domingo, 30 de junio de 2019
#titulares | 2019 | junio
¿Qué lleva a un homosexual a votar a un político que quiere quitarle derechos? Las respuestas las dan cuatro votantes gais del partido de ultraderecha.
Guillermo Alonso | El País, 2019-06-28
https://elpais.com/elpais/2019/06/25/icon/1561468696_240569.html
#hemeroteca #trans #testimonios | Carla Antonelli: “He pasado de maricón a señoría”
Imagen: El País / Carla Antonelli |
La diputada madrileña y activista transexual dice sentir pena por Rocío Monasterio y confiesa estar en el momento más feliz de su vida.
Luz Sánchez-Mellado | El País, 2019-06-30
https://elpais.com/sociedad/2019/06/28/actualidad/1561724292_581698.html
¿Le felicito el cumpleaños o no le gusta que se lo recuerden?
Presumo de años. Debo de ser de las pocas de mis amistades que cumplen todos los años, porque otras solo lo hacen cada cuatro. Si a los 17 me dices que iba a llega a los 60, te hubiera llamado loca. Nunca pensé que superaría los 45, por la vida a la que pensábamos que estábamos predestinadas las personas trans. Creíamos que íbamos a tener que vivir rápido y a morir jóvenes y bellas. Demasiados amigos y amigas han muerto literalmente en la calle por el sida, los suicidios, el abandono, el desarraigo. Soy una superviviente. Sigo estirando el chicle.
¿Cómo lo ha logrado?
Aprendiendo a vivir y a resistir y a convertir lo negativo en positivo, fabricando resiliencia antes de saber siquiera que existía.
¿Pionera hasta para eso?
Leí esa palabra en un avión, leyendo una revista, y me dije: 'esto es lo que llevo haciendo toda la vida'. El cerebro. ante las grandes adversidades, lucha para sobreponerse y no sucumbir. Hubo una época en la que pensé en quitarme de en medio. Recuerdo una situación tragicómica en la que no me tiré de un quinto piso porque me daba vértigo. Ya no sabes si es valentía o cobardía, pero cuánto me alegro de no haberlo hecho.
Es, literalmente, una mujer hecha a sí misma. ¿Se gusta?
Llevo toda la vida intentando gustarme y ser coherente con lo que pienso y hago. Y cuando me da la bajona, me tumbo en el sofá, y pienso, como Escarlata O´Hara, que mañana será otro día.
¿Cómo le va en los amores?
Lo he conocido de todos los colores, incluso he dormido con mi propio enemigo, pero en esta época de mi vida, he decidido vivir una soledad elegida. Desde hace muchos años no quiero compartir mi vida con ningún hombre.
¿Le dan envidia los jóvenes trans que no han tenido armario y gozan del apoyo de sus padres?
Envidia, ninguna. Me dan mucho orgullo, y me siento satisfecha de haber puesto un grano de arena en ese camino. A mí me dejaron de hablar dos hermanos hasta el día de hoy. No me avisaron ni para el entierro de mi padre, pusieron mi nombre en la esquela como hijo ausente, y mi madre no me llamó Carla a solas hasta los 93 años, postrada en la cama.
¿Qué le diría a Rocío Monasterio, portavoz de Vox en Madrid, que exige recortar las leyes LGTBI para dar su voto a la derecha?
De mujer a mujer le diría, repiénsatelo, Rocío, de verdad, no merece la pena.
¿Se siente insultada por ella?
No, los insultos me resbalan. Sinceramente, me da pena. Me da una inmensa lástima que hayan fabricado su vida sustentada en el odio a otras personas, y me da pena que no puedan ser felices. Nadie puede ser feliz si sustenta su vida en el odio a los demás.
Y usted, ¿es feliz?
Posiblemente estoy en el momento más feliz de mi vida, todo lo vivido me ha construido y me ha hecho ser quien soy. He sido afortunada porque, estando predestinada al desequilibrio, he hallado la paz en el viaje y he visto el cambio de este país en directo.
Cuénteme ese cambio y ese viaje en menos de dos horas.
Digamos que va desde tenerme que ir de casa en 1977 con 300 pesetas en el bolsillo a una esquina del parque de Santa Catalina de Las Palmas hasta el escaño de primera diputada transexual de España hace ya cuatro años. Lo comentaba con una amiga canaria el otro día: 'Cómo ha cambiado el cuento, mi niña: aquellos que nos llamaban maricones, hoy me llaman señoría'. De maricón a señoría: esa es la grandeza de la democracia. Y no vamos a renunciar a nada de lo conseguido.
Orgullosa mujer
La actriz Carla Antonelli (Güímar, Tenerife, 1959) luchó por los derechos LGTBI en España hasta el punto de ponerse en huelga de hambre en 2006 para que el Gobierno de su propio partido, el PSOE, aprobara la Ley de Identidad de Género. Hoy, a punto de cumplir 60 años, sigue en la brecha.
#hemeroteca #lgtbi #orgullo | Orgullo con veto en Cartagena
Imagen: La Verdad / Marcha del Orgullo LGTBI en Cartagena |
Cientos de personas participan en la manifestación LGTBi, donde Colectivo Galactyco prohibió la presencia en la cabecera de los concejales de PSOE, PP y Cs.
José Alberto González | La Verdad, 2019-06-30
https://www.laverdad.es/murcia/cartagena/orgullo-veto-cartagena-20190629211813-nt.html
La asociación Colectivo Galactyco prohibió la presencia de los concejales de PSOE, PP y Ciudadanos para expresar su rechazo al pacto alcanzado por estos tres partidos para gestionar el Ayuntamiento de Cartagena, y evitar así un Ejecutivo en minoría de MC, a pesar del rechazo de la Ejecutiva regional de los socialistas y de varias agrupaciones locales.
Los responsables de Galactyco acusaron también a PP y Cs de haber frenado el desarrollo de la ley autonómica de 8/2016 de 27 de Mayo, de igualdad social LGTBi. Además, se oponen a los pactos de gobierno alcanzados por el PP «con el partido de ultraderecha» Vox en los ayuntamientos y el que negocian a nivel regional. En la marcha, algunos manifestantes gritaron «Vox, fascista, homófobo y racista», al pasar frente a la sede de esta formación, en la calle Mayor.
El presidente y coordinador de educación de Galactyco, Alberto Alba, manifestó que este grupo quiso subrayar su carácter «independiente», pero también su postura ante «unas circunstancias políticas que nos hacen albergar dudas sobre el compromiso del nuevo Gobierno local en la defensa de los derechos» de lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales.
«Nosotras, como organizaciones de defensa de la población LGTBi, hacemos política. Lo que somos es una asociación apartidista», precisó Alba. Y defendió que una cosa es vetar a los quince ediles del Ejecutivo junto a la pancarta de apertura de la marcha reivindicativa y otra «respetar el derecho de manifestación, porque no se le prohíbe a nadie ir» más atrás. Así lo hicieron, como otros años, Juventudes Socialistas y el PSOE.
Música y reivindicación
Al inicio de la marcha, tras una batucada, portaron la pancarta el concejal portavoz de MC, José López, y los también ediles de este partido Jesús Giménez y María José Soler. También estuvo la edil y portavoz de Podemos IU-Verdes Equo, Pilar Marcos, así como los líderes comarcales de los sindicatos UGT y CC OO, Fulgencio Andreu y José Ibarra, respectivamente.
En la parte final del desfile, junto a la delegación socialista, participó el concejal de Igualdad, David Martínez, del PSOE. El edil mostró su «respeto por la decisión» de Galactyco, si bien agregó que los socialistas siempre han «promovido la defensa de la igualdad y de los derechos del colectivo LGTBi» desde todas las instancias de poder, y que así seguirá haciéndolo. Martínez subrayó que si en algún momento se planteara en la Corporación alguna propuesta que fuera en contra de esta política, su partido «votaría en contra», pero remarcó que, hasta ahora, todos los grupos políticos aprobaron «por unanimidad» las declaraciones institucionales relativas al colectivo, incluido el izado de la bandera arcoíris. También recordó la implicación del Ayuntamiento en todos los actos de la Semana EnorgulleCT 2019.
El desfile de este sábado por la tarde incluyó la actuación del grupo coreográfico Paraíso, cinco carrozas y la exhibición de pancartas con distintos lemas por parte de Podemos, Juventud Comunistas, Fundación Cepaim y No Te Prives, entre otras entidades. La marcha, en una tarde calurosa y con decenas de espectadores, partió de la calle del Carmen. La organización previó la lectura de un manifiesto en el Muelle Alfonso XII y, posteriormente, una fiesta con diversas actuaciones musicales.
#hemeroteca #lgtbi #orgullo | La cruzada del orgullo gay continúa 50 años después
Imagen: El País / Stinewall Inn, Nueva York |
Cada 28 de junio activistas se concentran en el Stonewall para conmemorar la histórica revuelta y recordar a los que lanzaron la cruzada contra la opresión que sufrían los gais.
