El presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), Jesús Generelo, tiene la certeza de que el Orgullo "con Carmena va a ser diferente".
El presidente de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB), Jesús Generelo, tiene la certeza de que el Orgullo "con Carmena va a ser diferente" y que los cambios políticos que ha habido en el Ayuntamiento de Madrid ayudarán a que la fiesta sea "más grande, más rico y que englobe a toda la gente de la ciudad", lejos de los problemas que han sufrido bajo el mandato de Ana Botella. Así lo ha declarado al diario Público en una entrevista: "El PP ha sido una piedra en el zapato y nos ha visto todo este tiempo como un enemigo".
En este sentido, los primeros pasos de la actual alcaldesa, Manuela Carmena, han sido bastante significativos:
Ha izado la bandera arcoíris en el Ayuntamiento de la capital durante los días que dura el Orgullo y desea que el evento
"se acabe encuadrando en la historia de Madrid".
Antes de presidir la organización, Generelo trabajó en diferentes planes de educación dentro de FELGTB, luchando por llevar a nivel nacional la Ley Integral de Transexualidad, el Pacto de Estado por el VIH/SIDA, la visibilidad de la diversidad como instrumento pedagógico o la protección legal de la diversidad familiar. Lleva al frente de la Federación desde el mes de febrero, continuando la línea marcada por la anterior presidenta,
Boti García Rodrigo, junto a la que Generelo fue secretario general.
¿Hasta qué punto Zerolo va a estar presente en este Orgullo?
Va a estar presente todo el tiempo: en la pancarta de cabecera como ha estado siempre, en el pregón en el manifiesto, en los actos que se van a organizar, en los Premios Triángulo... No sólo es su Orgullo, los diez años de matrimonio también le pertenecen.
Él es el símbolo de que si hay voluntad política se pueden cambiar las cosas. Hizo de lo personal algo político. Hizo política desde el respeto, convenciendo a los adversarios y no pensando en vencerles únicamente. Siempre quiso sumar y convencer a la gente para que apoyase sus ideas. Recordar la fraternidad le gustaba.
Se acerca la gran fiesta del Orgullo, ¿cómo ha vivido la Federación estos años de mandato de Ana Botella, alcaldesa del Partido Popular?
El PP ha sido una piedra en el zapato y nos ha visto todo este tiempo como un enemigo. El Ayuntamiento de Botella ha aprovechado la crisis para hacer recortes claramente ideológicos, aunque ellos sólo admitan que son económicos. A la Federación le han paralizado totalmente las ayudas.
Botella nos ha puesto muchos problemas, por poner un ejemplo, con la música. Los poderes públicos tienen que aceptar este movimiento tal y como viene y ajustarlo a la legalidad. Ha sido muy difícil trabajar con ellos para organizar el Orgullo. No han querido ver la riqueza que esta celebración es capaz de dar a la ciudad, no sólo a nivel económico, sino también a nivel social y cultural.
Son incapaces de comprender que es un evento nacido de una demanda social, que ha crecido poco a poco y que ahora es un orgullo estatal. Además somos la envidia de muchos países europeos; ningún otro lugar tiene una fiesta así.
¿Qué esperáis de la recién llegada, Manuela Carmena?
Estamos teniendo reuniones con el equipo de Carmena y, aunque no haya dado tiempo a organizar demasiado por el poco tiempo que hemos tenido, nos han ofrecido todo tipo de ayudas. "Lo que necesitéis", dijeron en la última reunión. Sabemos que con Carmena va a ser diferente.
Es injusto que nos miren como un enemigo o como una molestia para la ciudad. Al menos ya podemos dialogar con alguien; nos han dado su palabra de que van a convertir el Orgullo en un tema de ciudad.
Va a haber presencia de Carmena en este Orgullo. El concejal del distrito Centro, Jorge García Castaño, ya ha estado hablando con nosotros y hay voluntad para hacer un Orgullo más grande, más rico y que englobe a toda la gente de la ciudad.
¿Qué espera Chueca y los comerciantes del barrio de la nueva alcaldesa?
Colaboramos con la asociación de comerciantes del barrio, AEGAL, y manifestaron su alivio ante el cambio de interlocución que han experimentado.
Después de estar tantos años en la FELGTB llevando temas educativos, ¿qué medidas cree que deberían tomarse inmediatamente desde el ministerio de Educación?
En primer lugar incluirnos, para que los niños lo vean como algo normal. La diversidad en la escuela no puede ser nunca un conflicto, sino una oportunidad para ampliar la forma de pensar, el respeto y la convivencia. Pasa con los inmigrantes, pasa con las familias homoparentales… es intolerable que tengan que sufrir.
Esto se soluciona trabajando contra los prejuicios, haciendo un cambio de política radical. Con programas como el de “Chueca Kids”, donde hacemos actividades y talleres con los más pequeños, intentamos hacer esto.
