lunes, 20 de abril de 2020

#hemeroteca #saludpublica #movilidad | COVID-19 y ciudades: “No daremos un paso atrás para permitir que el coche recupere terreno”

Imagen: Ciclosfera / La Rambla de Barcelona
COVID-19 y ciudades: “No daremos un paso atrás para permitir que el coche recupere terreno”.
Ciclosfera, 2020-04-20

https://www.ciclosfera.com/covid-19-ciudades-coche/

Webinar excepcional en Ciclosfera: hemos reunido a los responsables de movilidad de Barcelona, Valencia, San Sebastián, Bilbao y Logroño, junto a la Asociación de Marcas de Bicicletas de España, para debatir sobre el presente y futuro del ciclismo urbano frente a la situación generada por el Covid-19.

Durante más de una hora y cuarenta minutos, los responsables de movilidad y sostenibilidad de algunas de las principales ciudades de España debatieron con Ciclosfera sobre el papel de la bicicleta durante y después de la crisis provocada por el Covid-19. Los participantes fueron Janet Sanz (Teniente de Alcalde de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad de Barcelona), Giuseppe Grezzi (Concejal de Movilidad Sostenible y Espacio Público de Valencia), Pilar Arana Pérez (Concejal Delegado de Movilidad y Transporte de San Sebastián), Alfonso Gil (Teniente Alcalde de Políticas de Medioambiente, Movilidad, Regeneración Urbana y Transporte) y Jaime Caballero (Concejal de Desarrollo Urbano de Logroño), además del Secretario General de AMBE, Asociación de Marcas de Bicicletas de España, Carlos Núñez.

Situación actual
Janet Sanz, Teniente de Alcalde de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad de Barcelona, explicó que la ciudad vive “una bajada muy grande de la movilidad en general. El transporte público ha estado en un 5-7% de los usuarios habituales, y mucha alerta. De cómo reducir los contagios, por ejemplo, y por eso nos pidieron que parásemos los servicios de bicicleta pública, y desde ahí fortalecer que todos los esfuerzos económicos se dirigiesen a la desinfección del transporte público”. Después, viendo lo realizado en otras ciudades del mundo, Sanz adelantó también que estos próximos días “plantearemos medidas para priorizar la movilidad sostenible, priorizando carriles bici, aceras tácticas más anchas o repensar los cortes de calles. Se trata de ir innovando con mucha gestión táctica, y movilizando presupuestos, para reconfigurarlo. Se ha parado todo, y el que se quiera mover ahora debe tener una opción sostenible para evitar un repunte de la contaminación o de los accidentes de tránsito”.

En Valencia, por supuesto, la situación es similar, como explicó Giuseppe Grezzi, Concejal de Movilidad Sostenible y Espacio Público de la ciudad. “Han sido semanas muy complicadas ante una emergencia para las que no estábamos preparados. La movilidad se ha reducido en un 75%, nuestras calles y ciudades se han transformado en lugares fantasmas. En zonas donde teníamos 6.000 usuarios de carril bici al día ahora hay cien. Así que lo primero era dar un transporte público esencial y seguro, y por ejemplo el uso autobús ha bajado un 90%, lo que provoca también ver qué hacemos con la caída de presupuesto. Respecto a otros lugares del planeta… En cinco años hemos aumentado la red de carriles bici, creo que tenemos una red adecuada actual y queremos reactivar, por supuesto, el proyecto de repeatonalización de la Plaza del Ayuntamiento, una más de las muchas cosas que hemos tenido que parar. Esperamos también reactivar Valenbici, que por orden superior se paralizó por poder ser una fuente de contagio, pero creo que es el momento de reactivarlo como se ha hecho en otras ciudades”.

