Imagen: Noticias de Gipuzkoa / 'Día de la Memoria' en Gogora |
Estudiantes que han escuchado a las víctimas en ‘Adi-Adian’ dicen que los testimonios cambiaron su visión del pasado.
Míriam Vázquez | Noticias de Gipuzkoa, 2017-11-11
http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2017/11/11/politica/los-jovenes-piden-una-memoria-critica-no-hay-que-cometer-los-mismos-errores
Euskadi celebró ayer el Día de la Memoria, una jornada centrada en recordar a las víctimas del terrorismo y la violencia, y que ayer tuvo como protagonistas a los jóvenes como garantía de no repetición de lo sucedido. El Instituto Gogora invitó a 21 estudiantes que han participado en el programa Adi-Adian, la experiencia impulsada por el Gobierno Vasco que ha supuesto que víctimas de distinto signo acudan a las aulas y ofrezcan de primera mano su testimonio a los jóvenes, con la intención de analizar de manera crítica el pasado y no repetir los mismos errores. Los jóvenes, que participaron en el programa hace dos y tres cursos y ahora tienen en torno a 18 años, relataron una experiencia que ha removido sus conciencias y les ha hecho ver de otra manera a las víctimas, no como un frío número sino de manera individualizada, cada persona con sus vivencias y con su sufrimiento y, en todos los casos, con la fuerza y la generosidad suficientes como para perdonar y lanzar un mensaje sin rencor. El lehendakari tomó la palabra al final del acto para remachar el mensaje y asegurar que el terrorismo y la violencia no han aportado nada positivo a Euskadi.
En la sede del Instituto Gogora en Bilbao, en una carpa instalada en la zona del patio y bajo una intensa lluvia que no mermó los ánimos de los jóvenes, coincidieron en destacar el programa como una vivencia muy positiva. “Cuando llegó la primera víctima, al principio toda la clase estaba hablando, haciendo ruido... ¡Cómo somos los jóvenes! Pero, cuando empezó a hablar, todos nos callamos enseguida. Incluso hubo alguna lágrima. Ese testimonio cambió la perspectiva de todo el curso, de las 125 personas que lo escuchamos. Lo comentábamos entre nosotros, hablábamos de ello...”, se sinceró uno de los jóvenes.
Otra de las estudiantes, Araitz, abundó en la misma línea. “Para mí, las víctimas eran todas iguales. No las veía de manera individualizada, su dolor... Y cuando las escuché, me sentí culpable por la idea que había tenido durante todo ese tiempo”, dijo, para incidir en que la experiencia cambió su manera de mirar al pasado. Iraia coincidió en que “en primero de Bachillerato, cuando llegaron las víctimas, nos contaron lo que han vivido, su sufrimiento, cómo han salido adelante, y eso te ayuda a entenderlas”.
Los estudiantes no se encontraron con un mensaje presidido por el rencor, sino todo lo contrario. De hecho, es el dato que más les sorprendió de la experiencia, e incluso dudaron de que ellos pudieran haber tenido esa altura de miras después de haber padecido tanto. “Yo me quedaría con la palabra perdón. Han dejado el odio a un lado”, destacó Galder. También pusieron en valor las enseñanzas extraídas para que no se repita la violencia. “A nuestra ikastola vino Pili Zabala (hermana de Joxi Zabala, secuestrado, torturado y asesinado por los GAL). He aprendido cosas que no imaginaba. Valores fundamentales. Me ha transmitido cosas increíbles. Yo estudio Magisterio y, cuando esté con mis alumnos, les enseñaré un mensaje de paz y en contra de la violencia”, expuso otra de las estudiantes.
Sergio mencionó otro caso que le causó gran impacto. “Una víctima nos dijo que, poco después del atentado, se enteró de que dos miembros de la banda habían muerto manipulando explosivos y le dio pena. Si ella es capaz de perdonar, los demás debemos hacer ese esfuerzo como sociedad”, recalcó.
