Imagen: El Salto / Sylvia Rivera y Marsha P. Johnson |
Marsha P. Johnson, Sylvia Rivera, Miryam Amaya, la Veneno, Carmen de Mairena, Carla Antonelli, Martín Berenguer, Uge Sangil... Por mucho que se burlaran de ellas e intentaran quitarles su dignidad, estas mujeres trans y muchas otras siguieron abriendo camino para las que vinimos después.
Marcos Ventura · Coordinadora del grupo trans de FELGTB | El Salto, 2020-03-31
https://www.elsaltodiario.com/opinion/visibilidad-trans-asignatura-pendiente
Las personas somos seres sociales. Ningún ser humano vive en el vacío, vivimos en sociedades más o menos complejas, que determinan nuestras posibilidades de desarrollo individual y colectivo. El feminismo ha sido uno de los desarrollos teóricos que más han servido para la emancipación de las personas discriminadas, y de ellas hemos aprendido mucho. Un ejemplo de ello es que todo aquello que no se nombra, no existe. Esto último es tan cierto, como que muchas personas trans tardan años en entender su identidad, porque se les ha privado de la posibilidad de conocer y entender la diversidad de las identidades humanas, su propia realidad.
Cuando nuestros cuerpos e identidades no encajan con lo que la sociedad espera de nosotras, nos encontramos ante un territorio hostil, donde la violencia —tanto material como simbólica— campa a sus anchas, y nos genera a las personas trans serias consecuencias de salud física y mental. A lo largo de la historia, han sido innumerables las personas trans que han dado un paso adelante y han luchado contra normas sociales, religiosas, políticas, culturales y hasta médicas que nos invisibilizan, patologizan y discriminan por ser diferentes a la normatividad cisexista.
El término referente hace mención a todas aquellas personas con proyección pública en las que nos vemos reflejades, aquellas personas que sentimos que son como nosotres, y de las que pensamos, “si ellas han podido llegar hasta allí, yo también puedo”. Todas las personas tenemos referentes, ya sea familiares o personalidades públicas, que tomamos como ejemplo de conducta, porque nos sentimos afines y porque admiramos a esas personas.
La comunidad trans también merece tener referentes en los que verse reflejada para que las nuevas generaciones de personas trans entiendan que su identidad no es menos válida, que no están solas en el mundo y que pueden aspirar a lo que deseen. Esas personas trans jóvenes que hoy, a causa de la crisis sanitaria que estamos viviendo, están confinadas en sus casas, si han tenido suerte, estarán compartiendo cuarentena con una familia que les quiere, pero si no la han tenido, estarán sufriendo la negación de su identidad y su dignidad humana a manos de quien se supone debe velar por su bienestar. Este artículo pretende ser, tanto un ejercicio de visibilidad y homenaje a esos personajes públicos que son referentes trans por derecho propio, como una muestra de apoyo a esos jóvenes trans, a quienes les decimos algo y claro que todo mejora.
Ese año en el que, desde la Federación Estatal de Lesbianas, Trans y Bisexuales (FELGTB) estamos reivindicando el papel de las mujeres LBT, queremos recordar a nuestras referentes históricas, especialmente, aquellas mujeres trans que tanto consiguieron por el colectivo LGBTI. Ha habido gente trans haciendo historia por y para nosotras, muchas que ya no están: Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera en Stonewall, Miryam Amaya en la manifestación del 77 en Barcelona, o Cristina, la Veneno, y Carmen de Mairena, a la que acabamos de perder. Por mucho que se burlaran de ellas e intentaran quitarles su dignidad, ellas siguieron abriendo camino para las que vinimos después.
Es necesario recordar a quien ha hecho del activismo su forma de vida, y nos ha abierto puertas en política, pero también en la vida asociativa. Carla Antonelli, primera diputada trans; Martín Berenguer, la cabeza pensante detrás de las leyes que nos han dado nuestros derechos; Uge Sangil, primera presidenta trans de FELGTB y tantas otras, que es imposible mencionarlas a todas, Joana Cabrera, Joss Pérez, Guillem Montoro...
A quienes nos visibilizan en los medios de comunicación de masas: actores y actrices como Laverne Cox, Lara Martorell, Abril Zamora, Daniela Vega, Josiah Garcia, Indya Moore. A quienes nos permiten pensarnos mejor desde la academia: Paul B. Preciado, Susan Stryker, Julia Serrano, Jack Halberstam, Miquel Missé y también desde la ficción: Darío Gael Gómez, Alana Portero o Roberta Marrero.
