martes, 26 de febrero de 2019

#hemeroteca #iglesia #pederastia | El cardenal George Pell, condenado por violar a un niño de 13 años y abusar de otro

Imagen: El País / George Pell
El cardenal George Pell, condenado por violar a un niño de 13 años y abusar de otro.
Se hace público el veredicto contra el 'número tres' del Vaticano, declarado culpable en diciembre de cinco casos de abusos sexuales a menores en los años noventa.
Daniel Verdú | El País, 2019-02-26
https://elpais.com/sociedad/2019/02/26/actualidad/1551167135_440678.html

La bomba ha explotado en varias fases. Y la última denotación es la más grave y vuelve a comprometer seriamente al Vaticano. El cardenal George Pell, consejero directo del papa Francisco, superministro de Finanzas (esta mañana todavía figuraba así en el organigrama de la web de la Santa Sede) y considerado el ‘número tres’ de la institución romana, ha sido declarado culpable por un tribunal de Melbourne por abusar sexualmente de dos niños en la década de los noventa. El pasado 11 de diciembre ya se supo que sería condenado, pero no se hicieron públicos los detalles hasta este martes por razones legales (había otro proceso en marcha que finalmente no se celebrará). Entonces se filtró que Pell había sido ya declarado culpable por cinco cargos de grave conducta sexual inapropiada. Ahora se sabe ya que las víctimas eran dos niños de coro de 13 años y que uno de ellos fue violado por el cardenal australiano, el miembro más alto de la cúpula vaticana jamás condenado.

La sentencia de Pell y los horribles detalles del caso llegan justo cuando termina la cumbre de abusos en el Vaticano que ha reunido a 190 líderes religiosos para atajar el problema. Se pidió contundencia y eficacia en esta lucha. Pero el caso del australiano, mantenido hasta el último día en su cargo -ha seguido opinando sobre su área económica - y solo apartado del consejo de cardenales que asesora al Papa el pasado diciembre y "por motivos de edad", evidencia una manera muy distinta de tratar la cuestión. Especialmente comparado con la radicalidad empleada con otros cardenales, como el estadounidense Theodore McCarrick, expulsado del sacerdocio hace apenas una semana. Pell estaba hasta ahora en libertad condicional, pero podría ser arrestado a partir del miércoles, cuando comenzarán las vistas para determinar una pena que podría alcanzar los 10 años de cárcel.

El Vaticano siempre trabajó con la hipótesis de que Pell estaba acusado por unos tocamientos realizados en una piscina. El Papa aplicó la presunción de inocencia, e incluso cuando fue requerido como imputado poro un tribunal australiano le concedió una suerte de excedencia para defenderse. Pell negó repetidamente los hechos y el Papa, pese a que el cardenal arrastraba una alargadísima lista de acusaciones por las víctimas en Australia, confió en su versión. Ahora, sin embargo, se sabe el alcance real de los cinco cargos son por actos cometidos en Melbourne entre 1996 y 1997. Uno de ellos es por la penetración a un menor, que sucedió después de que el arzobispo de Melbourne oficiara una misa. Los otros cuatro son por cometer actos indecentes contra los dos menores. Durante el juicio, señala la agencia EFE, el tribunal escuchó cómo en 1996, el entonces arzobispo de Melbourne se encontró con los dos chicos en estancias de la catedral tras una misa. Después de decirles que se habían metido en un lío por beber vino de misa, Pell abusó de ellos. Luego, repitió el abuso a uno de ellos un año más tarde.

Una de las dos víctimas, según el comunicado que emitió y que publicaron los medios locales, pidió que se mantenga en secreto su identidad. Este testimonio al asegurar que no es un portavoz de las víctimas de pederastia, solo "un tipo trabajador común y corriente que mantiene y protege a su familia lo mejor posible". "Necesito espacio y tiempo para soportar el proceso judicial en marcha", dijo la víctima, que destacó que al igual que otros supervivientes de abusos sexuales, pasó "vergüenza, soledad, depresión y una lucha (interna)" y que le llevó "años en entender el impacto" en su vida. La otra víctima murió de una sobredosis en 2014.

Cuando Pell fue nombrado superministro de finanzas del Vaticano ya había sido acusado numerosas veces por las víctimas. El cardenal ejerció como sacerdote en Ballarat, su localidad natal, entre 1979 y 1984. Un periodo en el que se produjeron decenas de casos de abusos a cargo de otro cura (Gerald Ridsale), que fue condenado a ocho años de prisión. Pell siempre negó conocer aquello. Pero también aseguró ignorar la mayoría de los 4.444 casos denunciados entre 1980 y 2015, muchos de los cuales se produjeron cuando fue arzobispo de Melbourne entre 1996 y 2001, y de Sidney hasta 2014. Sin embargo, como relataba Emiliano Fittipaldi, periodista de L’Espresso y autor del libro ‘Lujuria’, que trata este caso, en Australia se terminó pagando ocho millones de euros a víctimas a cambio de no volver a remover aquellos asuntos.

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