Imagen: El Comercio / Elsa Ruiz, Beatriz Sever y Valeria Vegas |
Valeria Vegas, Elsa Ruiz y Beatriz Sever cuentan cómo se vive el proceso de cambio a los jóvenes participantes en los Encuentros de Cabueñes.
Marla Nieto | El Comercio, 2019-10-13
https://www.elcomercio.es/gijon/mujeres-trans-llegar-20191013013103-ntvo.html
«No nací ni hombre ni mujer, nací bebé. Necesito tiempo para saber quién soy...». Esta frase que la artista Roberta Marrero incluye en su libro 'El niño verde' define el sentimiento de las personas 'trans'. Personas que nacieron con un género con el cual no se identifican. Antaño nadie se planteaba que pudieran existir mujeres atrapadas en cuerpos de hombres, ni viceversa.
Pero actualmente es un tema cada vez más normalizado gracias al altavoz que, hace pocos años, muchas personas decidieron tomar en sus manos para hacerse oír. Valeria Vegas y Elsa Ruiz son dos mujeres 'trans' con experiencias diferentes pero un nexo común: la lucha por ser quienes querían ser. Ayer compartieron su trayectoria con los jóvenes que acudieron al Antiguo Instituto con motivo de los 37 Encuentros Internacionales de la Juventud de Cabueñes.
Vegas, valenciana, licenciada en Comunicación Audiovisual y escritora, aseguró que su historia no es triste: «Desde los cinco años supe que era 'trans', pero no pude planteármelo hasta cumplir los 18 años. En mitad de la Universidad di el paso a la transición y me encontré con que mi familia y mis amigos me entendieron. Yo no lo pasé tan mal si me comparo con personas que pasaron por ello en los 70 y 80. Entonces, sí que era duro».
Más allá de la problemática a la que se enfrentan las personas 'trans' cuando deciden dar el paso, también tienen que hacer frente al después: «Más de un 80% de las mujeres 'trans' se han visto obligadas a dedicarse a la prostitución. Sin embargo, en los hombres es diferente. La sociedad ve esa transición, incluso, como una subida de escala», afirmó Vegas.
Para la madrileña Elsa Ruiz no fue nada fácil. Esta ilustradora y monologuista se vio, con 27 años, sumida en una profunda depresión por luchar contra lo que sentía: «Dejé de dibujar y los monólogos. Gracias a mi psicóloga pude enfrentarme a ser quien era». Ruiz aseguró que «al final, cuando salí del armario, todas las personas de mi entorno siguieron ahí, no se fue nadie. Después, la comedia me ayudó muchísimo. Intento reflejar lo que es ser 'trans' desde el humor. Creo que hacen falta más visibilidad y más referentes», apuntó. Por su parte, Beatriz Sever, de Getxo, es la madre de un niño que con nueve años ya ha realizado la transición: «Lo supo desde que tenía dos. Había muchas señales, se identificaba con los personajes masculinos y llegó a decir que era un chico, pero que no le veíamos. Pedía deseos a las estrellas fugaces para ser un niño».
Pero actualmente es un tema cada vez más normalizado gracias al altavoz que, hace pocos años, muchas personas decidieron tomar en sus manos para hacerse oír. Valeria Vegas y Elsa Ruiz son dos mujeres 'trans' con experiencias diferentes pero un nexo común: la lucha por ser quienes querían ser. Ayer compartieron su trayectoria con los jóvenes que acudieron al Antiguo Instituto con motivo de los 37 Encuentros Internacionales de la Juventud de Cabueñes.
Vegas, valenciana, licenciada en Comunicación Audiovisual y escritora, aseguró que su historia no es triste: «Desde los cinco años supe que era 'trans', pero no pude planteármelo hasta cumplir los 18 años. En mitad de la Universidad di el paso a la transición y me encontré con que mi familia y mis amigos me entendieron. Yo no lo pasé tan mal si me comparo con personas que pasaron por ello en los 70 y 80. Entonces, sí que era duro».
Más allá de la problemática a la que se enfrentan las personas 'trans' cuando deciden dar el paso, también tienen que hacer frente al después: «Más de un 80% de las mujeres 'trans' se han visto obligadas a dedicarse a la prostitución. Sin embargo, en los hombres es diferente. La sociedad ve esa transición, incluso, como una subida de escala», afirmó Vegas.
Para la madrileña Elsa Ruiz no fue nada fácil. Esta ilustradora y monologuista se vio, con 27 años, sumida en una profunda depresión por luchar contra lo que sentía: «Dejé de dibujar y los monólogos. Gracias a mi psicóloga pude enfrentarme a ser quien era». Ruiz aseguró que «al final, cuando salí del armario, todas las personas de mi entorno siguieron ahí, no se fue nadie. Después, la comedia me ayudó muchísimo. Intento reflejar lo que es ser 'trans' desde el humor. Creo que hacen falta más visibilidad y más referentes», apuntó. Por su parte, Beatriz Sever, de Getxo, es la madre de un niño que con nueve años ya ha realizado la transición: «Lo supo desde que tenía dos. Había muchas señales, se identificaba con los personajes masculinos y llegó a decir que era un chico, pero que no le veíamos. Pedía deseos a las estrellas fugaces para ser un niño».
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