Desde Bilbao, el Teniente Alcalde de Políticas de Medioambiente, Movilidad, Regeneración Urbana y Transporte, Alfonso Gil, distingue dos momentos: “El de la toma de medidas supeditadas a la emergencia sanitaria y, después, al de cómo saldremos de todo esto. En una primera instancia hemos reducido transportes urbanos colectivos, metros, autobuses, adaptándolos al uso, con una bajada muy similar a las comentadas en Barcelona y Valencia. La gente ha sido muy sensata, nos ayuda a parar la pandemia, y hemos visto una reducción del coche. Nosotros pusimos por delante de todo la salud, y después el abastecimiento de la población. Dejamos en vigor el sistema de estacionamiento para que el espacio público se quedase libre y solo pudieran usarlo los sanitarios o la distribución. Esta medida, controvertida y en la que fuimos de la mano con San Sebastián, era para no permitir que el coche campara a sus anchas. Respecto a la bicicleta, ha sido un mazado. La bicicleta estaba creciendo en Bilbao. Con dificultades, pero el uso de la bici público crecía de forma exponencial. Poco a poco estaba conquistando la ciudad. Pero la bici será una de las grandes referencias de movilidad en el futuro. Hemos visto que BiciMAD ha vuelto en Madrid: nosotros somos más prudentes, es complejo desinfectar la bicicleta...”

Pilar Arana, Concejal Delegado de Movilidad y Transporte de San Sebastián, destacó que “el vehículo privado, coches, ha bajado el 85%. El autobús ha bajado un 90%. Y en bicicleta, los contadores dicen que el uso ha bajado de manera radical. Estamos dando un mensaje de tener cuidado de no usar el transporte público a menos que sea necesario, y además nos limitarán el aforo de autobuses, con lo que los ingresos van a caer tanto que se va a generar un agujero. Nos va a marcar mucho todo esto”.

Finalmente, en este primer bloque, Jaime Caballero, Concejal de Desarrollo Urbano de Logroño, explicó que la movilidad “ha caído un 65%. En un primer momento de alarma nos vimos obligados a suspender el sistema de bicicleta pública, pero también el del estacionamiento regulado de automóviles. Vimos que el uso de la bicicleta sería mínima, así que decidimos suspenderlo. Lo que sí hemos mantenido es el autobús: pensábamos que habría una disminución mucho más significativa, pero tuvimos que reforzar líneas para el personal sanitario. Tuvimos que indicar qué asientos se podrían usar para mantener distancia personal de los viajeros. Y esforzarnos por aclarar que la bicicleta estaba permitida para los desplazamientos permitidos, y que era un medio incluso aconsejable”.

Medidas concretas: nuevos carriles bici, cierre de calles al tráfico…

Para Janet Sanz “ha sido muy inspirador ver cómo han trabajado algunas ciudades. La crisis ha sido muy bestia en Barcelona, lo que hacía difícil pensar en medias estratégicas, pero nos hemos puesto las pilas muy rápido y creo que en pocos días veremos los resultados. Pero avanzo estrategias: hemos concretado con la Agencia de Salud Pública cómo, en primer lugar, reabrir el Bicing, algo que nos parecía súper importante y en los próximos días habrá buenas noticias y se hará con la máxima seguridad. También estamos reacelerando una medida importantísima que era rebajar la velocidad de la ciudad. Queríamos llegar al 75% de las calles a 30km/H, y ahora lo queremos acelerar en zonas como colegios, e impulsándolo con el Programa Abrir Calles, que abrimos hace unos meses, incorporaba calles como Avenida Aragón o Vía Laietana. Actuaciones tácticas de fin de semana que estamos estudiando el ampliarlo entre semana para que, por ejemplo, los niños puedan salir mejor a la calle o la gente pueda hacer deporte garantizando los espacios. También hay una triple estrategia: sacar coches, que Barcelona tenga más calles con menos coches; más infraestructura segura y bien señalizada para que los usuarios se sientan más seguros, aun reconociendo que a veces en este sentido cometemos errores; y un tercer punto clave: impulsar la ciclologística. En un contexto en el que se dispara el abastecimiento domiciliario me parece fundamental que en todo ese reparto se meta la bicicleta. Con el transporte público... Tenemos que ser muy rápidos y contundentes para trasladar que el transporte público siempre juega a favor de la salud. Y urbanismo táctico, para poder caminar de forma más rápida y ágil. Y otra medida estratégica que es la reconversión industrial de todo el sector automovilístico de nuestro país. Es ahora o nunca. Hay que evitar que todo eso se reactive, por lo que necesitamos un plan estatal para que esa industria y esos trabajadores se puedan trasladar a sectores más limpios”.