En este sentido, ¿qué papel debe jugar la Iglesia?
La mayor parte de la Iglesia española debería medir sus palabras y darse cuenta del daño que pueden llegar a hacer. Su papel es discriminatorio.
Nuestro grupo de Fe y Espiritualidad dentro de la Federación ayuda a quienes tienen problemas en este sentido. Muchos se siente rechazados por su propia Iglesia, y eso es muy duro para un creyente.
Ha habido cambios con este Papa porque no sentimos la
agresividad que sentíamos con Rouco, pero sigue habiendo declaraciones que hacen mucho daño. Por ejemplo, Cañizares hablando de la homosexualidad es ver una obsesión.
¿Es cierto que Alfonso Alonso no se ha reunido aún con vosotros?
Hasta ahora no. Reducir fondos en prevención es hipotecarse para el futuro, por la cantidad de personas que se pueden infectar. Desde Sanidad se han disfrazado las cuestiones ideológicas de económicas. A nivel educativo pasa exactamente lo mismo.
Nos reunimos con sus secretarios de Estado y tenemos la sensación de que les entra por un oído y les sale por otro. La respuesta del Gobierno no es lo que nuestro colectivo se merece.
¿Qué esperáis de las elecciones generales? Por los planes a nivel estatal que queréis proponer como la Ley Integral de Transexualidad o el Pacto de Estado por el VIH/SIDA.
En realidad lo que reivindicamos en este Orgullo son cosas a nivel estatal. Que la igualdad legal sea igualdad real y viceversa. La Ley Igualdad LGTBI, la Ley de Transexualidad, el pacto de Estado contra el VIH/SIDA y contra la discriminación, o el plan urgente para reducir los niveles de acoso escolar que muchos niños sufren son algunas de nuestras prioridades.
Por estas propuestas, da la sensación que el cambio en la Federación es continuista, puesto que fuiste secretario general con Boti.
Sí, pero exigimos muchos cambios cómo los que te he indicado. Llevamos 10 años de matrimonio igualitario y ahora queremos conseguir la igualdad real. Cataluña y Extremadura con la Ley de Igualdad LGTBI y Andalucía con la Ley de Transexualidad son los primeros pasos.
Los derechos son contagiosos. Muchos países europeos quieren tener las leyes que tenemos nosotros. Es necesario un cambio de política a nivel estatal, sobre todo a nivel educativo. Si legalmente no se pueden impedir derechos, sí pueden ponernos obstáculos. Con Educación para la Ciudadanía se empezó a trabajar el acoso, pero la actualmente no se permite trabajar nuestras ideas.
¿Cuál es vuestro papel a nivel europeo?
Tenemos una visión integradora formando parte de International Lesbian, Gay, Bisexual, Trans and Intersex Association (ILGA). Igual que tenemos 43 organizaciones en todo el territorio español, intentamos que funcione igual en Europa.
Tenemos muy pocos fondos porque las ayudas nos las han recortado hasta niveles dramáticos y trabajar con Europa cuesta mucho dinero. Somos órgano consultor de Nacionales Unidas por lo que intentamos que no ser homosexual no sea un privilegio de occidente, sino que se expanda al resto de países. Ya no es desde un punto de vista de solidaridad, sino de justicia.
¿Hay mucha migración homosexual?
Claro, de hecho se están poniendo muchos impedimentos para que se puedan cumplir las leyes. La Ley dice que hay que dar asilo a gays, lesbianas o transexuales que necesiten asilo por correr peligro en sus países y no lo hace. Se deniegan asilos hasta en situaciones claramente demostradas de riesgo de muerte.
Hace un mes una chica de Camerún, Christelle Nangnou, tuvo que hacer con nosotros una recogida de firmas urgente en Change.org porque la devolvían en 4 días a su país. El Ministerio del Interior no se creía su historia y no hizo nada porque se quedara. Christelle había sido portada en un periódico de su país, señalada por ser activista lésbica.
¿Ha aumentado la homofobia en estos últimos años?
No ha aumentado. Comparativamente con otros países no somos de los que más sufren. Venimos de un país en el que hace sólo 40 años te metían en la cárcel por sospechar que podías ser homosexual, daba igual que ni siquiera hubieras mantenido relaciones sexuales. Si miramos atrás vemos que hemos avanzado muy deprisa aunque aún queden muchos flecos.
El acoso escolar o los delitos de odio son algo sistémico. Hace muy poco el Ministerio sacó un informe donde el 40% de los delitos de odio es por homofobia. Segue habiendo dificultades a la hora de tratarte como a un ciudadano más.
¿Las redes han reducido o fomentado el acoso?
Ambas. Los adolescentes que vienen a la Federación con experiencia de discriminación, en muchas ocasiones ha sido a través de la Red, pero es un acoso mucho menor que el que han sufrido generaciones anteriores. Además gracias a Internet tienen más información y no viven esa soledad que vivíamos la personas de mi generación.