablamos hace 10 años? Pues es que rascas un poquito y todavía estamos igual. ¿Que cómo me sentó? Pues me hubiera sentado muy mal si hubiéramos avanzado porque sería algo fuera de lugar. Pero como sé que no hemos avanzado tanto, era algo que podía pasar y que no me extrañó.
P. El año pasado encabezó con la ex ministra Montón la marcha del Orgullo Gay en Madrid, este año COGAM ha decidido que no haya políticos en la cabecera de la manifestación. ¿Le parece bien esta decisión?
R. Me parece razonable. Lo que decidan los organizadores me parece correcto. Es importante que los políticos estemos en las concentraciones públicas, sobre todo, en las de este carácter, donde se hace referencia a derechos y libertades, pero podemos estar como ciudadanos si las organizaciones creen que nuestra presencia puede instrumentalizar la causa. El que realmente crea en esta causa puede ir como ciudadano.
P. ¿Y qué opina de que hayan prohibido carrozas de Ciudadanos por su pacto con la ultraderecha de VOX?
R. Yo no voy a hacer ninguna valoración de lo que decida la organización, lo que sí es cierto es que cuesta mucho ganar los derechos. Cuando se consiguen, no los ganas para siempre. Hay que lucharlos día a día y hay algunos que han costado más que otros hacerlos efectivos. En este caso, los LGTBI. Creo que es razonable que, si alguien hay querido limitar estos derechos, se tomen medidas al respecto. Uno es libre para tomar sus decisiones, Ciudadanos puede pactar con quien quiera y tendrá que rendir cuentas ante su electorado y el conjunto de la sociedad española. Pero lo que no admito es la hipocresía y me remito a la foto de Colón. Cada uno es libre de fotografiarse con quien quiera, pero luego que se responsabilice. Hablando de Ciudadanos, cuando hacen la foto a Rivera allí, hay una bandera arcoiris y una bandera trans. Eso estaba ex profeso buscado. ¿Qué quería? ¿Limpiarse la cara con nosotros? La plaza estaba llena de banderas españolas, con todo su derecho, no veía en esa proporción banderas arcoiris o trans pero en la foto de Rivera aparecían. Es que no creo que sepa ni cuál es la bandera trans... En este aspecto hay que tener mucho cuidado.
P: De alguna forma, parece que Vox ha envenenado la convivencia en el colectivo gay. Hasta hace un tiempo, había una cierta unión y, ahora, las redes viven un constante cruce de acusaciones. En Twitter Iñaki Oyarzabal llamaba paniaguados a COGAM y la FELGTB...
R. Yo no estoy en las redes sociales, desconozco estas cosas. Pero me parece triste. La gente se lo tendría que hacer mirar. En materia de derechos humanos, no concibo diferencias. Por eso, en estas cosas no se puede banalizar. Por eso, cuando uno se codea con Vox, tiene que ser consciente de lo que asume.
P. Como juez, ¿cree que son legales las terapias para reorientar la homosexualidad? Rocío Monasterio y otros miembros de Vox pedían libertad para que los padres llevaran a sus hijos a estos tratamientos.
R. Cada uno se puede someterse, si lo hace voluntaria y libremente, a esas terapias, algo que yo dudo mucho que se haga conscientemente porque es la negación de uno mismo. Ya no voy a hablar de legalidad ni de ilegalidad, el trasfondo es de mayor entidad, es la negación de la identidad humana.
P. ¿Y si unos padres obligan a su hijo de 16 años a someterse a ellas?
R. Entonces podremos valorar si esa actitud de los padres puede derivar en alguna circunstancia que pueda determinar la intervención de la autoridad pública en beneficio del menor.
P. En esta lucha dentro del colectivo, se dice que si eres gay, no puedes ser derechas. ¿Está de acuerdo?
R. No, para nada. Somos tan iguales a los demás, es tan accidental lo de ser gay, que no admite mayor comentario.
P. ¿Hay algún tópico del colectivo que le moleste que se le achaque?
R. No, como somos tan plurales dentro del colectivo como los heteros, no me molesta nada. Algún tópico podría implicar ignorancia y eso me molesta pero, bueno, peor para el que la tiene.