Desde Logroño, Jaime Caballero explicó cómo “sin duda, es una oportunidad. Estamos pensando en hacer ciertas acciones para favorecer la movilidad ciclista, como convertir en carril ciclista todos los carriles derechos de las vías de doble carril. Pero también estamos muy preocupados por los peatones, ya que hemos visto que muchas calles principales no tienen suficientes aceras para las medidas de seguridad. Hay que restarle todo ese espacio a los vehículos. Tenemos un argumento de peso adicional para transmitírselo a la ciudadanía: evitar el contagio debe impulsar la ganancia de espacio público para peatones, sobre todo, mientras además se favorece la movilidad ciclista. Pero en este ámbito esa infraestructura exige un estudio mayor, y no iremos al mismo ritmo que las áreas peatonales”.

¿Qué vamos a hacer en Valencia? Giuseppe Grezzi dice que “hay que aprovechar esta crisis para no volver a lo que teníamos antes. Hay que reducir los coches: ocupan mucho espacio, se mueven poco, consumen mucha energía y generan mucha contaminación, ruido y nos hacen dependientes de un sistema de movilidad muy equivocado. Ya estábamos reflexionando sobre eso desde 2015, ampliando un 26% la red de carriles bici con iniciativas como el Anillo Ciclista, muy importantes. Y seguiremos con estas medidas, más que temporales reactivando proyectos que ya teníamos en marcha, con obras de carriles bici que empezarán dentro de poco. Pero, insisto, con un agujero importante de los fondos municipales, con gastos para paliar la emergencia y pérdida de ingresos. Pero en la Avenida de Fernando el Católico, por ejemplo, habrá carril bici, y trabajaremos con medidas para crear cultura de la bicicleta, cambiando la mirada de que es una herramienta para hacer deporte y que la gente vea que es un medio de transporte alternativo al vehículo motorizado. Más del 64% de nuestras calles ya son Calles 30, y hacemos carriles bici porque nos parece que van más seguros, pero no es obligatorio circular por ellos, y medidas de apoyo a la ciclologística. Durante esta emergencia la Oficina de la Bicicleta ha trabajado en redes sociales, ha dado a conocer temas como la ciclologística. Y el espacio que recuperamos con la reducción de espacios para coches durante estos cuatro años y medio han supuesto más de 100.000 metros cuadrados de jardines o zonas peatonales. Y, cogiendo el guante de la Ministra de Transición, hemos reclamado en intervenciones de estos días de la necesidad de un pacto social, económico y político para que la bici sea protagonista, que adaptemos la Ley de Tráfico de 2011 muy anticuada, aprobemos un nuevo reglamento de circulación y que haya una memoria económica y unas inversiones para un Plan Estratégico de la Bicicleta. Es un plan muy importante, pero sin apoyo económico no se podrá cambiar el paradigma, porque no tendremos los recursos suficientes, y si no hay un impulso desde el Estado será muy complicado aprovechar este momento para hacer un cambio definitivo”.