Como conclusión, los jóvenes apostaron por una memoria crítica del pasado. “Nuestro deber es reconocer ese daño, reconocer a todas las víctimas y cerrar las heridas. Tenemos una responsabilidad como sociedad, y cada uno tiene su parte de responsabilidad”, dijeron. “Debemos conocer la historia para no cometer los mismos errores” y “la violencia no es el camino” fueron otros mensajes repetidos por los estudiantes. “Cuando no apagas bien un fuego, viene una ráfaga y es fácil que vuelva a encenderse”, recalcaron.
En la sede del Instituto Gogora en Bilbao, en una carpa instalada en la zona del patio y bajo una intensa lluvia que no mermó los ánimos de los jóvenes, coincidieron en destacar el programa como una vivencia muy positiva. “Cuando llegó la primera víctima, al principio toda la clase estaba hablando, haciendo ruido... ¡Cómo somos los jóvenes! Pero, cuando empezó a hablar, todos nos callamos enseguida. Incluso hubo alguna lágrima. Ese testimonio cambió la perspectiva de todo el curso, de las 125 personas que lo escuchamos. Lo comentábamos entre nosotros, hablábamos de ello...”, se sinceró uno de los jóvenes.
Otra de las estudiantes, Araitz, abundó en la misma línea. “Para mí, las víctimas eran todas iguales. No las veía de manera individualizada, su dolor... Y cuando las escuché, me sentí culpable por la idea que había tenido durante todo ese tiempo”, dijo, para incidir en que la experiencia cambió su manera de mirar al pasado. Iraia coincidió en que “en primero de Bachillerato, cuando llegaron las víctimas, nos contaron lo que han vivido, su sufrimiento, cómo han salido adelante, y eso te ayuda a entenderlas”.
Los estudiantes no se encontraron con un mensaje presidido por el rencor, sino todo lo contrario. De hecho, es el dato que más les sorprendió de la experiencia, e incluso dudaron de que ellos pudieran haber tenido esa altura de miras después de haber padecido tanto. “Yo me quedaría con la palabra perdón. Han dejado el odio a un lado”, destacó Galder. También pusieron en valor las enseñanzas extraídas para que no se repita la violencia. “A nuestra ikastola vino Pili Zabala (hermana de Joxi Zabala, secuestrado, torturado y asesinado por los GAL). He aprendido cosas que no imaginaba. Valores fundamentales. Me ha transmitido cosas increíbles. Yo estudio Magisterio y, cuando esté con mis alumnos, les enseñaré un mensaje de paz y en contra de la violencia”, expuso otra de las estudiantes.
Sergio mencionó otro caso que le causó gran impacto. “Una víctima nos dijo que, poco después del atentado, se enteró de que dos miembros de la banda habían muerto manipulando explosivos y le dio pena. Si ella es capaz de perdonar, los demás debemos hacer ese esfuerzo como sociedad”, recalcó.
Como conclusión, los jóvenes apostaron por una memoria crítica del pasado. “Nuestro deber es reconocer ese daño, reconocer a todas las víctimas y cerrar las heridas. Tenemos una responsabilidad como sociedad, y cada uno tiene su parte de responsabilidad”, dijeron. “Debemos conocer la historia para no cometer los mismos errores” y “la violencia no es el camino” fueron otros mensajes repetidos por los estudiantes. “Cuando no apagas bien un fuego, viene una ráfaga y es fácil que vuelva a encenderse”, recalcaron.
Vivir con un amenazado
Entre los testimonios de los jóvenes, destacó el de Nahikari. Ella es hija de Olga Santamaría, concejal socialista del ayuntamiento de Barakaldo, y relató cómo le afectó durante su infancia vivir con las precauciones propias de todo amenazado: cómo miraban debajo del coche antes de arrancar, las pesadillas, las pintadas en las paredes... Por todo ello, su infancia no fue como la del resto de sus compañeros. Pero ayer dejó claro que no alberga rencor. “¿Venganza, para qué? Lo que hay que hacer es recordar para que no se repita”, dijo.
“Soy hija de una víctima de ETA. Tuve que vivir cosas como ir a casa, entrar en el portal y ver pintada en el suelo una diana que decía ‘ETA, mátala’. Mi padre miraba debajo del coche siempre, por si había alguna bomba. Y yo tenía pesadillas. Soñaba que la secuestraban, y era terrible”, relató, ante la atenta mirada de los otros jóvenes y una cálida ovación del público. Esa vivencia no le hace albergar ansias de revancha. Solo pide recordar, y que no se repita.
