Imagen: El Diario / Paloma O'Shea |
Paloma O'Shea es la única que figura en el listado de las 31 condecoraciones aprobadas por los sucesivos ejecutivos autonómicos desde 1987. La Comunidad cuenta con nueve hijos predilectos: tres clérigos, un artista, un publicista, dos deportistas y dos historiadores.
Rubén Vivar | El Diario, 2016-08-16
http://www.eldiario.es/norte/cantabria/ultima-hora/Solo-mujer-condecorada-Gobierno-Cantabria_0_546645605.html
El Gobierno de Cantabria aprobó el 2 de junio de 1987 conceder la Medalla de Oro de la Comunidad Autónoma al poeta Gerardo Diego (Santander, 1896), reconocido como uno de los escritores más destacados de la brillante Generación del 27.
Fue la primera distinción que el Gobierno de Cantabria otorgaba en su historia, y desde entonces la máxima Administración de la autonomía ha concedido en total 31 condecoraciones entre medallas de oro y plata y el nombramiento de hijos predilectos e hijos adoptivos.
En estos 30 años tan solo una mujer ha sido distinguida con alguno de estos honores, a pesar de que las mujeres representan más de la mitad de la población cántabra. Se trata de Paloma O'Shea, presidenta de la Escuela Superior de Música Reina Sofía y conocida mecenas, que en el año 1998 fue nombrada Hija Adoptiva de Cantabria.
La esposa del expresidente del Banco Santander, Emilio Botín -fallecido en septiembre de 2014-, es la única mujer a la que los sucesivos gobiernos de Cantabria han reconocido sus méritos, según se refleja en el listado consultado por El Diario. El resto de las 31 distinciones aprobadas hasta la fecha han ido a loar la labor de 24 hombres, cuatro empresas, una asociación y un pueblo.
Exclusivamente honorífico
La concesión de las condecoraciones en Cantabria está regulada por una ley que fue aprobada en 1987 e incluye siete distinciones diferentes: las Medallas de Oro y Plata; el nombramiento de Hijos Predilectos e Hijos Adoptivos; la Corbata de Honor; el Diploma de Servicios Distinguidos y la Declaración de Luto Oficial.
Todos estos reconocimientos tienen como objetivo premiar los excepcionales méritos y los relevantes servicios prestados por personas o entidades en favor de los intereses generales de Cantabria, si bien los cuatro primeros honores son los más populares. Además de esta ley, en 2003 el Ejecutivo creó un premio nuevo: las Medallas y Placas al Mérito Turístico.
La máxima distinción que puede conceder el Gobierno autonómico es la Medalla de Oro de Cantabria y, al igual que el resto, se otorga con carácter exclusivamente honorífico, sin que genere derecho alguno de contenido económico. De este modo, los galardonados reciben el tratamiento de ilustrísimo con carácter vitalicio y, además, tienen reservado un lugar preferente en los actos institucionales. Como curiosidad, la norma establece que solo se pueden otorgar un máximo de diez medallas de oro y 20 en la categoría de plata.
De políticos a banqueros
Además de Gerardo Diego, la Comunidad ha premiado con su máximo honor a José Simón Azcona Hoya (en el año 1989), descendiente de cántabros y presidente de Honduras entre 1986 y 1990; a Juan de Borbón (1993), jefe de la Casa Real en el exilio durante la dictadura franquista; a El Diario Montañés (2002) y a la Hermandad de Donantes de Sangre (2005), coincidiendo ambas entidades con las celebraciones de sus respectivos centenarios.
Igualmente, se ha entregado la Medalla de Oro al Pueblo Mexicano, que fue recogida por el expresidente de este país Vicente Fox en 2005 como señal de gratitud a este territorio que acogió a muchos montañeses emigrados o exiliados. Al año siguiente, se reconoció a Manuel Díez de Velasco, destacado jurista que formó parte del Tribunal Constitucional.
En 2007, Emilio Botín recibió la medalla en nombre del Banco Santander, que ese año celebraba su 150 aniversario y, finalmente, en 2011 se homenajeó al político Alfonso Osorio por el papel que desempeñó durante la Transición.
En cuanto a las Medallas de Plata han sido entregadas al poeta José Hierro (1990); al deportista olímpico Manuel Abascal (2004); a José Luis Ocejo (2004), director del Festival Internacional de Santander (FIS) durante 33 años; a Manuel Gutiérrez Elorza (2005), fundador de Conservas Lolín, y a Enrique Campos Pedraja (2006), economista e impulsor del Centro Montañés de Investigación y Desarrollo Empresarial (Cemide). También dos empresas han sido reconocidas: Saint Gobain (2011) y Ferroatlántica (2013).
Hijos Predilectos y Adoptivos
Cantabria suma 15 nombramientos más entre Hijos Predilectos e Hijos Adoptivos. La diferencia entre ambas distinciones es que en el primer caso se circunscribe únicamente a personas que hayan nacido en la Comunidad, mientras que en el segundo caso también se reconoce a la persona sus méritos pero independientemente del lugar de nacimiento, con excepción de Cantabria.
Los nueve Hijos Predilectos son el escultor Jesús Otero (1988); el publicista Eulalio Ferrer; el sacerdote Teodosio Herrera (1993); el obispo Juan Antonio del Val (1994); el golfista Severiano Ballesteros (1999); el ciclista Óscar Freire (2001); el cardenal Herrera Oria (2004); el historiador Joaquín González Echegaray (2006), y el arqueólogo Miguel Ángel García Guinea (2012).
Y seis son los Hijos Adoptivos, todos nombrados en la década de los 90: el político conservador Ambrosio Calzada; los periodistas Florencio de La Lama y Jesús de Polanco; el empresario Modesto Tapia; el médico Segundo López Vélez, y la mecenas Paloma O'Shea.