P. Antes de conocer a su marido, pensó en adoptar. Pero, como Gorka no quería ser padre, abandonó esa idea. ¿Alguna vez se ha arrepentido de ello?
R. No porque, al final, la vida es un conjunto. Si me arrepintiese de eso, sería porque la relación con Gorka no hubiera fraguado suficientemente. Una cosa anulaba la otra y yo he sido muy feliz.
P. ¿Qué opina de la gestación subrogada?
R. ¡No, por favor! Y no sólo porque forme parte de un gobierno socialista, sino por convicción personal desde hace tiempo. No me cabe la idea de una mujer que de una forma consciente, voluntaria, sin coacción directa o indirecta asuma una gestación para después entregarle ese ser a otras personas, es decir, que emocionalmente pueda hacer eso. Lo asumo en casos muy concretos que no admiten, para mí, regulación. Esa cosa de una hermana que ayuda a otra con cáncer... No niego que esas cosas puedan pasar, Ciudadanos ya utiliza estos supuestos para pedir una ley pero son tan específicos que no se pueden regular. Lo de la gestación subrogada, no seamos cínicos, estaba pensado para otras personas, en este caso, para los gais. Y yo siempre digo no a la utilización de la mujer. Sólo piensa en qué tipo de países se están dando estos casos.
P. Además, existe la posibilidad de la adopción...
R. Exacto. Si uno realmente quiere desarrollar el espíritu de la paternidad, puede hacerlo mediante la adopción. Es verdad que te dicen que es dificilísimo pero hay que asumir que la vida está llena de frustraciones. No pasa nada si no puedes tener un hijo de forma natural, puedes ser feliz igualmente. Y, si no tienes el hijo con dos meses porque en España es dificilísimo adoptar niños recién nacidos, infórmate de la adopción internacional y, si ahí también tienes que esperar años... Pues, adopta uno de 5 o 6 años, empieza con el acogimiento y mira a ver si eres capaz, porque aquí todo el mundo quiere ser padre y luego a ver si uno es capaz de desarrollar la paternidad. Existen todas esas posibilidades y, si ninguna funciona, debemos aprender que en la vida no se puede tener todo.
P. Eso no impide que muchos homosexuales recurran a la gestación subrogada fuera y tengan problemas para regularizar a sus hijos...
R. Es que lo que no podemos hacer es dar carta de naturaleza a estas practicas. Decir: "Aquí no pero váyase al extranjero".
P. En su biografía 'Ni pena ni miedo' recuerda cuando vino a Madrid con 25 años. Supongo que sería una liberación personal importante...
R. Sí, pero todavía estaba muy encerrado en mí mismo. Me abrí a determinadas personas pero muy pocas. Todavía tenía esa cosa de tener como un guardián detrás de ti, parecía que había un vigilante siguiéndote y que, si hacías algo, todo el mundo se iba a enterar. Y me pasaba no sólo en Chueca sino incluso cuando iba a Nueva York. Recuerdo perfectamente que entré en un pub gay, que encontré en la guía del trotamundos, y miraba por si conocía alguien. Imagínate, ¡en Nueva York quién me iba a conocer a mí!
P. ¿Cree que es muy diferente lo que pasan los jóvenes de hoy a lo que pasó usted?
R. Tienen muchas más posibilidades, pero igual pueden terminar más frustrados. Es como con el trabajo, su generación está más preparada que la nuestra, sin embargo, a la hora de conseguir trabajo sólo encuentran trabajos basura. Ellos en el ámbito afectivo, pueden manifestarse, tienen redes, películas, todo... y a la hora de exponerlo a sus padres, en el ámbito laboral o en la vida, quizás sus expectativas no se corresponden con la respuesta que van a tener.
Y TAMBIÉN…
En 2006, Grande Marlaska fue muy valiente al hablar en una entrevista con Rosa Montero sobre su marido, Gorka, quien sonríe junto a él en una foto de su despacho. Ahí hablaba de la dureza de tener que llevar escolta ante las amenazas de ETA y de lo difícil que fue para su madre aceptar su orientación sexual, de hecho pasaron seis largos años sin hablarse. "Lo de mi madre fue mucho más duro que lo de ETA. Tengo un montón de dudas en mi vida pero en eso no tengo ninguna. Luego, nos fuimos reconciliando poco a poco", cuenta ahora.
