martes, 8 de octubre de 2019

#hemeroteca #lgtbifobia #educacion | La discriminación que sufren las víctimas de acoso escolar es aún mayor si son no heterosexuales

Imagen: Campusa / Enara Larrain Mariño
La discriminación que sufren las víctimas de acoso escolar es aún mayor si son no heterosexuales.
Una investigación de la UPV/EHU pone de manifiesto el gran trabajo que queda por hacer para superar la heteronormatividad en la educación.
UPV/EHU, Campusa, 2019-10-08
https://www.ehu.eus/es/-/la-discriminacion-que-sufren-las-victimas-de-acoso-escolar-es-aun-mayor-si-son-no-heterosexuales

Una investigación llevada a cabo en la Facultad de Psicología de la UPV/EHU considera fundamental dar visibilidad la identidad LGTB en la educación, para conseguir superar la discriminación que sufre este colectivo. Han estudiado la prevalencia del bullying LGTBfóbico en el País Vasco. Entre las conclusiones que han sacado, destaca que los y las adolescentes con orientaciones o identidades sexuales no normativas sufren con mayor frecuencia agresiones tanto físicas como verbales o virtuales.

Un trabajo de investigación llevado a cabo en el Departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Facultad de Psicología de la UPV/EHU ha estudiado la prevalencia del acoso escolar y ciberacoso en la población adolescente de la Comunidad Autónoma del País Vasco. “Trabajos de investigación previos habían concluido que las personas del colectivo LGTB tienen mayores tasas de síntomas psicopatológicos, pero no profundizan en las causas que los provocan. Mi objetivo ha sido comparar si existe alguna diferencia entre las víctimas de acoso escolar adolescentes relacionada con la orientación o la identidad sexual”, comenta la doctora en psicología y autora del estudio Enara Larrain Mariño.

Para su trabajo, preparó una serie de cuestionarios, para ser respondidos en un periodo de dos horas, que rellenaron 1.748 adolescentes de entre 13 y 17 años. Entre los cuestionarios había alguno relacionado al acoso escolar (tanto presencial como electrónico), otros relativos al acoso y ciberacoso LGTBfóbico, otros sobre las actitudes ante la diversidad sexual, así como cuestionarios para conocer rasgos de personalidad y de salud mental.

La investigadora ha recordado las dificultades que encontró para reunir la muestra de jóvenes, y ha evidenciado la respuesta negativa que recibió de muchos centros escolares, como indicador del gran trabajo que queda por hacer: “El bullying es un tema que crea gran controversia, y muchos centros escolares cierran las puertas ante eso. Además, los horarios y las metodologías suelen ser muy rígidos, y no suelen tener espacio para talleres ni actividades externas”.

Un problema que requiere de cambios en la educación
Los resultados de la investigación “son preocupantes, y dejan ver la cantidad de trabajo tienen por delante en la educación —recalca Larrain—. En el estudio también recopilamos datos sobre el acoso y ciberacoso general, y aunque después no realizamos un análisis profundo de ellos, porque quedaban fuera de nuestro tema de estudio, vimos que los resultados coincidían con los obtenidos en otros estudios: el 11% del colectivo estudiante es víctima de bullying, en mayor proporción entre los chicos, en general, pero en el caso del ciberacoso, está aumentando el porcentaje de víctimas femeninas”.

Los resultados obtenidos en los cuestionarios relacionados con el acoso LGTBfóbico y la diversidad sexual también “han revelado la gravedad del problema. El 60% de las personas del colectivo LGTB manifestaron haber sufrido alguna vez algún tipo de acoso escolar, y el acoso grave, el que se conoce como bullying, lo padece un 13%. En ese caso también son los chicos quienes soportan con mayor frecuencia las agresiones LGTBfóbicas”, concreta la doctora en psicología.

Al estudiar el efecto que el acoso que sufren muchos miembros del colectivo LGTB tiene sobre su personalidad y estado psicológico, y cotejarlo con el que tiene en compañeros y compañeras heterosexuales que también sufren acoso escolar, ”encontramos diferencias significativas. La víctimas no heterosexuales presentaban un número mayor y una gravedad mayor de síntomas psicopatológicos, como el trastorno obsesivo-compulsivo, la depresión o la hostilidad”, relata Larrain. También hallaron diferencias en los rasgos de personalidad, y vieron, por ejemplo, que las víctimas no heterosexuales “tienen niveles mayores de empatía”, pero, al mismo tiempo, “niveles menores de comprensión, regulación emocional y felicidad”.

Ante esa situación, la investigadora ha subrayado toda la tarea que queda por hacer en los centros escolares: “Las personas LGTB encuentran el mayor apoyo en la familia, y en el otro extremo, la mayor discriminación la reciben en la sociedad y en los centros escolares. Hemos encontrado carencias en el sistema educativo que tiene por objetivo expresar tolerancia y respeto ante las personas que muestran su sexualidad libremente. Entre otras medidas, creo que, por un lado, los centros escolares deberían abrir sus puertas a las iniciativas de evaluación y trabajo de temas tan importantes como este; por otro lado, deberían introducir acciones concretas para trabajar los temas de orientación e identidad sexual en sus programas contra el acoso escolar, y, por último, deberían dar visibilidad a la identidad LGTB. Sería de gran ayuda para los niños y niñas que desde edades tempranas sienten que son homosexuales tener referentes, por ejemplo, y que los mensajes, los libros de texto y los audiovisuales se salgan de la heteronormatividad. Recibimos mensajes de este tipo, y los interiorizamos sin querer, desde edades muy tempranas, que después son utilizados por las y los escolares para criticar a quien es diferente. Muchas veces lo hacen de forma inconsciente, y es algo que hay que cambiar.”

Información complementaria
Enara Larrain Mariño (Donostia, 1992) está graduada en Enfermería, pero el interés que ha tenido de siempre hacia la psicología le llevó a cursar el Master en Psicología. Una de las profesoras del Master, la catedrática en Psicología Maite Garaigordobil Landazabal, ha sido posteriormente su directora de tesis doctoral, que es donde se enmarca el presente estudio. La tesis ha llevado por título ‘Bullying LGTB-fobikoa Euskal Herriko nerabeetan: prebalentzia, aldagai psikologikoekiko lotura eta eragina osasun mentalean’ (‘Bullying LGTBfóbico en la población adolescente vasca: prevalencia, su vínculo con las variables psicológicas y su efecto en la salud mental’).

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