Sandro Pozzi | El País, 2019-06-30
https://elpais.com/sociedad/2019/06/28/actualidad/1561723758_580997.html
Cada 28 de junio desde entonces, activistas como Martha Shelley se concentran en ese mismo lugar para conmemorar la histórica revuelta y recordar a los que lanzaron la cruzada contra la opresión que sufrían los gais. Estuvo al inicio con la revolución que lideró el Gay Liberation Front. El 50 aniversario, dice, es el momento perfecto para hacer una pausa y examinar el camino recorrido para evolucionar.
“Los homosexuales estábamos destinados a no existir”, recuerda el artista Tommy Lanigan-Schmidt. Ir a Stonewall Inn le hacía sentirse humano. En Nueva York no era ilegal servir en un bar a gay, pero casi. En aquella época no ondeaban las banderas del arcoíris, ser homosexual era motivo de despedido e incluso les negaban el alquiler. Eran vistos como pervertidos sexuales o enfermos mentales.
El mundo es ahora muy diferente. El Stonewall Inn dejó de ser un lugar oscuro regentado por la mafia donde los homosexuales podían bailar juntos a escondidas. Pero la cruzada continúa. Los participantes en la concentración esperan que el hito del 50 aniversario represente una nueva de muestra de fuerza frente a los ataques que los derechos de la comunidad LGTBIQ sufren en el clima político actual.
El grito de Stonewall contra la discriminación retumbó con fuerza por todo el mundo. La actriz Whoopi Goldberg insiste en que la celebración debe ser una oportunidad para dar nueva energía a este movimiento de liberación e inclusión. “Los últimos 50 años de orgullo no fueron fáciles”, recordó, “siempre habrá fuerzas luchando contra la comunidad”.
Por el escenario montado en la calle Christopher con Waverly Place pasó también Lady Gaga. "Sois la pura definición del coraje", afirmó ante los asistentes bajo un calor intenso, "esta comunidad ha luchado y sigue luchando una guerra por ser aceptados, una guerra por la tolerancia". La llama que prendió el alzamiento sigue viva, pero los activistas coinciden que cambió el campo de batalla.
Familia global
El orgullo es ahora una fuerza imparable, como dice Maryanne Fine, copresidenta de NYC Pride, “ahora somos una familia global y tenemos que recordar a los que siguen luchando por el mundo”. Y no solo para defender los derechos de los homosexuales. Unen fuerzas por cualquier persona que se sienta marginada. Como dice Paris, “es una obligación hacia los que afrontan los mismos retos”.
Sarah Ellis dice en este sentido que “la aceptación no es algo sobre lo que se pueda legislar”. “Nuestras historias son la herramienta más poderosa para ser aceptados”, insiste, “si no, no estaremos seguros”. La activista Monica Helms, creadora de la bandera transgénero, denunció la represión que sufre entre su colectivo las mujeres de color. Diez murieron en lo que va de año en EE UU.
"El transgénero es el gran reto", señala Summer Minerva, "la gente se encuentra más cómoda con la sexualidad pero no con el género". El motivo por el que importan los primeros activistas como Sylvia Rivera, que puso la T al moviento, no es que tirara el primer ladrillo contra la intolerancia sino por todos los que siguieron después. "En lugar de esconderse aprendieron a representar", añade.
Aquel primer acto de resistencia duró cinco días y se saldó con docenas de arrestos. La policía acabó cerrando el bar. Pero la revolución estaba en marcha. La lucha por la supervivencia y la aceptación se transformó en la celebración del orgullo de ser gay. La primera marcha se celebró un mes después justo al lado, en la plaza de Washington Square, y congregó a medio millar de personas.
Disidentes
Stacy Lentz, dueña del Stonewall Inn, cuenta cómo su principal objetivo ahora es preservar el valor histórico del local. El bar es una meca a la que acude la comunidad para celebrar nuevas victorias, como la legalización del matrimonio sexual por parte de Tribunal Supremo. El presidente Barack Obama declaró la zona monumento nacional como reconocimiento a su papel en la historia de EE UU.
La comunidad LGTBIQ es una parte esencial de Nueva York. La ciudad acogió durante todo el mes de junio múltiples eventos para conmemorar el 50 aniversario de las revueltas en el Stonewall Inn. Culminará este domingo con la gran marcha anual del Orgullo. Es el evento más importante que se celebra en la ciudad de los rascacielos y coincide por primera vez con el WorldPride Festival.
Los organizadores de Heritage on Price esperan la participación de 150.000 personas, además de los cientos de miles que se concentran en las aceras por todo el recorrido. Pero este año habrá marcha alternativa de protesta, bautizada como la Queer Liberation March. Los disidentes se quejan de que la NYC Pride es demasiado festivo y comercial, como la cabalgata de Acción de Gracias de Macy´s.
Tom Viola participó por primera vez en la Marcha del Orgullo hace justo cuatro décadas, cuando seguía siendo un símbolo de rebeldía contra la opresión. Cree que la celebración se volvió excesiva. “No se trata de reconocer solo nuestros logros”, dice, “también hay que velar a los que perdimos y ser perseverantes frente a los que siguen tratando medio siglo después amedrentarnos y degradarnos”.
#hemeroteca #lgtbi #orgullo | A Quinta de San Amaro se llena de orgullo
Imagen: La Voz de Galicia / A Quinta de San Amaro, Meaño |
El hotel de Meaño celeró la quinta edición de su atardecer solidario.
La Voz de Galicia, 2019-06-30
https://www.lavozdegalicia.es/noticia/pontevedra/2019/07/01/quinta-san-amaro-llena-orgullo/0003_201907P1C3994.htm
#hemeroteca #lgtbi | David Holguín: «La aparición de El Bola en el Cáceres de los 80 supuso un antes y un después. Su valentía se traduce en que hoy vivimos con libertad nuestra sexualidad»
Imagen: El Periódico Extremadura / David Holguín (d) |
David Holguín: «La aparición de El Bola en el Cáceres de los 80 supuso un antes y un después. Su valentía se traduce en que hoy vivimos con libertad nuestra sexualidad».
Miguel Ángel Muñoz Rubio | El Periódico Extremadura, 2019-06-30
https://www.elperiodicoextremadura.com/noticias/masperiodico/david-holguin-menu-la-aparicion-bola-caceres-80-supuso-antes-despues-valentia-traduce-hoy-vivimos-libertad-nuestra-sexualidad_1172534.html
Es protagonista de un acontecimiento histórico, la creación de la
primera concejalía LGTBI del Ayuntamiento de Cáceres, que a partir de
ahora defenderá los derechos de los gais, lesbianas, bisexuales y
transexuales. Nadie mejor que él para asumir el reto: joven, politólogo,
un aguerrido ángel del socialismo que confesó su homosexualidad con 17
años, y desde entonces lleva luchando desde la primera fila para que la
igualdad sea no solo un concepto sino un dulce hecho. Concejal de LGTBI
(Cáceres, 1987).
-Hable de su infancia...
-Mi infancia transcurrió en dos lugares diferentes, primero en la calle Cuba, en el barrio de Llopis Iborra, donde viví hasta los 5 años. En 1992 nos mudamos a las primeras casas que se hicieron en La Mejostilla, de modo que crecí en un lugar desarrollado por la burbuja inmobiliaria. ¿Parte bonita de mi infancia? Diría una: con mi abuela Luisa y mi abuelo Pichi yendo a la estación a ver el Talgo que llegaba a las seis de la tarde procedente de Madrid.
-¿Cómo eran sus abuelos?
-Luisa y Pichi, ya fallecidos, han sido parte fundamental en mi infancia porque me criaron. Al final quien concilia laboralmente con los padres son los abuelos. Mi abuelo Carlos y mi abuela Vicenta, que aún viven, eran la otra parte de esas cuatro patas junto con mis padres como apoyo a la familia.
-¿Cómo veía a Cáceres hace unos días y cómo la ve hoy?
-Cáceres es una ciudad con muchas oportunidades, hace unos días y ahora también. Cáceres se ha construido en cosas positivas y en cosas negativas, con lo cual lo que tenemos que sacar como balance es lo que ha sumado, y lo que ha restado vamos a intentar olvidarlo. A partir de ahora se abre un nuevo tiempo en la ciudad con el proyecto socialista que encabeza Luis Salaya. Se avecinan unos años ilusionantes, imprescindibles para Cáceres.
-¿En qué sentido?
-Serán los años del AVE, esperamos que así sea; donde los nuevos impulsos turísticos de la ciudad se llevarán a cabo. Tenemos un nuevo modelo mundial en el que el turismo será un pilar de desarrollo fundamental; y Extremadura, y Cáceres en concreto, impulsará recursos como el agua, el turismo familiar y la ciudad monumental, un importante enclave que hay que saber aprovechar. Pero no solamente eso, tenemos una riqueza prehistórica y natural que hay que preservar y potenciar.
-Dirige la primera Concejalía LGTBI que se crea en el Ayuntamiento de Cáceres, ¿cómo se siente?
-Es una gran responsabilidad. No solamente evidencia el apoyo institucional con su creación, es también un reto personal y un reto para la propia ciudad. Y es así por dos motivos, el primero porque se visibiliza dentro del ayuntamiento como una piedra angular del desarrollo político de este gobierno. El segundo porque es una forma de hacer política con presupuesto. Hasta ahora no se habían otorgado partidas para desarrollar acciones activas LGTBI y creemos que son esenciales. Cáceres ha pasado en el último año a tener cuatro agresiones homófobas que no pueden ser silenciadas. Eso nos parece muy preocupante y por eso el ayuntamiento tiene que encabezar y dirigir esta iniciativa, pero sin olvidar que esta concejalía no es del concejal ni del ayuntamiento sino de los activistas, que apostaron por ella hace ya mucho tiempo.