Por eso, para que otros jóvenes no pasaran por el calvario que él sufrió, decidió aceptar el peso que suponía hacer pública su homosexualidad en unos años en los que el matrimonio gay aún estaba recurrido en el Tribunal Constitucional por el Partido Popular. Desde entonces, este juez se ha volcado con la causa LGTBI: "Lo que es lo mismo que decir con los derechos humanos, porque es lo que son", tercia.
Hace una década apadrinó el primer número especial de LOC sobre el Orgullo Gay, un ejemplar que se ha convertido en un mapa de la visibilidad del colectivo. Lo hizo, según escribió, para "que cuando me pidan una colaboración como ésta no pueda plantearme decir que no. Así no tendré la sensación de ser de los pocos. Somos muchos, sólo falta que muchos más den un paso adelante".
P. ¿Se le ha pasado ya esa sensación de ser 'de los pocos'?
R. No mucho. Todavía creo que se me sigue identificando mucho en relación a lo que es mi postura pública en cuanto a afrontar mi orientación sexual. Y no quiero que se interprete esto como algo negativo, no lo es. Pero, bueno, es una percepción muy personal y que quizás cambie por temporadas, en algunas ocasiones estoy más sensible al respecto y puedo entender que seguimos igual.
P. ¿Por qué cree que en estos años no han salido más personalidades relevantes del armario?
R. Porque la gente todavía hablamos mucho. Quiero decir que se nos llena la boca diciendo que somos los más respetuosos con los derechos y la diversidad, pero a la hora de afrontar las actitudes, distamos mucho de lo que decimos.
P. ¿Qué diría a esas personas relevantes que no se atreven a hacerse visibles?
R. Pues que la valentía se demuestra actuando. Las ideas, por muy revolucionarias que sean, no sirven de nada si no se llevan a la práctica. Quizás, muchas veces, quien las lleva a la práctica es gente que ni las ha pensado, sino que ha sido actitud personal. Así que ojalá tengan esa actitud porque van a ser mucho más felices. Al final, todos nos tenemos que rendir cuentas y dar un paso así va hacer que se rindan cuentas con una mayor satisfacción. También hay que decirle a la sociedad que ponga el escenario más cómodo para que la gente pueda dar ese paso. La sociedad tiene una responsabilidad porque todos necesitaremos un poquito de apoyo, algunos por cuestiones de género, otros porque vienen de un entorno rural donde estas cosas son más difíciles... Necesitamos que, si nos damos un golpe, la sociedad nos proporcione un lugar más acolchado.
P. Cuando empezamos con nuestra lista no había personas LGTBI en el Congreso y en esta última legislatura hemos visto a Francisco Polo, Felipe Sicilia y Arnau Ramírez, del PSOE, con camisetas LGTB. ¿Entiende que aún haya políticos que, al fin y al cabo son servidores públicos, no salgan del armario?
R. Evidentemente, en un servidor público, menos. Pero yo es que no lo entiendo en ningún ámbito. Por ejemplo, un profesor es también un servidor público y que viva su orientación sexual con normalidad delante de sus alumnos es mucho más importante que un diputado salga armario. Te voy a ser sincero, hay algunos ámbitos en los que estas cosas se pueden instrumentalizar. Y quizás en el Congreso eso ocurra, donde no se va a instrumentalizar es en el día a día, en aquellas personas que se levantan cada día a trabajar, en un banco, en la panadería... Esa normalidad es muy importante. Sin duda, los servidores públicos tienen una responsabilidad añadida, pero hay que trasladar que lo que va tener más valor es lo que todos vemos en el día a día. Si no, vamos a terminar pensando que se puede ser gay sólo si eres diputado o diputada y eso, no.
P. Ha hablado de instrumentalización. Recuerdo que, en el conflicto con los taxistas, su portavoz se quejó de que un ministro "gay y de izquierdas" reprimiera trabajadores. ¿Le dolió que hiciera alusión a su orientación sexual?
