Imagen: El País / Victoria Gómez y Rubén Castro |
El 75% de estas personas considera que los profesionales sanitarios tienen un conocimiento bajo o muy bajo sobre su realidad, según un sondeo de la FELGTB.
Ana Teresa Roca | El País, 2019-06-12
https://elpais.com/sociedad/2019/06/12/actualidad/1560346881_980163.html
Cuestiones como querer que te congelen los óvulos antes de hormonarte; acudir a una consulta de ginecología y que el sistema te la anule porque tu nombre es masculino; que les llamen por un nombre masculino hasta que descubren que sus genitales no lo son; pedir cita con un endocrino y que te deriven a psiquiatría. Estas son algunas de la trabas que se detectan en una pequeña encuesta presentada por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) y Médicos del Mundo. Por ello, Rubén Castro siempre va al médico desde hace años con la ley en su mochila. “He tenido que cambiar varias veces de doctor por el desconocimiento y desinformación que existe en torno a las personas trans”, afirma. Y Castro no es un caso único.
La mitad de estas personas anula o retrasa sus citas médicas por el malestar que les produce pensar que van a vivir una nueva situación de discriminación como la que han sufrido en anteriores consultas. Esto se debe a que el Sistema Nacional de Salud aún aborda la transexualidad desde una perspectiva binaria y estereotipada, según el sondeo. El 20% de las personas trans anula sus compromisos médicos por temor a que se las llame por un nombre que no es el suyo, el 16% porque piensa que no se les tratará con respeto y el 14% porque no quiere que se les invisibilice como personas trans en la consulta.
Así se han sentido Victoria Gómez y Rubén Castro, quienes achacan estas situaciones a la falta de conocimiento y formación, aunque en ocasiones también de voluntad. “Pedimos que se nos llame por el nombre que sentimos, pero esta petición nunca se cumple”, dice Gómez. "Mi nombre oficial es Víctor, y cuando me identifico como Victoria y me llaman con el anterior, la gente espera encontrarse con Víctor, ahí empieza ese choque emocional de sentirte avergonzada, de vulnerabilidad”, explica. De hecho, el 50% de las personas asegura que han sufrido un trato discriminatorio en alguna ocasión al acudir a los servicios sanitarios, de las cuales un 16% dice haberlo sentido siempre o casi siempre.
La primera vez que Castro acudió al sistema sanitario pidió cita con el endocrino, pero le derivaron a psiquiatría. “Y no me daban opción. Me decían que no podía acudir sin tener un informe psiquiátrico que de verdad diagnosticara mi identidad”, resalta. Casi el 30% de los encuestados afirmaron que ya no van al médico nunca o casi nunca y alegaron como motivo el trato discriminatorio. “Tenemos mucho miedo y rechazo al acudir al médico. No puede ser que mi bienestar sanitario dependa de la persona que me está atendiendo”, señala Castro. Y lamenta que en la actualidad se siga patologizando su condición sexual y no se le facilite la visita al ginecólogo, cuando tiene derecho, porque sus papeles ya cambiados le identifican como hombre.
Sensibilización, formación y cambios legislativos
Victoria Gómez es hondureña, y según la ley vigente de 2007 solo los españoles pueden optar al cambio de nombre en los documentos oficiales. Lleva tres años viviendo en España y aún le quedan dos para optar a la nacionalidad. “El derecho a la autodeterminación debe estar garantizado por la legislación española, tal y como indica el Parlamento Europeo. A día de hoy, solo está reconocido en algunas comunidades gracias a las legislaciones autonómicas, pero no podemos permitir que la ciudadanía tenga distintos derechos en función de donde resida. Necesitamos una ley estatal, así como la correcta atención sanitaria a estas personas”, ha zanjado el secretario de organización de la FELGTB, Loren González.
Con el objetivo de mostrar las distintas situaciones a las que se enfrentan las personas transexuales en los centros de salud, la FELGTB ha desarrollado un ‘Manual de Instrucciones’, vídeos que ofrecen pautas para el personal sanitario.
El 75% de las personas trans considera que el personal sanitario tiene un conocimiento bajo o muy bajo sobre su realidad. “En algunas provincias no hay ni unidades de identidad de género o endocrinos especializados, por lo que muchos se tienen que ir a médicos privados o, directamente, no acuden a las consultas”, ha recalcado Inmaculada Amador, psicóloga de Médicos del Mundo.