-En 2013 escribió en las redes sociales: “Soy maricón y rojo”. En el 39 podrían haberlo fusilado por decir esto...
-Sí. En el 39 me podrían haber fusilado y hace unos años me podrían haber agredido, y todo esto no está garantizado que no pueda suceder en el futuro. Ahora mismo la situación que vive España es la de un país que cree en la igualdad, que construye igualdad. Es verdad que somos uno de los países más avanzados en materia LGTBI, pero no nos podemos relajar. En los últimos años han brotado corrientes homófobas que han intentado silenciarnos o construir unos discursos sencillos que camuflan la homofobia y calan en una parte de la sociedad.
-¿Qué le diría a toda esa generación que desde la Transición marcó el camino para la conquista de los derechos del colectivo, que por cierto se homenajea este año en Madrid con motivo de la Semana del Orgullo?
-A ellos hay que decirles gracias, pero gracias con mayúsculas. Al fin y al cabo estamos aquí, disfrutando de nuestros derechos, gracias a toda una trayectoria histórica que arranca antes de la Transición. En Badajoz, en la sede del Meiac, hubo una cárcel para homosexuales, lesbianas, bisexuales y transexuales. Y eso ocurrió aquí, en esta tierra. En la Transición hubo mucha gente que decidió dar el paso, con todas las críticas, las circunstancias y la idiosincrasia de capitales de provincia. En Cáceres, sin ir más lejos, El Bola supuso un antes y un después. ¿Qué hubiera ocurrido en esta ciudad sin El Bola? Nunca había salido a la palestra alguien con esa valentía que tuvo en los años 80 para marcar el pulso y el ritmo que hoy se traduce en que cada uno de nosotros vivimos con libertad nuestra sexualidad.
-Usted la vivió con libertad a partir de los 17, ¿cómo lo recuerda?
-La verdad es que en el ámbito personal nunca tuve problemas y recibí un apoyo constante. Mi familia me acogió con los brazos abiertos y, como siempre digo, una madre te conoce desde que naces. Tengo dos tíos homosexuales que se casaron prácticamente a la par de la aprobación de la Ley del Matrimonio Igualitario. Cuando tú no sabes qué ocurre, entiendes que tienes que buscar una chica para formar una familia. Estudié en un colegio católico donde tampoco se me inculcó otra variante distinta a esa. Otro de los apoyos fundamentales para saber cómo orientar mi vida fue José María Núñez, de Fundación Triángulo.
-Hablaba antes de esos cuatro casos de agresiones homófobas. Cáceres es una ciudad abierta y solidaria, sin embargo lidera ese triste ránking en Extremadura, ¿por qué?
-No se sabe, se sabe que ocurre, y ahora hay que buscar las razones. La homofobia no tiene detrás ninguna razón más que el odio hacia el homosexual, las lesbianas, los bisexuales o los transexuales. Y ese odio deriva hacia la violencia. Cáceres debe de luchar contra eso, no podemos vivir de espaldas a eso; si existe, hay que atajarlo. No podemos agarrarnos a otro reducto para huir. Cáceres es una ciudad abierta, diversa, que acoge, pero existen estos casos y hay que solventarlos.
-Se ha referido a El Bola. Conociendo estas agresiones o el reciente caso de La Manada, ¿no cree que se ha producido un retroceso y que en los 80 éramos más modernos?
-Hubo una primera sentencia injusta de La Manada, que fue criticada por las mujeres y los hombres que las apoyamos con un pasito por detrás y salimos a las calles para gritar que esa sentencia no nos parecía correcta; es decir, era una vergüenza. Ahora, los 15 años de condena me parecen pocos, pero es una sentencia que, al menos, hace justicia. No creo que la sociedad de los 80 sea más moderna que la de ahora sino que son tiempos distintos. Y todo se construye a base del esfuerzo y de los años. Y todo suma porque si no hubieran existido esos 80 reivindicativos, España no sería lo igualitaria y diversa que es hoy. Al final todo se construye a lo largo de la historia y no podemos olvidar que en el caso de La Manada hemos construido historia con esta sentencia y que no nos podemos relajar; las mujeres deben empoderar el camino que hemos seguido en el ámbito del feminismo y siempre de la mano del colectivo LGTBI.
-¿Con estos casos no estima que la juventud de hoy es más intolerante?
-No lo creo. Estamos viviendo una época, aunque no nos demos cuenta, en la que hay corrientes que están luchando contra el feminismo y la diversidad sexual y eso no puede seguir así. Nuestro objetivo es visibilizar que esta diversidad existe, que las mujeres no son una minoría, porque son una mayoría, y que los derechos de mujeres, gays, lesbianas, bisexuales y transexuales están ahí y no vamos a retroceder ni un paso. Ese es el objetivo.
-¿Y en el ámbito laboral?
-Siguen produciéndose situaciones dispares, existe una brecha salarial, incluso en la administración pública, que es el ámbito más objetivo. Se demuestra con datos que las mujeres hacen menos horas extra porque se les asignan unos cuidados familiares, y esas horas las realizan los hombres. La cuestión es que tenemos que seguir trabajando para que la brecha salarial y la discriminación laboral por la orientación sexual acaben, porque nos parecen cosas pequeñas en el corto plazo, pero a la larga tienen sus consecuencias. Por ejemplo, que alguien no pueda mostrarse en el trabajo tal y como es en virtud de su orientación sexual. Yo nunca he tenido ningún problema, es verdad que en mi desarrollo laboral nunca he tenido conflictos ni en el ámbito de la empresa privada ni ahora en el público, pero existen casos en los que un hombre no puede presentar a su marido en el trabajo o invitar a la boda a sus compañeros por aquello del ‘qué ocurrirá después’.
-¿Por qué se dice aún: ‘Ten cuidado, que ese es gay’. Nunca he escuchado: ‘Ten cuidado, ese es hetero’?
-Existen todavía casos de homofobia que te señalan con palabras, gestos y hechos en el día a día, y esas son concepciones que hay que ir cambiando en la diversidad.
-¿La homofobia podría estar producida por la represión que ciertas personas hacen de sus propios deseos?
-La homofobia parte de la cultura que hemos asumido como sociedad. No busquemos más razones para la homofobia sino el odio al otro.
-¿Por qué recomendaría decir que se es gay?
-Simplemente porque la visibilidad lo que hace es no solo concienciarte a ti mismo sino que es un gesto político: el ser visible conlleva que la igualdad se extienda, construimos referentes. Nunca obligaría a nadie a decirlo, pero me parece más oportuno. Nosotros tenemos que etiquetarnos porque hay que seguir luchando contra la sociedad que estamos viviendo. Yo no debería decir que soy gay pero en este ámbito y en este momento hay que decirlo, ¿por qué? por que hay que visibilizarse.
-Las urnas han expandido el odio hacia la diversidad sexual. ¿Considera que la entrada de la ultraderecha en ayuntamientos y parlamentos augura un retroceso en las políticas educativas sexuales y un aumento de presión hacia el colectivo LGTBI?
-Espero que la ultraderecha no tenga poder de decisión. La izquierda se posiciona del lado de nuestro colectivo y entiendo que partidos que se sitúan en el centro derecha han asumido ya como propia esta reivindicación. Ahora bien, aunque la ultraderecha no vaya a influir en esta agenda, es muy peligroso que inculque ese odio en el lenguaje cotidiano, que es lo que más me preocupa. Al final, si lideran con estos mensajes el ideario político están cambiando la concepción social. Y es más importante incluso que la sociedad no vaya por esos derroteros, aunque se citen en el Parlamento, porque me parece más importante que la calle no adopte esos mensajes como algo natural. Es decir, no podemos buscar el odio hacia el otro como si fuera algo liviano. No puede darse el caso. Creo que por las mayorías parlamentarias la ultraderecha está estancada, pero los mensajes de odio sí pueden calar en la sociedad y eso es lo que hay que combatir.
-Claro, porque diputados de Vox están a favor, por ejemplo, de la libertad de los padres para llevar a terapia a sus hijos gay y eso crea un poso...
-El de las terapias para homosexuales es uno de los casos que se está dando en muchos ámbitos y ciudades desde los mal llamados cursos de orientación sexual para revertir la homosexualidad, que imparten psicólogos que no tienen títulos. Algunos los promueven desde la Iglesia Católica o ajenos a ella, pero son cursos que no tienen razón de ser. Simplemente están buscando una fórmula para que las personas que acuden a ellos se sientan mal, vuelvan a esa heterosexualidad, algo que resultará finalmente imposible.
-Víctor Gutiérrez, uno de los mejores waterpolistas de España, declaró su homosexualidad hace tres años. Ha dicho: “Es difícil que Real Madrid o Barça apoyen a futbolistas gays”, y no porque sean homófobos sino porque tienen contratos millonarios con empresas de países donde la homosexualidad está castigada. Es terrible...