Pilar Arana quiso decir que “las medidas con la pandemia y el estado de alarma son prioritarias. Entendedme bien: estamos en un estado de alarma tal que exige medidas a muy corto plazo. Los presupuestos se han dado la vuelta. La mayor necesidad es lo social, y a eso se han ido todos los recursos. Por mucho que estemos por la bici y el transporte público las necesidades son las que son. En otro escenario contaría más planes que teníamos hace dos meses y ahora están dinamitadas. En Donosti hay cultura y uso de la bicicleta, pero también los usos actuales han bajado mucho. Tenemos que recuperar a los que se han perdido, conseguir más, pero es muy difícil. Que la gente vaya por la calzada aunque sea muy segura. Traer la movilidad del trabajo o escolar a la bici es difícil. Me parece factible compatibilizar calles 30 para que la gente vaya andando o en bici, pero muchas medidas a corto-medio plazo que requieran presupuesto será difícil, porque no habrá presupuesto. Hay mucha incertidumbre, no sabemos cómo será verano u otoño. Hay temas muy potentes, preguntas que habría que contestar, pero en una situación normal. En esta situación pensar en ciclologística en el centro de la ciudad, o ampliar un sistema pidiendo más presupuesto... Es ponernos trampas. Veo factibles, en cambio, compartir un carril de calzada con bicis o peatones, pero mi experiencia es que a los usuarios no les gusta bajar a la calzada, incluso aunque apenas pasen coches. Preferimos ir por bidegorri aunque sea estrecho y malo. Pero es una de las tareas que nos empeñaremos en hacer”.

Alfonso Gil, en Bilbao, cree que “los Ayuntamientos estamos en un momento muy complejo, sobre todo en lo presupuestario. Dicho esto, hay un campo en el que se puede actuar sin presupuesto. Hay ciudades que han aprovechado para meter bicis en calzada, o quitarle espacio a los coches... Yo bajo en bici todos los días al Ayuntamiento y bajo solo. La conquista ahora es total, porque no hay tráfico, y tenemos que seguir con ello. El 87% de Bilbao está limitado a 30 km/h, y quizá sea el momento para hacerlo en toda la ciudad. Pero lo queremos unir a planes con empresas, con escuelas, con instituciones públicas... Nos preguntan si nos enfrentaremos al lobby del coche. Pero no es cuestión de enfrentarse, sino de que las ciudades sean competitivas con otras formas de transporte. En Bilbao solo el 11% de los desplazamientos se hacen en coche, y ahí es donde intentaremos sacar ciclistas. Yo lo digo categóricamente, y me voy a mojar: se puede ir en transporte público sin miedo al contagio y se puede ir en bici, o incluso el taxi. Recomiendo no coger el vehículo privado, en la medida en la que se pueda la bici puede conquistar la calle y debemos aprender de estas situaciones para que esta conquista se asiente. Ahora estamos en pleno trabajo del Plan de Género de la Movilidad: el 76% de BilboBus son viajeras. El único problema era la bici, las mujeres piden más seguridad, y estamos trabajando para que en este sentido terminemos con esta brecha”.

Desde la Asociación de Marcas y Bicicletas de España, Carlos Núñez explicó que “ahora mismo hay que tomar medidas urgentes, y es verdad que la bici ha saltado a la actualidad porque es más segura. Pero no es más aconsejable solo por el distanciamiento social, sino que ya lo era porque es una manera activa de desplazarse. Y si la sociedad poscovid se preocupa por hábitos saludables habrá que recordarle que la bici es el medio de transporte lo es. Tenemos una gran oportunidad, pero también un gran riesgo. Que el 50% de los peatones de Bilbao o el 25% de usuarios de transporte público se pasen al coche. Las ciudades tendrán un papel todavía más fundamental, es donde más riesgo de contagio hay, así que hay que aprovechar para restarle espacio al coche, sino lo que haremos será trasvasar gente de transporte público al motor. Y lo que comentaba Grezzi, es importantísimo: embarcar a las empresas. Si desde los ayuntamientos podéis embarcar a las empresas en estas formas activas de desplazarse… Lo urgente es quitar coches. Pero lo importante también es la contaminación, los gases que provocan el efecto invernadero...”