Para la concesión de cualquiera de estos honores es necesaria la instrucción del correspondiente expediente, a fin de determinar y constatar los méritos y circunstancias que aconsejen y justifiquen el otorgamiento, excepto en el supuesto de que la propuesta fuera formulada por iniciativa del presidente de la Comunidad Autónoma.
Fue la primera distinción que el Gobierno de Cantabria otorgaba en su historia, y desde entonces la máxima Administración de la autonomía ha concedido en total 31 condecoraciones entre medallas de oro y plata y el nombramiento de hijos predilectos e hijos adoptivos.
En estos 30 años tan solo una mujer ha sido distinguida con alguno de estos honores, a pesar de que las mujeres representan más de la mitad de la población cántabra. Se trata de Paloma O'Shea, presidenta de la Escuela Superior de Música Reina Sofía y conocida mecenas, que en el año 1998 fue nombrada Hija Adoptiva de Cantabria.
La esposa del expresidente del Banco Santander, Emilio Botín -fallecido en septiembre de 2014-, es la única mujer a la que los sucesivos gobiernos de Cantabria han reconocido sus méritos, según se refleja en el listado consultado por El Diario. El resto de las 31 distinciones aprobadas hasta la fecha han ido a loar la labor de 24 hombres, cuatro empresas, una asociación y un pueblo.
Exclusivamente honorífico
La concesión de las condecoraciones en Cantabria está regulada por una ley que fue aprobada en 1987 e incluye siete distinciones diferentes: las Medallas de Oro y Plata; el nombramiento de Hijos Predilectos e Hijos Adoptivos; la Corbata de Honor; el Diploma de Servicios Distinguidos y la Declaración de Luto Oficial.
Todos estos reconocimientos tienen como objetivo premiar los excepcionales méritos y los relevantes servicios prestados por personas o entidades en favor de los intereses generales de Cantabria, si bien los cuatro primeros honores son los más populares. Además de esta ley, en 2003 el Ejecutivo creó un premio nuevo: las Medallas y Placas al Mérito Turístico.
La máxima distinción que puede conceder el Gobierno autonómico es la Medalla de Oro de Cantabria y, al igual que el resto, se otorga con carácter exclusivamente honorífico, sin que genere derecho alguno de contenido económico. De este modo, los galardonados reciben el tratamiento de ilustrísimo con carácter vitalicio y, además, tienen reservado un lugar preferente en los actos institucionales. Como curiosidad, la norma establece que solo se pueden otorgar un máximo de diez medallas de oro y 20 en la categoría de plata.
De políticos a banqueros
Además de Gerardo Diego, la Comunidad ha premiado con su máximo honor a José Simón Azcona Hoya (en el año 1989), descendiente de cántabros y presidente de Honduras entre 1986 y 1990; a Juan de Borbón (1993), jefe de la Casa Real en el exilio durante la dictadura franquista; a El Diario Montañés (2002) y a la Hermandad de Donantes de Sangre (2005), coincidiendo ambas entidades con las celebraciones de sus respectivos centenarios.
Igualmente, se ha entregado la Medalla de Oro al Pueblo Mexicano, que fue recogida por el expresidente de este país Vicente Fox en 2005 como señal de gratitud a este territorio que acogió a muchos montañeses emigrados o exiliados. Al año siguiente, se reconoció a Manuel Díez de Velasco, destacado jurista que formó parte del Tribunal Constitucional.
En 2007, Emilio Botín recibió la medalla en nombre del Banco Santander, que ese año celebraba su 150 aniversario y, finalmente, en 2011 se homenajeó al político Alfonso Osorio por el papel que desempeñó durante la Transición.
En cuanto a las Medallas de Plata han sido entregadas al poeta José Hierro (1990); al deportista olímpico Manuel Abascal (2004); a José Luis Ocejo (2004), director del Festival Internacional de Santander (FIS) durante 33 años; a Manuel Gutiérrez Elorza (2005), fundador de Conservas Lolín, y a Enrique Campos Pedraja (2006), economista e impulsor del Centro Montañés de Investigación y Desarrollo Empresarial (Cemide). También dos empresas han sido reconocidas: Saint Gobain (2011) y Ferroatlántica (2013).
Hijos Predilectos y Adoptivos
Cantabria suma 15 nombramientos más entre Hijos Predilectos e Hijos Adoptivos. La diferencia entre ambas distinciones es que en el primer caso se circunscribe únicamente a personas que hayan nacido en la Comunidad, mientras que en el segundo caso también se reconoce a la persona sus méritos pero independientemente del lugar de nacimiento, con excepción de Cantabria.
Los nueve Hijos Predilectos son el escultor Jesús Otero (1988); el publicista Eulalio Ferrer; el sacerdote Teodosio Herrera (1993); el obispo Juan Antonio del Val (1994); el golfista Severiano Ballesteros (1999); el ciclista Óscar Freire (2001); el cardenal Herrera Oria (2004); el historiador Joaquín González Echegaray (2006), y el arqueólogo Miguel Ángel García Guinea (2012).
Y seis son los Hijos Adoptivos, todos nombrados en la década de los 90: el político conservador Ambrosio Calzada; los periodistas Florencio de La Lama y Jesús de Polanco; el empresario Modesto Tapia; el médico Segundo López Vélez, y la mecenas Paloma O'Shea.
Para la concesión de cualquiera de estos honores es necesaria la instrucción del correspondiente expediente, a fin de determinar y constatar los méritos y circunstancias que aconsejen y justifiquen el otorgamiento, excepto en el supuesto de que la propuesta fuera formulada por iniciativa del presidente de la Comunidad Autónoma.
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