-La homofobia en el deporte es un hecho. Pero no solamente en el deporte de élite, es un hecho en el deporte de base. Hay que seguir trabajando para que una persona pueda vivir su orientación, cualquiera que sea, dentro del ámbito deportivo. De hecho es uno de los principales problemas, el de desarrollar la carrera deportiva de un chico homosexual o una chica lesbiana o transexual. Al final son grupos colectivos y si esa sexualidad no se vive con naturalidad en un equipo de fútbol o de baloncesto, merma a la persona afectada porque no puede sentirse tal y como es. Hay casos en los que se han creado asociaciones LGTBI en el ámbito deportivo que están funcionando muy bien. El modelo a seguir es continuar educando desde la base para que eso se inculque en las élites deportivas. Y creo que llegará, al igual que hasta hace bien poco las mujeres no podían formar equipos femeninos.
-¿Por qué hay gente que se empeña en decir que el amor homosexual es corrupto en su origen?
-El amor es el amor, las mariposas en el estómago llegan con quien te gusta, no hay otra razón de ser. Todos hemos sentido amor y todos hemos sentido desamor y cualquier persona que pueda leer esta entrevista sabe perfectamente lo que es el amor y lo que es el desamor.
-¿Se pueden llevar con orgullo las banderas de España y del arcoíris?
-Perfectamente. Me siento orgulloso de tener la bandera de España, la de Europa, la de Extremadura, la de Cáceres y la del arcoíris. Las únicas banderas que me provocan rechazo son aquellas que excluyen.
-¿En qué cambiará el PSOE la ciudad?
-Tenemos que poner color, apostar fuertemente por la cultura, por el turismo, por una diversidad LGTBI que se implante en la ciudad, que la ciudad sienta el ayuntamiento como suyo y también que el ayuntamiento esté abierto a la ciudadanía; son circunstancias que pueden sonar genéricas pero que en la práctica se irán implementando.
-Son las 12.15 del lunes y vamos a terminar la entrevista. A esta hora, su último post en su muro de Facebook es la foto de un cartel pegado a una farola con la siguiente leyenda: “Nada está ganado, todo sigue siendo posible”...
-Venía de Mejostilla y he aparcado el coche en San Blas para subir al ayuntamiento. He visto la farola y es una frase de Simone de Beauvoir, referente del feminismo. Nada está conseguido y con la lucha diaria conseguiremos avanzar.
sábado, 29 de junio de 2019
#hemeroteca #homosexualidad #memoria | "Epentismo": Así era la «masonería gay» del 27
La Razón / Víctor María Cortezo, Blanca Pelegrín, Luis Cernuda, María del Carmen García Lasgoity, Manuel Altolaguirre y María del Carmen Antón, verano de 1937 // |
"Epentismo": Así era la «masonería gay» del 27.
Los poetas homosexuales de la época, forzados a esconder su tendencia sexual, crearon códigos de reconocimiento entre ellos, de los que, el más llamativo, fue la invención de Lorca de una palabra que les sirviera, en tono jocoso, para definir su mutuo entendimiento.
Gonzalo Núñez | La Razón, 2019-06-29
https://www.larazon.es/cultura/epentismo-asi-era-la-masoneria-gay-del-27-HA23984113/
Intelectuales y torerillos
Y así llegamos al «epentismo», que sería la palabra clave, el «amigo de Dorothy» de la intelectualidad homosexual española de los años 30: la contraseña con la que se engarzaban y se parodiaban Federico García Lorca y el círculo de invertidos, muchos de ellos grandes poetas, que pululaban por el Madrid a caballo entre la dictadura de Primo de Rivera y la II República. Lo primero que habría que decir es que el «epentismo» no es un fenómeno extendido. Es más bien la broma interna de una serie de creadores que, como era habitual en la época, escondían de puertas afuera su orientación sexual. Pero estos «epentes» no eran moco de pavo: Lorca, Vicente Aleixandre, Luis Cernuda, Carlos Morla Lynch, Eduardo Blanco Amor, una galaxia a la que se sumaban como satélites aquella cofradía de amigos homosexuales de distinta extracción (a veces hasta buscavidas o torerillos) que tenían algo en común: el pecado nefando.
A Luis Antonio de Villena, fue un ya anciano Vicente Alexandre quien le puso en antecedentes de aquel término: «''Epentismo'' y ''epente'' eran (según todos, pero yo lo supe primero por Aleixandre) términos inventados por Federico para aludir a la homosexualidad o a los homosexuales en contextos donde la palabra –en los años 30 y aún con la libertad de la República– eran indecibles. Por ejemplo, todos sabían (en intimidad) que el gran erudito José María de Cossío era homosexual, pero eso era secreto y nadie lo hablaba. Así, en una comida Federico le decía a Vicente: ''He oído que Cossío es un gran estudioso del epentismo. ¿Tú lo sabías?''. Y Aleixandre contestaba: ''Sí, lo sabía. Sé que lo ha estudiado mucho. Es un ''epente'' muy notable''».
El origen: «intercalar»
Buena parte de lo que narra Ian Gibson en «Lorca y el mundo gay» le viene de sus conversaciones con Luis Antonio de Villena, que trató a Aleixandre y Blanco Amor ya en los años 70 y quienes le confiaron mucho de sus vidas privadas. Pero el biógrafo del poeta granadino añade datos jugosos, como la raíz etimológica y la metáfora que dio pie a la palabra: según el británico viene del griego «epéntesis», o sea, «intercalar», y añade Gibson que se trata de una «figura de dicción, según la Real Academia de la Lengua, que consiste en añadir algún sonido dentro de un vocablo, como ''coránica'' por ''crónica''». El hecho de consistir en una intercalación ya da idea de por dónde iban los tiros de la palabra «epente». Según Saiz de la Calzada –añade siempre Gibson–, se referiría también con el término «a los que crean, pero no procrean».
«¡Somos la gran masonería epéntica!», solía decir Lorca con humor. Las cartas entre todos ellos ofrecen ejemplos del uso jocoso de esta palabra. Letras de Lorca a Aleixandre, a Blanco Amor... Y, desde luego, a Rafael Sánchez Nadal, gran íntimo amigo del poeta. «El epentismo granadino es ya epidemia. ¡Qué barbaridad!», le escribe a este último en una misiva en 1934.
Y es que, más allá de los, digamos, socios preferentes, en el círculo del «epentismo» se movían, como es natural, los amantes pasajeros de estos artistas. Algunos incluso rebotaron de unos a otros. Ese fue por ejemplo el caso de Serafín Fernández Ferro, un gallego de familia de anarquistas y formación autodidacta que se ganaba la vida a los 17 años en Madrid ejerciendo todo tipo de profesiones, incluida la de chapero. Fue en el café El Universal, en 1931, cuando conoció a los «epentistas». Según el relato de los orígenes de esa relación, parece ser que el gallego se acercó a Lorca y Rafael Martínez Nadal, y les pidió un pepito de ternera porque llevaba días sin comer. Se supone que se insinuó al poeta andaluz, pero éste rechazó la oferta, aunque otras fuentes indican que pudo tener un «affaire» con él más tarde. Lo que está claro es que Lorca le procuró contactos para trabajar y le consiguió un amante fiel: Luis Cernuda. Morla Lynch describe a Serafín Fernández como un bello muchacho de cara «chispeante, simpática y agraciada. Pequeño de estatura, pero proporcionado, de cabellera ondulada y de tez ligeramente broncínea, tiene esa expresión, entre risueña y dolorida, propia de los adolescentes que acaban de atravesar por una infancia triste», según dejó escrito el músico y diplomático, de orígenes acomodados, pero que se sentía cómodo con las clases más populares.
El dinero de Cernuda
Cernuda lo adoptó y financió, y Serafín se dejó querer, tanto que Aleixandre, otro de los «epentes» a quien Lorca recomendó el chaval y que presenció la toxicidad de la relación, llegó a calificarlo de «un chulito de barrio que le hizo sufrir mucho, pues el pobre Luis se enamoró perdidamente y el tal Serafín le hacía poco caso, salvo para pedirle dinero». Sin embargo, este «chulito de barrio», según su descripción, tocó en el poeta sevillano las cuerdas precisas para extraer de él un poemario que se encuentra entre lo más alto de nuestra lírica, «Donde habite el olvido». Blanco Amor también lo tuvo bajo su tutela, y se supone que tuvieron una relación, pero sus recuerdos de Serafín no eran halagüeños y se desconoce si dejó algún fruto literario. El joven gallego acabaría inmerso en el mundo del teatro y, al haber compartido ambiente con los escritores, probó suerte en la poesía. En 1939 tuvo un pequeño papel en «L’espoir-Sierra de Teruel», de Malraux, y luego se le pierde la pista en México.
La guerra disgregó aquella «masonería gay» que refulgió en los años 30. El triste destino de Lorca ya se sabe que hay que buscarlo bajo tierra, quizá cerca de Víznar, donde fue asesinado, mientras Blanco Amor se exilió a Argentina hasta 1965. Cernuda acabó sus días en México presa de otro amor totalizante por un fornido culturista que le inspiró la maravillosa «Palabras para un cuerpo», a Ernesto Guerra de la Cal, otro «epente», la guerra le pilló en Nueva York y en aquellos lares se quedó. Por último, a Aleixandre le tocó en suerte el exilio interior y custodiar la memoria de aquella cofradía de talentosos homosexuales que nunca pudieron decir demasiado alto el tipo de amor que cultivaban.
