Imagen: El País / El partido de vuelta se celebró a puerta cerrada en Valencia |
El alcalde de Bérgamo y un responsable médico del hospital de la ciudad señalan a este partido como uno de los causantes de la pandemia.
El País, 2020-03-25
https://elpais.com/deportes/2020-03-25/el-atalanta-valencia-una-bomba-biologica.html
El alcalde de Bérgamo, Giorgio Gori, y el jefe de Neumología del hospital de la ciudad italiana, Fabiano di Marco, usaron la misma expresión para referirse al partido entre el Atalanta-Valencia disputado el pasado 19 de febrero en el estadio de San Siro (Milán): “una bomba biológica”. Esa noche de Champions, 40.000 aficionados del Atalanta recorrieron los 60 kilómetros que hay entre Bérgamo y Milán, y unos 2.500 valencianistas se desplazaron al encuentro.
“En ese momento no sabíamos lo que pasaba", afirmó Giorgio Gori en una entrevista a través en Facebook. "El primer paciente en Italia fue el 23 de febrero. Si el virus ya circulaba, los 40.000 aficionados que fueron al estadio de San Siro se contagiaron. Nadie conocía que el virus ya circulaba entre nosotros. Muchos vieron el partido en grupos y hubo muchos contactos esa noche. El virus pasó de unos a otros. Fue una bomba biológica”, añadió el político.
En todo caso, matizó que aquel choque no lo fue todo. “La chispa verdaderamente fue en el hospital de Alzano Lombardo, con un paciente con una pulmonía no reconocida y que contagió a pacientes, médicos y enfermeros. Ese es el foco del brote”, puntualizó el regidor.
Fabiano di Marco, jefe de Neumología del hospital de Bérgamo, fue uno de los primeros responsables médicos que estuvo que enfrentarse al coronavirus en Italia. El 21 de febrero, recibió una llamada que le advirtió del “desastre” y nueve días después se desató la gran crisis. “Todo sucede el domingo 1 de marzo. Temprano en la mañana, entro a la sala de emergencias. Nunca lo olvidaré: la guerra. No encuentro otra definición. Pacientes en todas partes con neumonía severa, que jadeaban. En camillas, en los pasillos. Habían abierto la sala de máxima afluencia, y eso también estaba lleno. Y mientras Italia quería reabrir sus ciudades. En 24 horas consumimos 5.000 máscaras de filtro. Hubo un pánico general”, recordó recientemente en una entrevista. Y en su relato apuntó claramente a ese duelo de Liga de Campeones. “El 19 de febrero, 40.000 ciudadanos de Bérgamo acudieron a San Siro en Milán para ver el Atalanta-Valencia. En autobús, en coche, en tren. Fue una bomba biológica, desafortunadamente”, señaló tajante.
De aquel desplazamiento volvió infectado un periodista español, Quique Mateu, que pasó 25 días hospitalizado antes de recibir el alta. Y posteriormente el Valencia ha informado de que el 35% del vestuario del primer equipo (cuerpo técnico, médicos, jugadores y resto de empleados) había dado positivo. Entre ellos, los jugadores Garay, Mangala y Gayà. En el Atalanta, hace unos días se supo del primer contagiado, el portero reserva Sportiello.
Tres semanas después de aquel encuentro en Milán (el Atalanta juega allí sus partidos de Champions) calificado como bomba biológica, la crisis sanitaria ya se había desatado y el duelo de vuelta en Mestalla se disputó a puerta cerrada.
“En ese momento no sabíamos lo que pasaba", afirmó Giorgio Gori en una entrevista a través en Facebook. "El primer paciente en Italia fue el 23 de febrero. Si el virus ya circulaba, los 40.000 aficionados que fueron al estadio de San Siro se contagiaron. Nadie conocía que el virus ya circulaba entre nosotros. Muchos vieron el partido en grupos y hubo muchos contactos esa noche. El virus pasó de unos a otros. Fue una bomba biológica”, añadió el político.
En todo caso, matizó que aquel choque no lo fue todo. “La chispa verdaderamente fue en el hospital de Alzano Lombardo, con un paciente con una pulmonía no reconocida y que contagió a pacientes, médicos y enfermeros. Ese es el foco del brote”, puntualizó el regidor.
Fabiano di Marco, jefe de Neumología del hospital de Bérgamo, fue uno de los primeros responsables médicos que estuvo que enfrentarse al coronavirus en Italia. El 21 de febrero, recibió una llamada que le advirtió del “desastre” y nueve días después se desató la gran crisis. “Todo sucede el domingo 1 de marzo. Temprano en la mañana, entro a la sala de emergencias. Nunca lo olvidaré: la guerra. No encuentro otra definición. Pacientes en todas partes con neumonía severa, que jadeaban. En camillas, en los pasillos. Habían abierto la sala de máxima afluencia, y eso también estaba lleno. Y mientras Italia quería reabrir sus ciudades. En 24 horas consumimos 5.000 máscaras de filtro. Hubo un pánico general”, recordó recientemente en una entrevista. Y en su relato apuntó claramente a ese duelo de Liga de Campeones. “El 19 de febrero, 40.000 ciudadanos de Bérgamo acudieron a San Siro en Milán para ver el Atalanta-Valencia. En autobús, en coche, en tren. Fue una bomba biológica, desafortunadamente”, señaló tajante.
De aquel desplazamiento volvió infectado un periodista español, Quique Mateu, que pasó 25 días hospitalizado antes de recibir el alta. Y posteriormente el Valencia ha informado de que el 35% del vestuario del primer equipo (cuerpo técnico, médicos, jugadores y resto de empleados) había dado positivo. Entre ellos, los jugadores Garay, Mangala y Gayà. En el Atalanta, hace unos días se supo del primer contagiado, el portero reserva Sportiello.
Tres semanas después de aquel encuentro en Milán (el Atalanta juega allí sus partidos de Champions) calificado como bomba biológica, la crisis sanitaria ya se había desatado y el duelo de vuelta en Mestalla se disputó a puerta cerrada.
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