El peligro de un uso masivo del coche
En China, por ejemplo, se está disparando la venta de coches, y los usuarios del transporte público se están pasando al automóvil. Pensar que en ciudades como Barcelona se dispare el uso del coche privado... ¿cómo se puede combatir? “Es inasumible pensar en eso”, explica Janet Sanz, “porque la ciudad no está preparada. Quiero pensar que el trabajo colectivo que hemos hecho este tiempo, con una ciudadanía que no nos permite ir hacia atrás, no caerá en saco roto. Hay medidas concretas que hay que empezar a dibujar. Estoy de acuerdo en superar la emergencia, pero también debemos pensar en la ciudad del futuro con esta nueva normalidad y no aparcar lo importante. Los gobiernos locales tenemos un gran problema con la financiación, pero quiero pensar que desde el Estado o la Generalitat se nos apoyará con las actuaciones y se movilizarán recursos para combatir el Covid-19, la contaminación o el cambio climático. Esas son las próximas crisis, y ya hemos visto lo que pasa si no nos preparamos para ellas. Necesitamos un pacto con las empresas para fomentar esa movilidad. Hay que ser imaginativos, buscar medidas de poco coste y que sea fácil. El problema es cuando no se facilita desde empresas, cuando el ayuntamiento no pone carriles bici… En clave Barcelona, estamos trabajando en medidas concretas. Creo que el ámbito metropolitanos es el clave, cómo conectar la ciudad con la periferia. Garantizar una red de carriles bici que sean ágiles y rápidos, que permitan incluso ir caminando, que la gente apueste por esos medios si se les facilitan los accesos. Gran Vía, Meridiana, Aragón serían susceptibles de este tipo de acciones. No tenemos que perder el horizonte de que ahora tenemos un problema de salud, pero lo tendremos todavía mayor si no observamos y priorizamos este tipo de cosas. Las ciudades tendremos que ejercer una presión contra las contradicciones de, por ejemplo, pedir desde el Gobierno el fomentar la bicicleta y al mismo tiempo estar pendiente de apoyar el sector automovilístico”.

Hay un riesgo claro de volver hacia atrás, y en lugares como Valencia no es descartable que la gente vuelva a usar de manera masiva el coche. Como explica Giuseppe Grezzi, “es uno de los riesgos mayores, obviamente. En Valencia y en casi todas las ciudades. Y no había otro misterio que aprobar un Modelo de Movilidad en el que el coche no resolviera los problemas, y ver que era más un problema que una solución. Efectivamente, podría desandarse ese camino. Se genera una idea de que no hay que usar el transporte público porque podemos contagiarnos, pero es un mensaje muy peligroso. Se han hecho estudios en Italia y demuestran que en zonas más contaminadas hay una relación muy directa con las enfermedades pulmonares. Debemos lanzar un mensaje de tranquilidad y decir que podemos viajar con seguridad el autobús, y medidas como las mascarillas permitirán compartir todavía más seguros ese espacio. Cada noche los autobuses se desinfectan, y eso ya lo estamos haciendo. Por otro lado, tenemos que poner al mismo nivel la bici que los vehículos motorizados. ¿Cómo? Con infraestructura de calidad, con anchura suficiente, bien conectada… Lo hemos visto en todo el mundo. No es una novedad que en ciudades de Europa y el Mundo se están poniendo en marcha estas medidas. Pero queremos ver una intervención decidida no solo con palabras de la Ministra de Transición Ecológica, sino os demás. Porque una apuesta por la movilidad sostenible es un futuro ahorro económico, porque el coste del impacto de la motorización lo tenemos desde lo económico y desde la salud público, gastando dinero en paliar los estragos de la motorización que podrían ser reinvertida en sectores más productivos. Desde el Estado se tiene que aprobar la financiación del transporte público y metropolitano. Porque desde las ciudades podemos tomar medidas, pero hay organismos supramunicipales que no están dotados de un presupuesto para que la gente deje el coche y tenga un transporte publico en condiciones, muchas veces combinándolo con la bicicleta. Esa es la clave: papel menos importante del vehículo motorizado privado y más importante de transporte público y vehículos individuales no contaminantes”.