Morla Lynch, el diplomático y los «garzones»
Por los salones de su distinguida casa del barrio de Salamanca, con vistas al Retiro, pasó lo más granado de la intelectualidad y la literatura española de la Edad de Plata. Carlos Morla Lynch, fue embajador de Chile en España entre 1928 y 1939. Nacido en París en 1888 era conservador, cercano a los falangistas y hasta admirador de Hitler en los años 30, pero todo ello no obstaculizó su admiración y amistad con los «epentistas» y, especialmente, con Lorca, ese granadino que describe como «guasón, bromista, chacotero, disipador de nubarrones», según sus palabras. Llegó a Madrid en 1928 por primera vez y regresó en 1930 tras residir en varios países. Hombre de mundo y elegante, sintió siempre, sin embargo, una querencia hacia las clases bajas y cultivó amores con todo tipo de jóvenes de humilde extracción. Como escribe Andrés Trapiello esa «afición a los guapos garzones le franqueó las puertas del muy clandestino club del que eran socios Lorca, Cernuda y otros artistas del 27».
«El Público», para buenos entendedores
Francisco Umbral veía a Lorca «el cantor de las tres grandes razas postergadas de nuestra civilización: los gitanos, los negros y los homosexuales». Pero, respecto a esta última, ni Lorca hizo gala de esta condición, por no ser aceptada en la época, ni sus obras se pueden leer directamente desde su homosexualidad. Aunque en todo su trabajo hay trazas de ello y de sus amores (como en «Los sonetos del amor oscuro», escritos bajo la influencia de Rafael Rodríguez Rapún), fue con la obra de treatro «El público» donde más cerca estuvo el escritor de mostrar su condición sexual. Eso sí, lo hizo a través de una dramaturgia rupturista, nada clásica, mostrando tanto como escondiendo. Sin embargo, Lorca llegó a proyectar un drama, éste sí realista, tradicional, sobre el asunto de la homosexualidad. Se iba a llamar «La bola negra» y en él quedaría claro el tema. Pero nunca llegó a escribirse.
#hemeroteca #trans #memoria | Mar Cambrollé: “Las personas trans somos el verbo encarnado de la disidencia”
Imagen: El Salto / Mar Cambrollé, con un micrófono en la mano |
Mar Cambrollé, presidenta de la Asociación de Transexuales de Andalucía-Sylvia Rivera, vivió toda esa realidad de represión a las personas trans que aún parece que fue ayer.
Lucía Muñoz Lucena | El salto, 2019-06-29
https://www.elsaltodiario.com/pista-de-aterrizaje/mar-cambrolle-personas-trans-verbo-encarnado-disidencia
-¿Cuándo se convocó la primera manifestación trans en Andalucía?, ¿qué estaba ocurriendo para tener que salir a las calles?
-En el 78. Yo convoqué la primera manifestación trans que hubo en Andalucía y que fue abanderada por las mujeres trans. ¿Por qué las mujeres? Precisamente porque esas leyes fascistas del franquismo sí tenían como objeto las conductas homosexuales que, en el fondo, éramos nosotras porque el franquismo era tan miope que era incapaz de distinguir orientación de identidad. Para el franquismo, todo el mundo era maricón. Incluso nosotras éramos maricones. Pero, precisamente al ser más visibles, las personas trans somos el verbo encarnado de la disidencia. Aún recuerdo la primera manifestación del 77, que fue brutalmente dispersada por los cuerpos represivos de Franco y todo el mundo salió corriendo. No se me olvida cómo las mujeres trans sujetaban la pancarta aún, a pesar de que les pegaran, aún a pesar de que sus cabezas chorreaban sangre, y era porque decían: “Aquí nos la jugamos todas. Aquí es el grito de decir basta”.
-¿Cómo era esa represión franquista?
-Existían muchas leyes en contra nuestra. Estaba la Ley de peligrosidad social, que no empezó a ser abolida hasta 1979 y metió en las cárceles españolas a cerca de 5.000 personas. Más del 80% podrían ser personas trans o con una “expresión de género no normativa”, como se les conocía durante el franquismo. En Andalucía encerraron en la cárcel de Huelva a entre 500 y 600 personas trans por esta ley. A las mujeres transexuales las rapaban, las despojaban de sus ropas femeninas y sufrían todo tipo de vejaciones. Incluso en algunas cárceles, los propios funcionarios negociaban dinero con otros presos para entrar en sus celdas para violarlas. Después, en el 79, la dictadura tenía reservada la Ley de Escándalo Público, que también permitía detener a las personas trans y no fue abolida hasta 1983. Y luego estaba el Código de honor, una ley del Ejército por la que, por practicar un acto de homosexualidad, podías estar encerrada hasta seis años.
.¿Se conocen nombres y apellidos de personas transexuales en fosas?
-No. Pero no porque no existan, sino porque nadie lo ha recogido nunca. A García Lorca no lo asesinaron por poeta, sino por maricón. A nosotras se nos ha robado la identidad y hay muchas personas que asumen el discurso del opresor. Era difícil ponerle en esa época nombre a lo que nos hacía diferentes. Yo no he sido reprimida por lo que me gusta, sino por lo que soy.
-Entonces, ¿dónde están las personas trans en la historia?
-Los historiadores que se han encargado del relato son homosexuales y hombres que cuentan las historia desde una perspectiva androcéntrica, ponen al hombre como sujeto y borran a las mujeres. Hay misoginia en el relato. Hay que recuperar la historia y decir que las personas trans, que fuimos tan violentadas por el sistema franquista por el anhelo de libertad, estuvimos en las cabeceras de las manifestaciones.
-En Andalucía, ¿el fascismo se ha ido?
-El fascismo nunca se fue de España. Está desde que la Iglesia practica con total impunidad discursos de odio hacia las mujeres y las personas gais, lesbianas y trans. Cuando tenemos una fundación llamada Francisco Franco que recibe dinero público. O una asociación como Hazte Oír. El fascismo no se encuentra bajo tres letras. Ha estado siempre y hay que expulsarlo.
#hemeroteca #lgtbi #orgullo | Los críticos del Orgullo se manifiestan contra la otra fiesta “capitalista”
Imagen: El País / Orgullo Crítico, Madrid |
Cientos de personas reivindican en Madrid una fiesta distinta, libre de la intrusión del mercado.
Lucía Franco | El País, 2019-06-29
https://elpais.com/ccaa/2019/06/28/madrid/1561748673_146794.html
Como cada año al comienzo del verano, el Orgullo llena de reivindicación y color las calles de Madrid. El pistoletazo de salida lo ha dado la protesta del Orgullo Crítico que ha arrancado en la plaza de Jacinto Benavente y ha concluido en la de Pedro Zerolo, en el corazón de Chueca. Y con parada en Sol para deleite de los turistas y paseantes. "Esta manifestación realmente sí reivindica nuestros derechos, no como la otra, que ha caído bajo las garras del capitalismo", dice Maria llau,de 26 años, que lleva cuatro años asistiendo al Orgullo crítico.
"50 años después de que trans, putas, bisexuales, migrantes y racializadas lanzaran el primer ladrillo un 28J, seguimos con la lucha", anunciaba al micrófono, uno de los organizadores de la manifestación. El portavoz explicaba que el Orgullo se trata de una lucha "que no pertenece a instituciones, empresas, ni partidos políticos": "Vemos la necesidad de organizarnos al margen de aquellos que se apropian de nuestro discurso para obtener rédito económico, político y social". Alude al MADO (el Orgullo de Madrid) o AEGAL, la asociación de empresarios del colectivo. "El Orgullo no se vende, se defiende, y eso estamos haciendo hoy aquí", repetía el mantra Charlie Gil, de 23 años.
Este año la cita tenía mayor relevancia por la llegada a las instituciones del partido de extrema derecha Vox. En la manifestación nadie es ajeno al hecho de que la formación, con postulados homófobos, está en el poder. Nadie olvida que Javier Ortega Smith, número uno de la candidatura de Vox a la capital, propuso en campaña electoral arrinconar la celebración del Orgullo y moverla desde el centro de la ciudad, donde se celebra ahora, a la Casa de Campo. "El fascismo ha pasado a las instituciones de manos de aquellos que se proclaman nuestros aliados y no lo son", explicaba la voz del megáfono. El público aplaudía.
"Vivimos en una sociedad en la que los roles de género y sexo no permiten salirse de lo establecido", dijo Silvia que ha tomado la palabra. "Luchamos por visibilizar que no se nace mujer u hombre, sino que la sociedad patriarcal moldea nuestras vivencias, gustos y corporalidades para que nos ajustemos a su binarismo", continuaba.