R. ¿Recuerdas cuando hablamos hace 10 años? Pues es que rascas un poquito y todavía estamos igual. ¿Que cómo me sentó? Pues me hubiera sentado muy mal si hubiéramos avanzado porque sería algo fuera de lugar. Pero como sé que no hemos avanzado tanto, era algo que podía pasar y que no me extrañó.
P. El año pasado encabezó con la ex ministra Montón la marcha del Orgullo Gay en Madrid, este año COGAM ha decidido que no haya políticos en la cabecera de la manifestación. ¿Le parece bien esta decisión?
R. Me parece razonable. Lo que decidan los organizadores me parece correcto. Es importante que los políticos estemos en las concentraciones públicas, sobre todo, en las de este carácter, donde se hace referencia a derechos y libertades, pero podemos estar como ciudadanos si las organizaciones creen que nuestra presencia puede instrumentalizar la causa. El que realmente crea en esta causa puede ir como ciudadano.
P. ¿Y qué opina de que hayan prohibido carrozas de Ciudadanos por su pacto con la ultraderecha de VOX?
R. Yo no voy a hacer ninguna valoración de lo que decida la organización, lo que sí es cierto es que cuesta mucho ganar los derechos. Cuando se consiguen, no los ganas para siempre. Hay que lucharlos día a día y hay algunos que han costado más que otros hacerlos efectivos. En este caso, los LGTBI. Creo que es razonable que, si alguien hay querido limitar estos derechos, se tomen medidas al respecto. Uno es libre para tomar sus decisiones, Ciudadanos puede pactar con quien quiera y tendrá que rendir cuentas ante su electorado y el conjunto de la sociedad española. Pero lo que no admito es la hipocresía y me remito a la foto de Colón. Cada uno es libre de fotografiarse con quien quiera, pero luego que se responsabilice. Hablando de Ciudadanos, cuando hacen la foto a Rivera allí, hay una bandera arcoiris y una bandera trans. Eso estaba ex profeso buscado. ¿Qué quería? ¿Limpiarse la cara con nosotros? La plaza estaba llena de banderas españolas, con todo su derecho, no veía en esa proporción banderas arcoiris o trans pero en la foto de Rivera aparecían. Es que no creo que sepa ni cuál es la bandera trans... En este aspecto hay que tener mucho cuidado.
P: De alguna forma, parece que Vox ha envenenado la convivencia en el colectivo gay. Hasta hace un tiempo, había una cierta unión y, ahora, las redes viven un constante cruce de acusaciones. En Twitter Iñaki Oyarzabal llamaba paniaguados a COGAM y la FELGTB...
R. Yo no estoy en las redes sociales, desconozco estas cosas. Pero me parece triste. La gente se lo tendría que hacer mirar. En materia de derechos humanos, no concibo diferencias. Por eso, en estas cosas no se puede banalizar. Por eso, cuando uno se codea con Vox, tiene que ser consciente de lo que asume.
P. Como juez, ¿cree que son legales las terapias para reorientar la homosexualidad? Rocío Monasterio y otros miembros de Vox pedían libertad para que los padres llevaran a sus hijos a estos tratamientos.
R. Cada uno se puede someterse, si lo hace voluntaria y libremente, a esas terapias, algo que yo dudo mucho que se haga conscientemente porque es la negación de uno mismo. Ya no voy a hablar de legalidad ni de ilegalidad, el trasfondo es de mayor entidad, es la negación de la identidad humana.
P. ¿Y si unos padres obligan a su hijo de 16 años a someterse a ellas?
R. Entonces podremos valorar si esa actitud de los padres puede derivar en alguna circunstancia que pueda determinar la intervención de la autoridad pública en beneficio del menor.
P. En esta lucha dentro del colectivo, se dice que si eres gay, no puedes ser derechas. ¿Está de acuerdo?
R. No, para nada. Somos tan iguales a los demás, es tan accidental lo de ser gay, que no admite mayor comentario.
P. ¿Hay algún tópico del colectivo que le moleste que se le achaque?
R. No, como somos tan plurales dentro del colectivo como los heteros, no me molesta nada. Algún tópico podría implicar ignorancia y eso me molesta pero, bueno, peor para el que la tiene.