En el acto también hubo algunos mensajes críticos con los partidos y con la sociedad. Uno de los jóvenes pidió a las formaciones políticas que “no manipulen” a las víctimas, y otra estudiante se indignó por que durante todos estos años el asunto de la violencia haya sido “tabú” en la sociedad. “No se habla de ello en ningún lado. ¿Por qué tenemos que callarnos y bajar la cabeza? Hay que luchar para que no vuelva a pasar”, recalcó.
Ausencia del PP
Los jóvenes ofrecieron su testimonio conducidos por una presentadora que introdujo los temas del debate. Su testimonio lo ofrecieron ante representantes del Gobierno Vasco, con el lehendakari y el secretario de Derechos Humanos y Convivencia, Jonan Fernández, a la cabeza. También estuvieron presentes el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Juan Luis Ibarra; el Ararteko, Manuel Lezertua; y representantes de los partidos políticos, aunque el PP no estuvo entre ellos. El partido de Alfonso Alonso selló ayer el Día de la Memoria con una desbandada de los actos principales (salvo en Donostia), y celebrándolo por su cuenta en Getxo, para recordar solo a las víctimas del terrorismo y no a las de abusos policiales. Por parte de la izquierda abertzale, acudieron Jone Goirizelaia y Julen Arzuaga.
Durante el acto se proyectó también un vídeo en el que varias víctimas relataban las dificultades para explicar lo sucedido a sus hijos o a los estudiantes en ‘Adi-Adian’. Jordi Lidón, Asun Lasa, Sara Buesa, Carmen Galdeano, Inés Núñez y Mari Carmen Hernández, entre otros, apostaron por relatar lo sucedido, aunque sea duro.
“Soy hija de una víctima de ETA. Tuve que vivir cosas como ir a casa, entrar en el portal y ver pintada en el suelo una diana que decía ‘ETA, mátala’. Mi padre miraba debajo del coche siempre, por si había alguna bomba. Y yo tenía pesadillas. Soñaba que la secuestraban, y era terrible”, relató, ante la atenta mirada de los otros jóvenes y una cálida ovación del público. Esa vivencia no le hace albergar ansias de revancha. Solo pide recordar, y que no se repita.
En el acto también hubo algunos mensajes críticos con los partidos y con la sociedad. Uno de los jóvenes pidió a las formaciones políticas que “no manipulen” a las víctimas, y otra estudiante se indignó por que durante todos estos años el asunto de la violencia haya sido “tabú” en la sociedad. “No se habla de ello en ningún lado. ¿Por qué tenemos que callarnos y bajar la cabeza? Hay que luchar para que no vuelva a pasar”, recalcó.
Ausencia del PP
Los jóvenes ofrecieron su testimonio conducidos por una presentadora que introdujo los temas del debate. Su testimonio lo ofrecieron ante representantes del Gobierno Vasco, con el lehendakari y el secretario de Derechos Humanos y Convivencia, Jonan Fernández, a la cabeza. También estuvieron presentes el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Juan Luis Ibarra; el Ararteko, Manuel Lezertua; y representantes de los partidos políticos, aunque el PP no estuvo entre ellos. El partido de Alfonso Alonso selló ayer el Día de la Memoria con una desbandada de los actos principales (salvo en Donostia), y celebrándolo por su cuenta en Getxo, para recordar solo a las víctimas del terrorismo y no a las de abusos policiales. Por parte de la izquierda abertzale, acudieron Jone Goirizelaia y Julen Arzuaga.
Durante el acto se proyectó también un vídeo en el que varias víctimas relataban las dificultades para explicar lo sucedido a sus hijos o a los estudiantes en ‘Adi-Adian’. Jordi Lidón, Asun Lasa, Sara Buesa, Carmen Galdeano, Inés Núñez y Mari Carmen Hernández, entre otros, apostaron por relatar lo sucedido, aunque sea duro.
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