Desde Orgullo crítico han pedido que la celebración del Orgullo de este año sea inclusiva, antirracista y anticlasista. "Necesitamos unir fuerzas con personas que son nuestras hermanas, africanas, moras musulmanas, latinoamericanas y del caribe, gitanas, asiáticas, todes en contra de un sistema opresor, capitalista, cisheteronormativo, diversofóbico que nos oprime, divide e invisibiliza", concluye el manifiesto. "Voy a las dos manifestaciones siempre que estoy en Madrid, pero esta es más especial", concluye Muriel Andreu, de 23 años.
#hemeroteca #lgtbi #orgullo | Activistas pintan un autobús de Ciudadanos durante la celebración del Orgullo en Barcelona
Imagen: El País / El bus 'orgulloso' de Ciudadanos |
Albert Rivera denuncia ataques a dirigentes de su partido en Sevilla, Valencia y Barcelona.
Jordi Pueyo Busquets | El País, 2019-06-29
https://elpais.com/ccaa/2019/06/29/catalunya/1561827883_552122.html
La diputada de Ciudadanos Noemí de la Calle explicó que los activistas amenazaron al conductor y a los tres afiliados del partido que iban con él con prender fuego al vehículo. La formación estudia denunciar a los agresores, ya que dispone de varios vídeos donde se pueden identificar. De la Calle, portavoz de la Comisión de Igualdad de las Personas en el Parlament, condenó que en una jornada en la que se defiende la “diversidad y la libertad” tuviera cabida la agresión.
El autobús, descubierto por la parte de arriba, iba a circular sin más gente más allá de los cuatro ocupantes. Los grupos de Ciudadanos que lo quisieron fueron a la marcha del Pride a título individual. La intención del partido era difundir su mensaje durante dos horas por calles próximas a la ruta oficial, que discurrió por la avenielpada de Paral·lel en dirección plaza de España.
La formación Arran, próxima a la CUP, se hizo eco del ataque. “El 28J Autònom [nombre de la manifestación] ha expulsado al autobús de Ciudadanos”, tuiteó en su cuenta de la red social. De la Calle lamentó que la prohibición de la organización del Pride respondió a “vetos políticos”. Según la diputada, “no fue unánime” ya que dimitió el director de Relaciones Institucionales del Pride, Joan Julià, que discrepó de la decisión.
Mientras, en el desfile en Sevilla Ciudadanos denunció que dirigentes de esta formación fueron atacados por "grupos de auténticos fascistas", según denunció en Twitter su presidente, Albert Rivera, que lamentó la actitud de quienes "enturbiaron" la celebración del Orgullo con ataques en Barcelona, Valencia y Sevilla. "Si creen que con su violencia nos van a callar es que no conocen al partido de los valientes. ¡Todo mi apoyo, compañeros!", escribió en la red social. Entre los miembros de Ciudadanos atacados estaba la presidenta del Parlamento andaluz, Marta Bosquet, según esta formación. Desde el pasado enero Ciudadanos gobierna en Andalucía junto al PP, pero con el apoyo imprescindible de Vox para garantizar la mayoría necesaria.
viernes, 28 de junio de 2019
#hemeroteka #lgtbi | Pilar Mendibil eta Mikel Martin: «Disidentziak ez badira politikoki armatzen, kaka hutsa dira»
Irutxuloko Hitza / Pilon eta Mikel // |
Pilar Mendibil eta Mikel Martin: «Disidentziak ez badira politikoki armatzen, kaka hutsa dira»
Irati Salsamendi | Irutxuloko Hitza, 2019-06-28
https://irutxulo.hitza.eus/2019/06/28/disidentziak-ez-badira-politikoki-armatzen-kaka-hutsa-dira/
LGTBI Komunitatearen Nazioarteko Eguna da ekainaren 28a, eta urtero bezala, kalera aterako dira gaur komunitateko kideak, euren eskubideak aldarrikatzera. Aurten, 40 urte bete dira Espainiako Gobernuak homosexualitatea despenalizatu zuenetik. Mugimendu feministako lesbianatzat du bere burua Pilar Mendibil 'Pilon'-ek (Donostia, 1965), eta EHGAM-eko kidea da Mikel Martin (Donostia, 1954).
Zuhaitz bereko bi adar zarete, baina gudu zelai berean borrokan ibili zarete urtetan. Noiz hasi zen zuen militantzia?
Mikel Martin (M.M.): Duela 42 urte hasi zen nire militantzia. Barruan gauza asko mugiarazi zizkidan artikulu bat irakurri nuen ‘Punto y Hora de Euskal Herria’ aldizkarian eta mugarri bat izan zen. Garai berean, EHGAMeko [Euskal Herriko Gay-Les Askapen Mugimendua] talde bat existitzen zen Bizkaian, eta hango kideekin harremanetan jarri nintzen. Donostian bilera bat egin zuten, eta hori izan zen nire lehenengoa. 1979an Francisco Vadillo Santamaria Francis trabestia hil zuten Errenterian, eta handik hilabete batzuetara atera nintzen armairutik.
EHGAMen sorrera 1977an izan zen. Antonio izeneko kide bat Galestik etorri, eta taldearen sortzaileetako batekin elkartu zen Durangoko azokan, Imanol Alvarezekin. Antoniok esan zion Imanoli, hitzez hitz: ‘Badakizu Erresuma Batuan maritxuak bildu egiten direla euren eskubide zibilen alde borrokatzeko? Zer iruditzen zaizu zerbait egiten badugu hemen?’. Imanolek Euskal Herrian zailtasun asko ikusten zituela adierazi zion, baina aurrera jarraitu zuten, eta gaur arte borrokan aritu gara.
Pilar Mendibil (P.M.): Mugimendu feministan hasi nintzen militatzen 15 bat urterekin, Donostiako Emakumeen Asanbladan. Ondoren, sortu genuen Lesbiana Feministen Kolektiboa. Donostian giro ederra zegoen urte haietan; pentsa, Bilbon baino gehiago. Militatzen genuen pertsonak mugitzen ginen Donostiako Emakumeen Asanbladaren eta EHGAMen inguruan, baina EHGAM oso maskulinoa izan da beti. Une horretan lesbianok erabaki genuen Euskal Herrian topaketa batzuk egin behar genituela, erabakitzeko geure burua non kokatu. Zamalbiden [Errenteria] egin genituen Euskadiko feministen lehen topaketak, 1983an. Mugimendu feministan parte hartzen genuen emakume lesbianak izan ginen han, baita EHGAMen parte hartzen zutenak ere. Orduan erabaki genuen mugimendu feministaren barruan lesbianen taldeak sortzea, eta kolektiboak sortu ziren Bizkaian, Gipuzkoan, Araban eta Nafarroan. Elkarrekin lan egiteko koordinakunde bat sortu genuen, eta urte askoan lanak eman genizkien askori.
EHGAMen eta mugimendu feministan militatzen genuen emakumeok ikusten genituen gabeziak bi mugimenduetan, eta aldarrikapenak teorizatzeko helburuarekin erabaki genuen mugimendu feministaren barruan antolatzea. Erabaki hori, batzuetan, ez zen samurra izan. Gogoratu behar dugu orduko mugimendu feminista abortuaren mugimendu feminista zela, eta gu asko estutzen gintuzten. Txantxetan esan izan dugu, beste bizitza batean heterosexual haragitzen bagara, abortu guztiak mugimendu feministak ordainduko dizkigula. Oso zaila zen gure borroka, garai zailak zirelako, baita mugimendu feministak kalean zeukan aldarrikapen nagusia hori zelako: abortua. Zaila izan zen gure aldarrikapenei lekua egitea.
Zeintzuk izan dira LGTBI mugimenduak Donostian izan dituen mugarriak eta aldarrikapenak?
M.M.: Hamarkada hauetan guztietan pertsona askok sortu dituzte taldeak, eta pertsona eta talde horiek euren harri-koskorra ekarri diote LGTBI askapenari. Horietako asko desagertu egin ziren. 1997 urtean Gehitu taldea sortu zen Gipuzkoan. Aurretik beste eragile batzuk urteak generamatzan borrokan, eta hasitako aldarrikapenak lantzen jarraitu genuen. EHGAMek gorabeherak izan ditu militantziaren intentsitateari dagokionez, baina hemen jarraitzen dugu.
Hemen gaude. Ez nuen espero, egia esan, baina, hemen gaude. Maritxu militantzian 42 urte eman eta gero, hemen jarraitzen dut. Nire militantziaren hasieran oso presente egon ziren hitzak izan ziren ‘Hemen gaude, eta ez gara ezkutatzen’. 42 urte eta gero, leloak gaurkotasuna du.
1977an plataforma aldarrikatzaile bat sortu zen, Euskal Herriko gayen askapenerako taldeek osatutakoa. Plataforma horrek hainbat aldarrikapen zehaztu zituen, eta gaur egun oraindik gaurkotasuneko gaiak dira. Heterosexualitateak esplotazio eta esklabotza kate batez transmititu izan dira historian zehar, eta historia horretatik kanpo utzi dute homosexualitatea, izan gizonen artekoa, eta emakumeen tartekoa; kanpo utzi dituzte baita ere transexualitatea, intersexualitatea eta bisexualitatea.