P. Antes de conocer a su marido, pensó en adoptar. Pero, como Gorka no quería ser padre, abandonó esa idea. ¿Alguna vez se ha arrepentido de ello?
R. No porque, al final, la vida es un conjunto. Si me arrepintiese de eso, sería porque la relación con Gorka no hubiera fraguado suficientemente. Una cosa anulaba la otra y yo he sido muy feliz.
P. ¿Qué opina de la gestación subrogada?
R. ¡No, por favor! Y no sólo porque forme parte de un gobierno socialista, sino por convicción personal desde hace tiempo. No me cabe la idea de una mujer que de una forma consciente, voluntaria, sin coacción directa o indirecta asuma una gestación para después entregarle ese ser a otras personas, es decir, que emocionalmente pueda hacer eso. Lo asumo en casos muy concretos que no admiten, para mí, regulación. Esa cosa de una hermana que ayuda a otra con cáncer... No niego que esas cosas puedan pasar, Ciudadanos ya utiliza estos supuestos para pedir una ley pero son tan específicos que no se pueden regular. Lo de la gestación subrogada, no seamos cínicos, estaba pensado para otras personas, en este caso, para los gais. Y yo siempre digo no a la utilización de la mujer. Sólo piensa en qué tipo de países se están dando estos casos.
P. Además, existe la posibilidad de la adopción...
R. Exacto. Si uno realmente quiere desarrollar el espíritu de la paternidad, puede hacerlo mediante la adopción. Es verdad que te dicen que es dificilísimo pero hay que asumir que la vida está llena de frustraciones. No pasa nada si no puedes tener un hijo de forma natural, puedes ser feliz igualmente. Y, si no tienes el hijo con dos meses porque en España es dificilísimo adoptar niños recién nacidos, infórmate de la adopción internacional y, si ahí también tienes que esperar años... Pues, adopta uno de 5 o 6 años, empieza con el acogimiento y mira a ver si eres capaz, porque aquí todo el mundo quiere ser padre y luego a ver si uno es capaz de desarrollar la paternidad. Existen todas esas posibilidades y, si ninguna funciona, debemos aprender que en la vida no se puede tener todo.
P. Eso no impide que muchos homosexuales recurran a la gestación subrogada fuera y tengan problemas para regularizar a sus hijos...
R. Es que lo que no podemos hacer es dar carta de naturaleza a estas practicas. Decir: "Aquí no pero váyase al extranjero".
P. En su biografía 'Ni pena ni miedo' recuerda cuando vino a Madrid con 25 años. Supongo que sería una liberación personal importante...
R. Sí, pero todavía estaba muy encerrado en mí mismo. Me abrí a determinadas personas pero muy pocas. Todavía tenía esa cosa de tener como un guardián detrás de ti, parecía que había un vigilante siguiéndote y que, si hacías algo, todo el mundo se iba a enterar. Y me pasaba no sólo en Chueca sino incluso cuando iba a Nueva York. Recuerdo perfectamente que entré en un pub gay, que encontré en la guía del trotamundos, y miraba por si conocía alguien. Imagínate, ¡en Nueva York quién me iba a conocer a mí!
P. ¿Cree que es muy diferente lo que pasan los jóvenes de hoy a lo que pasó usted?
R. Tienen muchas más posibilidades, pero igual pueden terminar más frustrados. Es como con el trabajo, su generación está más preparada que la nuestra, sin embargo, a la hora de conseguir trabajo sólo encuentran trabajos basura. Ellos en el ámbito afectivo, pueden manifestarse, tienen redes, películas, todo... y a la hora de exponerlo a sus padres, en el ámbito laboral o en la vida, quizás sus expectativas no se corresponden con la respuesta que van a tener.
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Grande-Marlaska ‘sale del armario’ lamentando que la bandera arco iris no esté a la par de la española.
El ministro del Interior, repartiendo carnets de buenos y malos gais. "¿Qué quería? ¿Limpiarse la cara con nosotros? La plaza estaba llena de banderas españolas".
Juan Velarde | Periodista Digital, 2019-06-22
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