Ante esto, han solicitado que, de manera “prioritaria”, se forme a los profesionales sanitarios, tanto del sector público como del privado, sobre las particularidades de la realidad transexual. Y que se modifique de manera “urgente” la ley, que aún exige un diagnóstico médico que establezca que no te identificas con el género con el que has nacido (disforia de género) para poder realizar el cambio de nombre en el registro oficial, así como haber realizado dos años de tratamiento hormonal, ser español y mayor de edad.
La mitad de estas personas anula o retrasa sus citas médicas por el malestar que les produce pensar que van a vivir una nueva situación de discriminación como la que han sufrido en anteriores consultas. Esto se debe a que el Sistema Nacional de Salud aún aborda la transexualidad desde una perspectiva binaria y estereotipada, según el sondeo. El 20% de las personas trans anula sus compromisos médicos por temor a que se las llame por un nombre que no es el suyo, el 16% porque piensa que no se les tratará con respeto y el 14% porque no quiere que se les invisibilice como personas trans en la consulta.
Así se han sentido Victoria Gómez y Rubén Castro, quienes achacan estas situaciones a la falta de conocimiento y formación, aunque en ocasiones también de voluntad. “Pedimos que se nos llame por el nombre que sentimos, pero esta petición nunca se cumple”, dice Gómez. "Mi nombre oficial es Víctor, y cuando me identifico como Victoria y me llaman con el anterior, la gente espera encontrarse con Víctor, ahí empieza ese choque emocional de sentirte avergonzada, de vulnerabilidad”, explica. De hecho, el 50% de las personas asegura que han sufrido un trato discriminatorio en alguna ocasión al acudir a los servicios sanitarios, de las cuales un 16% dice haberlo sentido siempre o casi siempre.
La primera vez que Castro acudió al sistema sanitario pidió cita con el endocrino, pero le derivaron a psiquiatría. “Y no me daban opción. Me decían que no podía acudir sin tener un informe psiquiátrico que de verdad diagnosticara mi identidad”, resalta. Casi el 30% de los encuestados afirmaron que ya no van al médico nunca o casi nunca y alegaron como motivo el trato discriminatorio. “Tenemos mucho miedo y rechazo al acudir al médico. No puede ser que mi bienestar sanitario dependa de la persona que me está atendiendo”, señala Castro. Y lamenta que en la actualidad se siga patologizando su condición sexual y no se le facilite la visita al ginecólogo, cuando tiene derecho, porque sus papeles ya cambiados le identifican como hombre.
Sensibilización, formación y cambios legislativos
Victoria Gómez es hondureña, y según la ley vigente de 2007 solo los españoles pueden optar al cambio de nombre en los documentos oficiales. Lleva tres años viviendo en España y aún le quedan dos para optar a la nacionalidad. “El derecho a la autodeterminación debe estar garantizado por la legislación española, tal y como indica el Parlamento Europeo. A día de hoy, solo está reconocido en algunas comunidades gracias a las legislaciones autonómicas, pero no podemos permitir que la ciudadanía tenga distintos derechos en función de donde resida. Necesitamos una ley estatal, así como la correcta atención sanitaria a estas personas”, ha zanjado el secretario de organización de la FELGTB, Loren González.
Con el objetivo de mostrar las distintas situaciones a las que se enfrentan las personas transexuales en los centros de salud, la FELGTB ha desarrollado un ‘Manual de Instrucciones’, vídeos que ofrecen pautas para el personal sanitario.
El 75% de las personas trans considera que el personal sanitario tiene un conocimiento bajo o muy bajo sobre su realidad. “En algunas provincias no hay ni unidades de identidad de género o endocrinos especializados, por lo que muchos se tienen que ir a médicos privados o, directamente, no acuden a las consultas”, ha recalcado Inmaculada Amador, psicóloga de Médicos del Mundo.
Ante esto, han solicitado que, de manera “prioritaria”, se forme a los profesionales sanitarios, tanto del sector público como del privado, sobre las particularidades de la realidad transexual. Y que se modifique de manera “urgente” la ley, que aún exige un diagnóstico médico que establezca que no te identificas con el género con el que has nacido (disforia de género) para poder realizar el cambio de nombre en el registro oficial, así como haber realizado dos años de tratamiento hormonal, ser español y mayor de edad.
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