Y a quienes rompen barreras allá donde van: Marina Sáenz, primera catedrática trans de España; Alba Palacios y Omaira Perdomo en el mundo del deporte; Juani Bermejo, investigadora en computación cuántica; artistas de la talla de Alicia Ramos, Elsa Ruiz, Dani Curbelo...
Todas esas personas forman parte de esa comunidad trans visible y pujante que lucha por hacerse un hueco en un mundo desfavorable a ellas. Todas ellas forman parte de nuestra historia como comunidad, y a todas ellas les debemos no solo parte de lo que somos, sino también su parte merecida en este orgullo que sentimos por ser trans y por poder visibilizarlo (y visibilizarlas) en un día como hoy.
Cuando nuestros cuerpos e identidades no encajan con lo que la sociedad espera de nosotras, nos encontramos ante un territorio hostil, donde la violencia —tanto material como simbólica— campa a sus anchas, y nos genera a las personas trans serias consecuencias de salud física y mental. A lo largo de la historia, han sido innumerables las personas trans que han dado un paso adelante y han luchado contra normas sociales, religiosas, políticas, culturales y hasta médicas que nos invisibilizan, patologizan y discriminan por ser diferentes a la normatividad cisexista.
El término referente hace mención a todas aquellas personas con proyección pública en las que nos vemos reflejades, aquellas personas que sentimos que son como nosotres, y de las que pensamos, “si ellas han podido llegar hasta allí, yo también puedo”. Todas las personas tenemos referentes, ya sea familiares o personalidades públicas, que tomamos como ejemplo de conducta, porque nos sentimos afines y porque admiramos a esas personas.
La comunidad trans también merece tener referentes en los que verse reflejada para que las nuevas generaciones de personas trans entiendan que su identidad no es menos válida, que no están solas en el mundo y que pueden aspirar a lo que deseen. Esas personas trans jóvenes que hoy, a causa de la crisis sanitaria que estamos viviendo, están confinadas en sus casas, si han tenido suerte, estarán compartiendo cuarentena con una familia que les quiere, pero si no la han tenido, estarán sufriendo la negación de su identidad y su dignidad humana a manos de quien se supone debe velar por su bienestar. Este artículo pretende ser, tanto un ejercicio de visibilidad y homenaje a esos personajes públicos que son referentes trans por derecho propio, como una muestra de apoyo a esos jóvenes trans, a quienes les decimos algo y claro que todo mejora.
Ese año en el que, desde la Federación Estatal de Lesbianas, Trans y Bisexuales (FELGTB) estamos reivindicando el papel de las mujeres LBT, queremos recordar a nuestras referentes históricas, especialmente, aquellas mujeres trans que tanto consiguieron por el colectivo LGBTI. Ha habido gente trans haciendo historia por y para nosotras, muchas que ya no están: Marsha P. Johnson y Sylvia Rivera en Stonewall, Miryam Amaya en la manifestación del 77 en Barcelona, o Cristina, la Veneno, y Carmen de Mairena, a la que acabamos de perder. Por mucho que se burlaran de ellas e intentaran quitarles su dignidad, ellas siguieron abriendo camino para las que vinimos después.
Es necesario recordar a quien ha hecho del activismo su forma de vida, y nos ha abierto puertas en política, pero también en la vida asociativa. Carla Antonelli, primera diputada trans; Martín Berenguer, la cabeza pensante detrás de las leyes que nos han dado nuestros derechos; Uge Sangil, primera presidenta trans de FELGTB y tantas otras, que es imposible mencionarlas a todas, Joana Cabrera, Joss Pérez, Guillem Montoro...
A quienes nos visibilizan en los medios de comunicación de masas: actores y actrices como Laverne Cox, Lara Martorell, Abril Zamora, Daniela Vega, Josiah Garcia, Indya Moore. A quienes nos permiten pensarnos mejor desde la academia: Paul B. Preciado, Susan Stryker, Julia Serrano, Jack Halberstam, Miquel Missé y también desde la ficción: Darío Gael Gómez, Alana Portero o Roberta Marrero.
Y a quienes rompen barreras allá donde van: Marina Sáenz, primera catedrática trans de España; Alba Palacios y Omaira Perdomo en el mundo del deporte; Juani Bermejo, investigadora en computación cuántica; artistas de la talla de Alicia Ramos, Elsa Ruiz, Dani Curbelo...
Todas esas personas forman parte de esa comunidad trans visible y pujante que lucha por hacerse un hueco en un mundo desfavorable a ellas. Todas ellas forman parte de nuestra historia como comunidad, y a todas ellas les debemos no solo parte de lo que somos, sino también su parte merecida en este orgullo que sentimos por ser trans y por poder visibilizarlo (y visibilizarlas) en un día como hoy.
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