sábado, 11 de mayo de 2019

#hemeroteca #literatura #transformismo | Cómo ser una diosa sobre el escenario y un perdedor tras la cortina

Imagen: El Páis / Guillermo Alonso
Cómo ser una diosa sobre el escenario y un perdedor tras la cortina.
Cuando fue a ver un número de transformistas, Guillermo Alonso se preguntó cómo sería la vida de esas divas lejos del escenario. Él mismo se ha respondido en el libro ‘Vivan los hombres cabales’
Aitor Marín | El País, 2019-05-11
https://elpais.com/elpais/2019/05/09/icon/1557410937_794070.html

Isidoro vive con su anciana madre de día y de noche se convierte en Diva Gioconda, un travesti que “tiene gracia y es la monda”, como le presenta antes de cada actuación el dueño del Capricho Cabaret, en Madrid. Isidoro, Gioconda o Yolanda, como le llama su madre cuando le ve vestido de mujer, son, además de la misma persona, fruto de la imaginación de nuestro compañero en Icon Guillermo Alonso, autor de ‘Vivan los hombres cabales’ (niños gratis*). O casi. “Me inspiré en un personaje real al que seguía por redes sociales y de vez en cuando iba a ver a un cabaret de esos de transformistas clásicos del postfranquismo. Me intrigaba mucho”.

Así que, cuando en un viaje a Sicilia le dio un ataque de asma que lo dejó postrado como a una heroína clásica, Alonso en vez de lamentarse se puso a escribir esta historia que nace como una especie de fan fiction. “Yo veía a esta personita tan especial en el escenario, ¿pero cómo era ese hombrecillo cuando se bajaba y se quitaba la peluca?”. Conviene advertir, y el autor así lo hace, que el libro, divertido y fenomenalmente escrito, no es una obra sobre el transformismo. “Las travestis son diosas sobre el escenario y hombrecitos intrascendentes y grises cuando se bajan de él. Esa transformación tiene que afectar a tu manera de ver la vida. Por eso esta historia es una mirada a la existencia injusta y emocionalmente precaria que lleva ese hombrecito y al que la vida, de repente y por primera vez, le ofrece un caramelo en bandeja, un poco envenenado”.

El caramelo al que se refiere es el vecino del tercero, pero tampoco hace falta decir aquí mucho más sobre el argumento. Mejor añadimos algo sobre el autor: “Durante un tiempo quise ser director de cine y empecé a estudiar para ello, pero en la escuela descubrí que para hacer una película, o un corto, había que hablar con demasiada gente. Ejercí después un tiempo muy corto como guionista, pero ahí había poco espacio para lucirse. Contando historias que me gustan en la prensa e inventándomelas en novelas cortas o cuentos largos soy mucho más feliz”.

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