Betebeharrak dituzten subjektuak gara, baina eskubiderik gabekoak. Ideia horiek heteronormatiboa ez den pertsona oro baztertu egiten dute, eta pentsaera hori transmititzeko moduetako bat hezkuntza da. ‘Heziketa da bidea’ esaldian laburbiltzen genuen gure borroka-ardatz nagusietako bat. Gaur egun, aldarrikapen hori lortzeke dago oraindik.
1987 urtearen inguruan mugimenduaren leherketa gertatu zen. Antolatzen genituen ekitaldi eta jarduera guztiek arrakasta itzela izaten zuten. Oihartzun bat zegoen, jende askorengana iristen zena, eta pertsona horiek bollera eta maritxu horiei entzuteko interes handia zuten. Oroitzen dut Konstituzio plazako liburutegian egin genuen jarduera bat, lekua jendez lepo zegoen.
1985ean eta hurrengo urteetan, hiesak kalte handia egin zigun maritxuei. Zapalgailu bat izan zen, mugimendua zeharo zanpatu zuen. Oso mingarria izan zen.
P.M.: Ordura arte gizarte-borrokaren bitartez erdietsitako lorpenetan atzerapauso izugarria eragin zuen gaixotasunak. Gainera, kalte emozionalak eta komunitateko pertsonen sufrimendua sekulakoak izan ziren. Alboan geunden lesbianek, behintzat, hori ikusi genuen. Hiesak sarraskia eragin zuen arren, mugimenduaren urte gorenak 80ko hamarkadakoak izan zirela uste dut.
M.M.: Bai, oso mingarria izan zen, eta atzera egitera behartu gintuen. Gainera, ordura arte pixkanaka gutxitutako estigma berreskuratu genuen. Hiesa ezaguna egin zen transmisio bidezko gaixotasun gisa, eta zabaldu zen hiru H-ak zituzten pertsonei bakarrik eragiten zielako ustea: heroinomanoei, homosexualei eta hemofilikoei. Horri aurre egitea lortu dugu hemen, baina beste herrialde askotan arazo larria dute oraindik.
Pertsona batengan zapalkuntzak eta pribilegioak gurutzatu egiten direla badakigu. Emakume lesbiana izanda, nola bizi izan zenituen urte haiek?
P.M.: Gure armairua izugarria zen. Gu ez ginen existitzen, hori zen gure egoera. Gure behar nagusietako bat zen espazio seguruak lortzea, eta horretarako lan handia egin genuen. Nik 15 urte nituenean lesbianak ezagutzeko anbienteko lekuetara joaten nintzen, baina gaur egun, Donostian, ez nuke jakingo nora joan adin hori izango banu. Toki ugari zeuden orduan: katedrala Marujaren lokala zen, cuesta del culo, Habanera, Alboka, eta abar zeuden. Esan daiteke anbienteko lokalez osatutako mapa bat existitzen zela, eta bagenekien hara joanda ondo egongo ginela. Gainera, leku horietan ligatzeko aukera izaten genuen.
Guk existentziaren alde eta ikusgarritasunaren alde borrokatzen genuen nagusiki. Heterosexualitatearen aurka diskurtsoak ere egiten genituen, noski, baina nire ustez, garai haietan biziraupenerako borroka egiten genuen. Armairua itogarria zen. Esaterako, telebistan manifestazio batean agertzen bazinen, hurrengo egunean lanik gabe gelditzeko arriskua zeneukan.
Gaur egun badago jende asko ez duena esaten lesbiana dena, baina era berean, oso armairu zabala lortu dugu haientzat.
Mugimenduak erabiltzen duen terminologian ere aldaketa nabarmena izan da.
M.M.: Garai hartan gay izena erabiltzen genuen EHGAMen, adiera inklusibo batekin. Gay ez genuen erabiltzen soilik izendatzeko gizonak atsegin dituzten gizonak; gay erabiltzen genuen sexu askapenerako mugimendu politikoa izendatzeko, izan emakume lesbianak, izan trabestiak, transexualak, transgeneroak, eta abar. Finean, heteronormatiboak ez ginen pertsonak definitzeko. Aldaketa handia eman da terminologian. Gaur egun, kolektiboa izendatzeko adiera findu da, eta LGTBIQ izenari ‘+’ zeinua gehitu zaio, aniztasunaren erakusle.
P.M.: Gu militatzen hasi ginenean horietako termino asko ezezagunak ziren. Nik oroitzen dut EHGAMek hasieran esaten zuela ez zegoela homosexualik, praktika homosexualak baizik. Eta gure lelo nagusietako bat zen Lesbianak existitzen gara. Egun oinarrizkoak diren gai horiek zeuden borrokaren erdigunean.
Cuesta del culo-n Malmaison lokala zegoen, eta hango trabestiak manifestazioetara jaisten ziren, gurekin borrokatzera. Ikaragarria zen manifestazio horietan bizi behar izaten genuena. Hala ere, nik uste dut Medeak talde transfeminista oso talde garrantzitsua izan dela Donostian eta Euskal Herrian, LGTBI borrokan eta mugimendu feministan gauzak ulertzeko beste modu bat eskaini duelako.
M.M.: Mugimendu transarekin egin ditugun harremanek, gauza asko erakutsi dizkigute: Euskal Herrikoak, Bartzelonakoak, Madrilgoak… Ahalbidetu dute azken hamar edo hamaika urteetan elementu eta aldarrikapen askori dimentsio politikoa ematea.
Zigor soziala eta errepresioa gertutik bizi izan du LGTBI komunitateak. Nola izan ziren lehen mobilizazioak Donostian?
P.M.: Nire inguruan, adibidez, oso gutxik mantentzen dugu eskolako kuadrilla. Bidean beste tribu bat osatu behar izan dugu, babestu egin gaituena. Hain zuzen, egokitutako tribu horrek ez gaituelako babestu eta ase. Manifestazioetara beldurrez joaten ginen, ezagunen batek ikusiko ote gintuen. Jende pila elkartzen zen guri begira, bost ilara ere osatzen zituzten gure inguruan, Bulebarreko manifestazioetan. Jendeak seinalatu egiten gintuen kalean, eta oso manifestazio azkarrak ziren, espazio publikoan ikusgarri jartzea oso gogorra zelako. Jakina, hori polizia atzetik ez genuenetan.
M.M.: Donostian egin genuen lehen manifestazioak jakin-min handia sortu zuen. Gu ikustera jende ugari etorri zen, eta Bulebarra horren betea zegoen, ezin genuela pankarta zabaldu. Morbo handia eragiten zuten gure mobilizazioek. Zaila zen kalera ateratzea, jendeak gu identifikatzeko arriskua zegoelako, eta horrek zigorra zekarrelako: lanik gabe gelditzea, zure aurka oldartzea, eta abar.
Zeintzuk dira LGTBI mugimenduaren egungo erronkak?
M.M.: Nik uste dut gauzak asko aldatu direla 70eko hamarkadatik hona. Iazko ekainaren 28ko manifestazioan, esaterako, jende andana atera zen kalera. Oso pertsona gazteak ziren, eta neska asko zeuden. Horrek mugimendu feministaren lelo bat ekartzen dit gogora: ‘Hasi ginenean baino askoz gehiago gara’. Espero dut energia hori denbora luzez mantentzea. Borrokan jarraitu behar dugu egunero, gure eskubideen alde borrokatzen ez duguna ez duelako inork borrokatuko.
P.M.: Ikusgarritasunaren aldetik lorpenak egin ditugu, baina oraindik asko dago lortzeko. Nire ustez berdintasunaren gezurrezko patina bat sortu dute.
Lesbiana feministen kolektiboak beti joan gara gizartearen sistemaren kontra, piramidea iraultzera, baina egon da jendea piramide horretan gora egin nahi izan duena. Esaterako, ezkontza homosexualen legalizazioaren gaia sekulako buruhaustea izan zen gure mugimenduarentzat. Ez genuen jo eta ke horren alde egin, baina, noski, alde agertu ginen, ezin dugulako onartu pertsona batek, lesbiana izateagatik, besteek baino eskubide gutxiago izatea. Antzekoa da, adibidez, maritxu batek armadan sartzeko eskubiderik ez izatea. Ez zait justua iruditzen, baina nik armada deuseztatu nahi dut. Horrelako egoeretan oso oreka zailak lortu behar izan ditugu, eta etengabe izan ditugu inguruan pertsonak gure hanka-sartze baten esperoan.
Gaur egun erronka argi bat daukagu: disidentziak ez badira politikoki armatzen, kaka hutsa dira. Argi ikusten da hori amatasunaren eta aitatasunaren kontuarekin. LGTBI komunitateko zati bat haurdunaldi subrogatuen aldekoa da, eta homosexual dirudun asko ari dira jo eta su umeak erosten.
Sistemak gure mugimendua eta aldarrikapenak zurrupatzeko eta asimilatzeko arrisku handia dago, eta horregatik, gai batzuen mugak ondo zehaztu behar ditugu. Gure mugimendua ez da han eta hemen kolore polit batzuk jartzeko. Guk eskubide indibidualak nahi ditugu, eta pertsona guztientzat bizigarriak diren bizitzak nahi ditugu. Une honetako erronka nagusia hau dela uste dut: aldamio ideologikoa jarri behar zaio ikusgarri bilakatu den indar guzti horri.