Es clave: la gente puede percibir que ir en coche es seguro y que la bicicleta es peligroso. ¿Cómo luchamos contra ese miedo de ir en bicicleta? Grezzi explica que “en Valencia se ha reducido ese temor porque hemos hecho una red de calidad, y hemos gestionado la demanda de aparcamientos poniéndolo difícil. Si ir en coche es incómodo, porque no se puede aparcar”. Pilar Arana cuenta también que “en Donosti no se percibe que la bici sea peligroso. Ha bajado por la situación excepcional actual. A cortísimo plazo ya estábamos trabajando en la nueva ordenanza de circulación. Estamos trabajando en mejorar la infraestructura ciclista con Kalapié, la asociación ciclista de San Sebastián. Y, por el contrato de bici pública en la que ampliábamos bicicletas y estaciones, esperamos que en otoño esté funcionando, con muchas bicicletas a disposición de los ciudadanos. Y quiero insistir en una medida que mucha gente no se cree: en dos o tres años tendremos un mini metro de alta capacidad, trabajando en quitarle muchísimo espacio a coches para dárselo a peatones y ciclistas. Pero quiero tranquilizar a peatones y ciclistas, porque estábamos trabajando para hacer una ciudad absolutamente sostenible a medio plazo”.

¿Cómo subimos a la gente a la bicicleta? “Os veo muy asustados respecto a la invasión de los coches”, dice Jaime Caballero desde Logroño, “pero a las personas nos gusta ir rápido y fácil a los lugares. Si no facilitamos a los automovilistas aparcar dónde quieran. Si para hacer un desplazamiento se va más rápido en bicicleta, con calles calmadas, la gente irá reduciendo el hábito de usar el coche porque verán que no es interesante. Si además creamos infraestructura ciclista conseguiremos doblemente ese efecto. Si pensamos que el 80% de los desplazamientos es al trabajo... Es fundamental impulsar medidas que favorezcan la movilidad activa a los puestos de trabajo. Los trabajadores y las empresas se verán beneficiadas. Hay que penalizar lo que no queremos, e impulsar lo que queremos”.

¿Cómo en lugares como Bilbao no va todo el mundo andando o en bici? Para Alfonso Gil, “hemos llegado tarde a la cultura de la bicicleta. Aquí no se había desarrollado. Gobiernos en lugares como San Sebastián ya tienen mucho camino andado. Pero voy a tocar otro tema muy importante: tenemos que desarrollar el nuevo Reglamento General de Circulación, donde hay que hacer una apuesta clara por la bicicleta. Este país ha estado en un permanente pimpampum sin poder pactarse nada. Estoy viendo imágenes como ver Barcelona o Madrid sin boina de contaminación. Que los animales están entrando en la ciudad. Que las partículas contaminantes o el ruido han bajado. Hay que hacer un esfuerzo: el sector del automóvil va a moverse y lanzar ofertas estrepitosas. El sector y la industria de la bicicleta tiene que moverse. Hay mucho que puede hacerse y que generan un estímulo para que el ciudadano se compre su bicicleta”.

Carlos Núñez, secretario general de la Asociación de Marcas y Bicicletas, recogió la sugerencia. “Llevamos muchos años demandando una apuesta no solo por el sector de la bicicleta, donde damos trabajo a unas 25.000 personas, y el automóvil da empleo a mucha más gente. Y ahí está la clave. Pero es que nosotros no debemos pedir ayudas desde el sector, sino desde los usuarios. Hemos hablado con el Ministerio de Hacienda hace años, y nos miraban con caras de incredulidad. Hubo planes como el plan PIMA con 200 euros, desde el Ente Vasco de la Energía o el Área Metropolitana de Barcelona... Hay cuatro formas. La subvención directa al comprador de una bicicleta, especialmente eléctrica, porque universaliza la bici y permite que cualquiera suba cualquier cuesta. Hubo experimentos y planes pero el Ministerio de Industria lo veía muy complejo y dejaron de hacerlo. Otra opción es rebajar el IVA de la bicicleta. Se ha barajado mucho, porque la bici paga un 21% y si la consideramos prioritaria habría que reducir ese IVA, y sería muy buena medida. Otra medida, más de fomento, es la de los céntimos por kilómetro recorrido, como en Francia. Personalmente, me quedo con la política llevada a cabo en el Reino Unido. Cada persona pide a su empleador un bono para comprarse una bici en la tienda, y con ese bono la compra para ir a trabajar en bici. Y es la empresa la que paga la bici a la tienda, y le va descontando de la nómina el coste o, si lo prefiere, se la sufraga por completo. Y además está exento de IRPF, es una retribución flexible, como el cheque guardería o los tickets restaurantes. Es un modelo muy bueno para que las empresas se impliquen en el fomento de la bici. Llevamos tres años con el Plan Estratégico de la Bicicleta, que no se ha firmado por la inestabilidad política, pero que contiene más de 26 herramientas muy concretas, muchas de ellas dirigidas directamente a los Ayuntamientos, y que esperamos que se apruebe este año en el Congreso. Y recojo otra idea: creo que los Ayuntamientos deberían unirse en un manifiesto pidiendo a las administraciones autonómicas y estatales diciendo cómo debe ser la movilidad del futuro. Cómo debe ser y qué hace falta para conseguirla. Creo que es un buen momento para hacer esas solicitudes”.

Demanda de la ciudadanía
Janet Sanz, desde Barcelona, concluyó su intervención señalando que “es importante que las ciudades lideremos cómo aprovechar esta situación para generar retos y oportunidades. Debemos ser optimistas, estamos sacando recursos de todos lados para no dejar a nadie atrás, y debemos pensar cómo hacemos nuestras ciudades más saludables de forma permanente. Creo que la unión y la fuerza del sector del ciclismo más activista, de las familias que no quieren contaminación para sus hijos, y de muchos más podremos exigir el priorizar a las ciudades como primera trinchera de relación con la ciudadanía. Lo estamos haciendo, pero necesitamos ese apoyo. Creo que falta un empujón para saber cómo superar esta crisis y las que vienen, como el cambio climático. El objetivo es salir más fuertes, convencidos del camino a seguir y con muchas ganas”.

Desde San Sebastián, Pilar Arana explicó que “no vamos a dar un paso atrás para que el coche vuelva a aparecer más. No le vamos a dejar. La tendencia en Donosti es quitarle sitio, y es lo que vamos a seguir haciendo. Trabajaremos por traer usuarios de la bicicleta a corto plazo. A medio plazo volverá el sistema de bicicleta compartida de San Sebastián”.

Jaime Caballero, desde Logroño, quiso incidir en que “esta crisis nos tiene que hacer repensar el espacio público. El confinamiento nos ha dado la oportunidad de ver las calles, y cómo casi todo el espacio está ocupado por el coche. Creo que la ciudadanía va a reclamar un espacio público donde se pueda ir con seguridad y espacio. Qué decir de la contaminación o el ruido. Las emisiones en Logroño han bajado y, con ellas, la contaminación. Hemos visto el rango de mejora. El reto es poder mantener unos mejores niveles de aire, de ruido y un mejor espacio público, y todo eso pasa por reducirle espacio y facilidades al coche, respondiendo a a la demanda de la ciudadanía y lecciones de lo sucedido”.

“Estamos en un momento muy interesante”, dijo Giuseppe Grezzi para despedirse, “y debemos transformar la crisis en oportunidad para cambiar de modelo y mejorar las ciudades. En Valencia la reforma nos ha dado buenos resultados. Las cifras dicen que hemos reducido el uso del coche y subido el de la bici y el transporte público. Es importante un pacto por la movilidad sostenible, y el papel del Estado es fundamental. En las ciudades debemos seguir reduciendo la demanda de tránsito motorizado. Y aprender unos de otros para ir mejorando la experiencia de ir en bici y recuperación de espacios peatonales, para poder mirar al futuro de forma más optimista y mejoras económicas para salir de esta situación”.

Y ya para cerrar, Alfonso Gil de Bilbao expresó un dato: “El año pasado murieron 10.000 personas por contaminación atmosférica. Con el Covid-19 van 20.000. Si quieres vivir más camina, anda en bici, Racionaliza tu forma de vivir aprovechando los modos que te garanticen la salubridad. Hay que pensar en global y actuar en local. Si creemos que la bici garantiza la salud apostemos por ella, hagamos normas para impulsarla. Y ahí los políticos tenemos mucho que hacer”.

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