M.M.: Nik egunero atera nahi dut kalera nire lumekin, purpurinekin eta pinturekin, eta ez bakarrik ekainaren 28an. Horretarako eta zoriontasuna guztioi modu berean iristeko, sistema bitarraren egiturak irauli behar ditugu. Sistema horrek gure mugimenduaren aldarrikapen batzuk hartzen ditu, bere irudi eta antzera moldatzen ditu, eta kitto. Agintari asko pankarta baten alboan jartzen dira urtean behin, eta gauero lasai asko egiten dute lo. Baina horrek ez digu balio.
Ilun ikusten duzue etorkizuna...
P.M.: Euskal Herrian zortea dugu, gure herriaren errealitatearengatik eta herri mugimenduen izaera antifaxista dela eta, hein batean, mugimenduaren merkantilizazioa saihestea lortu dugulako, baina, hala ere, joera hori existitzen da. Madrilen esaterako, oso nabarmena da, eta horren aurrean ‘harrotasun kritikoa’ delakoa sortzen ari dira. Azpimarratuko nuke, hein handi batean, Euskal Herrian mugimendu feministaren lanari esker lortu dela oinarri politiko egokiak jartzea, eta gaur egun ere, diskurtsoak oso modu egokian josten ari garela.
M.M.: Ni baikorra naiz. Azken bi urteetan sortzen ari da mugimendu gazte bat, argi daukana aipatu dugun mugimendu LGTBI normalizatzaile eta asimilatzaile hori ez dela bide egokia. Ikuspegi kritiko hori niretzat oso itxaropentsua da. Ilusionatuta nago Harro! plataformaren sorrerarekin, ideologikoki kontu guzti horiek mahai gainean jartzen ari direlako. Hain zuzen, asimilazionismo kapitalista arrosa horri aurre egiten ari direlako.
#hemeroteca #queer #identidades | Qué es ser ‘queer’
Imagen: El País / Orgullo en Portland, Oregón, 2019-06-16 |
¿Puede este término, que fue un insulto y está históricamente ligado a la subversión, servir como paraguas para todas las identidades LGTBIQ+?
Raquel Seco | El País, 2019-06-28
https://elpais.com/elpais/2019/06/28/ideas/1561722405_001524.html
El recorrido de ‘queer’ hasta aquella explosión de orgullo y reivindicación fue largo: en el siglo XVI, en inglés el término significaba raro, peculiar, extraño, y se vinculó al ámbito sexual desde el siglo XIX, principalmente referido a hombres. Uno de los primeros documentos al respecto es una carta del marqués de Queensberry, John Douglas, en 1894, en la que usó 'queer' con tono peyorativo para insultar a los homosexuales tras descubrir que su hijo tenía una relación con Oscar Wilde —el escritor acabó investigado y condenado por “conducta inmoral”, y tuvo que exiliarse a Francia—. Desde entonces se utilizó como insulto homófobo. No fue hasta las últimas décadas del siglo XX cuando el término empezó a ser reivindicado, entre otros, por Queer Nation, y cruzó fronteras más allá del mundo anglosajón. Aquel panfleto de 1990 continuaba: “Cuando se usa con otros gais y lesbianas, [‘queer’] es una forma de proponer que cerremos filas, y que olvidemos (temporalmente) nuestras diferencias individuales porque nos enfrentamos a un enemigo común más insidioso. ‘QUEER’ puede ser una palabra dura, pero también es un arma astuta e irónica que podemos robar del homófobo y usar contra él”.
Desde entonces, la teoría ‘queer’ ha tratado de explicar qué es ‘queer’ (en español, a veces escrito 'kuir' o 'cuir'), quién, cómo, o por qué se usa y a qué se refiere. El debate sigue abierto, porque el término se caracteriza por su fluidez y escapa las etiquetas. La pensadora Eve Kosofsky Sedgwick lo definió en los noventa como “una red abierta de posibilidades, lapsos, solapamientos, ausencias y excesos de significado cuando los elementos que constituyen el género o la sexualidad no son (o no pueden ser) forzados a un significado monolítico”. Refiriéndose solo al aspecto sexual, la antropóloga cultural Gayle Rubin retrató la división entre sociedad ‘respetable’ y ‘los otros’ con un diagrama (el “círculo mágico”, lo llamó) que sitúa en el centro las prácticas aceptadas (heterosexuales, monógamas...) y fuera las homosexuales, las promiscuas, las marginadas... eminentemente ‘queer’.
Pero el término engloba mucho más. Eleri Anona Watson, fundadora del Queer Studies Network (red de estudios ‘queer’) de la Universidad de Oxford, añade al teléfono: “Lo ‘queer’, para mí, no es definible en absoluto. Es un término indomable, radical, cambia con el tiempo y nadie se lo puede apropiar, desde el punto de vista filosófico y práctico. Ahí es precisamente donde reside su poder”.
Así que el viejo insulto ha mutado y se ha propagado sin parar en el último siglo y medio, y hoy su uso es común en el mundo académico y entre jóvenes. Los departamentos de estudios ‘queer’ se multiplican en las universidades y, en los medios, actrices, músicos y otros famosos salen del armario definiéndose no como homosexuales, sino como ‘queer’, y explicando que se sienten más cómodos con una definición fluida de su sexualidad. ¿Podría seguir creciendo el concepto hasta servir como paraguas para todas las identidades no heteronormativas? En un ensayo de la revista 'The Atlantic' el pasado febrero, el periodista Jonathan Rauch defendía que la letra Q (de ‘queer’) engloba “todas” las minorías sexuales, mientras que LGTBIQ+ (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales, intersexuales y ‘queer’) acaba inevitablemente excluyendo a algún colectivo y, además, resulta confusa.
No todos están de acuerdo. Hay voces contrarias a usar ‘queer’ como etiqueta estándar: subrayan que las siglas, aunque no representen literalmente cada una de las identidades de género y orientaciones sexuales, sí lo pretenden, y de ahí que a menudo al final de la secuencia de letras se incluya un “+”.
Además, quienes rechazan acabar con las siglas apuntan que el concepto ‘queer’ está umbilicalmente unido a una subversión política. “Suelo decir que ‘queer’ se refiere a no heterosexuales a quienes les ‘pone’ el anticapitalismo. No lo digo totalmente en serio, pero tampoco totalmente en broma”, comenta Florence Ashley, activista ‘trans’ y académica en la Universidad McGill de Montreal. Lo ‘queer’, subraya Ashley, tiene que ver con el rechazo a las “políticas de lo respetable” enraizadas en el capitalismo neoliberal. “El movimiento gay de masas dice que merecemos ser aceptados porque somos iguales, excepto en que nos acostamos con otro tipo de personas. Pero el movimiento ‘queer’ sostiene que debemos ser aceptadas porque somos humanas y porque tenemos razón: el sistema es injusto”. Ella cree que el uso único de ‘queer’ no ayudaría a diferenciar entre orientación sexual e identidad de género —algo que ya demasiada gente no hace— e invisibiliza todavía más a la comunidad ‘trans’. “Hemos luchado tanto porque esa letra T se uniera a las otras siglas, ¿y ahora vamos a ser ignoradas porque algunos piensen que LGTBIQ+ es demasiado largo?”
Efectivamente, lo ‘queer’ es esencialmente radical, coinciden distintos activistas y académicos, y definirse como tal y ser a la vez políticamente conservador, o misógino, o transfóbico... es, simplemente, contradictorio. Lo ‘queer’ “es un movimiento de disidentes de género y sexuales que resisten frente a las normas que impone la sociedad heterosexual dominante, atento a los procesos de normalización y de exclusión internos a la cultura gay: marginalización de las bolleras, de los cuerpos transexuales y transgénero, de los inmigrantes, de los trabajadores y trabajadoras sexuales...”, escribió el filósofo Paul B. Preciado, autor de 'Un apartamento en Urano' (Anagrama).
También hay quien teme que, dejando de usar las siglas LGTBIQ, se borren luchas que deben ser reconocidas. Hay identidades (mujer o bisexual, por ejemplo) que aglutinan a las personas para pelear por sus derechos, señala Begoña Martínez-Pagán, profesora de Literatura Feminista y LGTBIQ+ en la Universidad de Murcia. “Son categorías inventadas, líneas en la arena, pero que sean artificiales no implica que la gente no tenga derecho a reivindicarlas si sienten que les otorga poder. La diferencia está en si alguien te asigna una categoría desde fuera para señalarte como ‘otro’”.
En los países anglófonos una parte de la comunidad gay —aquellos que fueron peyorativamente señalados e insultados como ‘queer’— siente que esta palabra todavía les duele y desconcierta. “Categóricamente gay”, declaraba el titular de un artículo de Slate en el que el periodista Jim Farber, que salió del armario en los setenta, admitía estar perdido en esta era de fluidez. Farber se pregunta: si casi cualquier persona progresista puede encontrar la manera de identificarse como ‘queer’, ¿qué significa la palabra exactamente? “Me suena a algo que borrará la historia homosexual —mi historia— ahogándola en inclusividad para ampliar su alcance”, reflexiona. “Quizá este sea un factor inevitable del progreso. Al fin y al cabo, cualquier movimiento acaba siendo irrelevante si tiene éxito”.